De un accidente nació la felicidad. [Dazai Osamu x Tú]

Mío, tan mío.

El cuerpo de Dazai está tibio, sus labios besan mi cuello, sigue recostado a mi lado, mi mano aprieta la suya y la otra acaricia su espalda, su cintura es pequeña y sus hombros son huesudos.

-Mhh.. Dazai..
-¿Puedo... ponerme sobre ti? -dice poniendo su rostro frente al mío.
-Si..

Bajo mis piernas y el pone su cuerpo sobre el mío, mis piernas abrazan su cadera y su pecho se pega con el mío.

-Tus manos... ya están más tibias. -digo.
-¿Si? tu cuerpo siento que siempre está tibio.
-Abrázame.

Dazai mete sus brazos por debajo de mi espalda y me abraza fuertemente, su rostro se hunde en mi cuello, su respiración choca en el, enrredo mis dedos en su cabello y el coloca su cabeza más abajo quedando con  su nariz metida en mi pecho, una de sus manos comienza a tocar mi vientre.

-Ah..
-Seré... cuidadoso. -dice besando mi hombro.
-Si..

Sube un poco su cuerpo y saca su playera, las vendas de su cuello y brazos comienzan a caer al suelo, su piel está sana, es suave. Toma mi playera y también la saca, quedo solo con brasier, cubro mi pecho por la vergüenza y el toma mis manos.

-Tranquila, no haré nada que tú no quieras.

Siento mi rostro caliente, mi corazón comienza a latir más rápido, quiero abrazarlo, besarlo, quiero que esté dentro de mi más que nunca, que el amor que siento por él se exprese en cada lugar de mi cuerpo.

-Sacaré tus pantalones. -dice.
-Mh..

Baja sus manos y comienza a deslizar mi pantalón por mis piernas, unos pequeños escalofríos suben por mi columna, estiro mis brazos hacia él.

-¿Qué pasa? -dice mientras saca sus pantalones.
-Ven, bésame.
-Te besaría hasta el alma.

Su cuerpo cae sobre el mío, puedo sentir su piel sobre la mía, su corazón que se alinea con los latidos del mío, todo su pecho, sus hombros, su manos aprietan delicadamente mi cintura.

-Mhh...
-Yo.. -Dazai levanta su rostro un poco. -perdóname si no soy muy bueno.
-¿Ah?
-Nunca... bueno, nunca he hecho esto.

¿Es su primera vez? por eso sentía su respiración un poco errática de vez en cuando.

-Yo.. hubiese querido que tú también fueras esa primera vez.
-Entonces pensemos que es la primer vez para los dos.
-Si... suena bien.

Tomo su rostro y lo beso, lo beso con todo lo que tengo dentro, disfruto cada vez que mis labios rozan los suyos, noto como su entrepierna está pegada a la mía, como su miembro choca con mi sexo, como la excitación va subiendo y nuestros deseo más carnales comienzan a salir..

-Ahh... Da..
-Voy a... moverme.

Se sienta y comienza a sacar mi ropa interior, saca su miembro y su punta queda puesta en mi entrada, coloca una mano apoyada en la cama cerca de mi, tomo su cuello y él lentamente comienza a ingresar en mi.

-Nhgg.. 

Escucho un leve gemido que sale de su boca, cuando ya está todo dentro mío pone su cuerpo más cerca de mi, tomo su rostro con mis dos manos y lo beso, el toma mi cadera entre sus brazos y me abraza fuertemente, mi cuerpo está completamente conectado con el suyo.

-Mhh... te... te quiero. -susurro en su oído.
-¿Cuanto? -dice mientras comienza a mover su cadera.
-¡AHH! m-mucho..

Su respiración se altera, mi pecho se eleva un poco y el besa mi mentón, sus movimientos son un poco más rápidos.

-Mhh.. mhhh... ahh
-¿Du-duele? -dice sin dejar de moverse.
-N-no..

Cerré mis ojos, nuestros cuerpos estaban amándose tanto, el roce de su piel, el aroma de su cuerpo, el sabor que tienen sus labios y la forma en la que me toca, fueron minutos de éxtasis, del más dulce y tierno placer, la delicadeza con la que me trato, la forma amable en la que me recordaba que era él quien estaba haciéndome el amor.

Su cuerpo está recostado a mi lado, está abrazado a mi cintura y una de sus manos está puesta en mi vientre, tengo mi nariz enterrada en su cabello.

-Dazai..
-¿Mh?
-Tu cabello tiene rico aroma.
-¿Tú crees?
-Si.
-Es el aroma del amor.
-¿Qué? -digo mientras lanzó una pequeña risa.
-El aroma del amor, ese aroma es éste.

A veces éste hombre dice cosas muy raras.
-Sería un buen momento para cometer un suicidio doble ¿no?
-¿Ah?
-El amor eterno de un par de amantes, que mueren.
-Acaso ¿no quieres disfrutar en carne viva de esto nunca más?

Su cabeza se alza y me mira con unos ojos grandes y seductores, pone su frente en mi hombro y suspira.

-Ganaste.
-¿Qué?
-Ganaste, no diré más lo del suicidio -vuelve a subir su cabeza. -yo quiero seguir disfrutando de esto por mucho más.

Tapo mi boca y me río, él abraza mi cuerpo y yo abrazo el suyo, apego mi cuerpo entero a él, beso su rostro, su nariz, sus hombros, para mi esta es la primera vez que vivo el amor en mi alma y en mi cuerpo.

Es de mañana y despierto por la luz que entra por la ventana, siento calor en mi espalda, el calor de Dazai, su respiración en mi nuca, me muevo un poco para ver la hora, veo que es temprano pero debo prepararme para ir a trabajar.

-Dazai...

No recibo respuesta así que debo creer que está profundamente dormido, tiene un brazo abrazado a mi así que lo levanto y logro safarme, noto que estoy completamente desnuda, así que busco una playera y me dirijo al baño, me ducho y al salir del baño Dazai no está en la cama.

-¿Da-Dazai?
-¡Acá!

La voz viene desde la cocina, al entrar lo veo comiendo una manzana, apoyando su cuerpo en un mesón.

-No sentí cuando te levantaste, pero escuché la ducha y pensé que estarías ahí. -dice terminando de darle el último mordisco a la manzana.
-Si, hoy debo estar temprano en el diario.
-Entonces vístete y... yo me ducho para ir a dejarte.
-No, no es necesario de verdad.
-Es necesario, además -Dazai se acerca a mi, dejándome acorralada contra la muralla. -eres mi novia.
-Ah..

Siento como una pequeña vibración recorre mi espalda, Dazai apoya una mano en la muralla y me besa, toma mi cintura, besa mi frente y se dirige al baño.
-¡No tardare mucho!

Escucho como se cierra la puerta y suelto mi respiración, suspiro y me dirijo a vestirme, cuando termino voy a la cocina a prepararme algo para desayunar.

-He terminado. -dice secando su cabello con una toalla.
-Termino de preparar el desayuno... en un momento.
-¿Quieres que te ayude?
-Mh.. podrías acomodar la mesa.
-Bien, como ordené.

Nos sentamos a desayunar y yo lo observó, miro la forma en la que hace que mi corazón lata rápidamente en un momento y en otro se sienta tan en calma por tenerlo a mi lado, siento que nunca podré ser tan suya como anoche, me avergüenzo un poco pero estoy feliz, feliz de amar y disfrutar de ese amor.

-Después de que termines en tu trabajo ¿háblame para ir por ti?
-No es necesario, Dazai, no soy una niña pequeña.
-Para mi si y quiero cuidar de ti.
-... no puedo decir no ¿cierto?
-No puedes. -dice mientras sonríe.
-¿Y si estás ocupado?
-Iré de cualquier forma, no te preocupes.

Me mira y sigue sonriendo, su forma de ser conmigo no sé si será especial o no, pero Dazai es tan mío que sé que no hay forma de que pueda pensar que no lo soy.