De un accidente nació la felicidad. [Dazai Osamu x Tú]

A tu lado me quedaré.

Ya han pasado 3 mes desde que empecé esta rutina de ejercicios y la verdad cada día se hizo más fácil, mi cuerpo se siente más liviano, tengo fuerza y agilidad, los ejercicios de elongación me ayudan a poder estirar mi cuerpo tanto como yo quiera, es genial.

-Ah... listo. -susurro.

Hoy estoy sola, Dazai tenia cosas que hacer en la agencia y supongo que va a demorar. Me dirijo al baño para ducharme, me desvisto y recuerdo que no traje toallas ni ropa de cambio, salgo desnuda del baño, ya que no hay nadie y las cortinas están abajo, no hay problema. Estoy en la pieza buscando la ropa, Dazai deja las toallas muy arriba en el mueble y nunca las puedo alcanzar.

-Ahh... un p-poco más.
-¿Quieres que te ayude?
-¡AHHHH! dios..

Dazai está afirmado en la puerta, a pesar de que ya llevamos más de tres meses siendo lo que somos, siento un poco de vergüenza cuando estoy desnuda frente a él, tapo mi cuerpo con mis manos pero es casi inutil.

-¿Porqué te tapas? -dice mientras se acerca a mi. -te ayudaré con las toallas.

Alcanza las toallas sin el mayor esfuerzo, me las entrega y me queda viendo, conozco esa mirada, si no salgo ahora de seguro no podré ducharme hasta mañana.

-Gracias... iré a ducharme. -digo mientras me doy la vuelta.

Imposible, ya me tiene. Toma mi brazo y sus manos tocan mi espalda, es como si fuera poseída completamente por él, sus labios tocan mi cuello, mi cuerpo entero está siendo absorbido por el suyo.

-Tu cuerpo ahora está muy bien. -dice tocando mis hombros.
-Debe.. ser por el ejercicio.
-Si.. hoy era el último día.
-¿Si? estaba segura que me quedaban unos días más.
-Mhh.. no, ya es suficiente.
-Que alegría.

Dazai saca su chaqueta, miro como lo hace, tengo la oportunidad de ir al baño pero no lo hago, me quedo ahí esperando para que tome mi cuerpo como lo hace siempre, esperando que sus labios recorran todo mi ser, mis manos están impacientes por tocar su espalda, amarrar su cintura con mis piernas y mirar su rostro totalmente lleno de éxtasis. Suelto las toallas y lo abrazo por la espalda, sus manos tocan las mías.

-¿Que pasa? -me dice.
-Ya no quiero ducharme.
-¿Que quieres entonces?
-A ti. -susurro.
-No te escucho.
-A ti.
-¿Cómo?
-¡Te quiero a ti!
-Bien..

Él se da vuelta y besa mi frente, mi nariz mi boca, me tiene tomada por la cintura, al estar desnuda puedo sentir perfectamente la textura que tienen sus dedos, las caricias que me entrega cada de vez que me besa de ésta forma tan exquisita.

-Te quiero. -me dice mirando mis ojos.
-Te quiero más.
-Ven acá.

Me toma entre sus brazos y me apoya contra la pared, siento escalofríos, la muralla está helada, su manos están calientes, el roce de sus labios en mi cuello hacen que todo mi interior se estremezca y tiemble.

-Ah... Dazai..
-Agarrate de mi cuello.

Pongo mis manos en su cuello, acaricio su nuca, su respiración se está cortando y la mía también.

-Creo que.. no podrás ducharte. -dice.
-Ah... y ahora lo dices.

Baja una de sus manos y desabrocha su pantalón, sigue besando mi pecho, me alza un poco más y empieza a dejar marcas en ellos.

-Mhhh.. ahh, no..
-Sujetate fuerte.

Pongo mis brazos alrededor de su cuello, comienzo a sentir como su miembro entra en mi, lentamente, entierro mis uñas en su espalda.

-¡Ahhh! mhh.. Da..
-Ah.. eres.. hermosa.

Su boca se sumerge en la mía, sus besos son suaves al principio pero después se empiezan a poner profundos, beso sus orejas y sus mejilla.