De un accidente nació la felicidad. [Dazai Osamu x Tú]

Yo más estaré allí.

Estoy sentada frente a mi computadora, Hana fue de paseo con mis padres que han venido por unos días de visita, mientras que Dazai está dándose una ducha.

En la pantalla de mi computadora tengo la imagen del contrato que me ofrece una famosa revista, me llegó ayer, en ese momento recordé la conversación que había tenido con el jefe del diario hace unos días, lo sucedido con Dazai hizo que me olvidara por completo de aquello. Si acepto esto significaría irme de esta ciudad, pero ¿y que sucede con esto tan hermoso que he construido? si bien no es algo que se deba pensar mucho, no quiero separar a Dazai de la agencia y yo tampoco deseo dejar de ver a los chicos que me han acompañado tanto.

-¿Qué haré? -susurro.

Cierro mi computadora y apoyo mi cabeza sobre la mesa.

-¿Ocurre algo? -dice Dazai acariciando mi cabeza. 
-Ah, no te sentí.
-¿Ocurre algo?
-S-si. 
-¿Qué es? -él toma asiento cerca mío.

Levanto mi cabeza y sus ojos cálidos hacen que todo se aclaré, no soy capaz de alejarme de este lugar, de esta casa, sentiría tristeza el no poder pasar por río en donde conocí a este hombre, después de todo las cosas como están ahora son perfectas.

-No es nada. -digo tomando su mano.
-Anda, dime.
-Quería contarte que... amo esto.
-¿Qué?
-Esto, amo tener esta vida a tu lado.

Con su mano libre acaricia mi mejilla y besa mi frente, sus labios tibios son tan tranquilizadores.

-Siento que no podré dejar nunca de darte las gracias por sacarme de ese río. -dice.
-Sonara un poco raro pero, gracias a ti por haber saltado.
-Lo haría mil veces más si eres tú quien me saca.

No importa lo que ocurra, ni como sean las cosas, estoy segura que mi lugar siempre será a su lado como ha sido hasta ahora.
Me doy cuenta que no trae más que una toalla amarrada a su cadera.

-Ve a ponerte algo de ropa. -digo.
-¿Porqué?
-Po-porque.. enfermar.
-Si me enfermo tú cuidarás de mi ¿no?
-¿Porqué debería? -me pongo de pie frente a él y dejo mis brazos sobre sus hombros.
-Porque me amas.
-Por esta vez has ganado.
-Siempre gano.

Tomo con mis manos su cuello y lo apego a mi recibiéndolo con un beso, sus labios húmedos y las gotas de agua que caen sobre mis mejillas desde su cabello oscuro, bajo mis manos y las pongo en su pecho, beso su barbilla y su cuello.

-Ah, va-vamos a la habitación. dice.
-¿Crees que no podremos hacerlo sobre la mesa?
-¿Eh?
-¿O saldrás corriendo?

Me quito la playera y me siento sobre la mesa abriendo mis brazos.

-Ven aquí, Osamu.

Se pone de pie y me toma por la cadera apegandome al él, bajo mis manos y saco la toalla de su cuerpo y abrazándole fuerte contra mi, sus besos y caricias hacen siempre mi día mucho mejor, la forma en la que me recibe es la única que deseo conocer, lo delicado de su amor hace que me rinda siempre a sus pies.

-Tu cuerpo se siente tan bien. -susurra en mi oído.
-Opino lo mismo de ti.
-¿Te parece si le damos un hermanito a Hana-chan?
-¿Eh?
-Aunque pensándolo bien -él comienza a pasar sus dedos sobre mi vientre. -quisiera disfrutar un poco más de este cuerpo libremente.
-Eres inteligente, Dazai Osamu.

Baja su cuerpo y lo aprieta sobre el mío, me tomo de su cuello, sus toques encienden completamente mis sentidos y mis ganas de ser suya una y otra vez.

Quito la toalla que lleva y la lanzó lejos, baja sus manos y quita mi ropa, lentamente baja desde mi cuello hasta el inicio de mi sexo, con sus dedos acaricia mis pechos.