Cada día un poco más.

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Mi cuerpo estaba completamente paralizado, quería correr hacia él y abrazarlo pero mis piernas no se movían, mis ojos no se despegaban de su figura y mis manos apretaban con fuerza mi chaqueta, mis palabras no salían, tenían tantas frases dentro de mi mente pero ninguna se asomaba por mis labios, solo escuchaba el sonido del agua y notaba como el viento acariciaba mis mejillas.

-Hace más de un año... -dice poniendo sus manos en los bolsillos de su chaqueta. -aquí, en este lugar conocí a la mujer más bella del mundo, ella me rescato de éste río, la verdad.. nunca había sentido felicidad cuando me salvaban de morir pero esa vez, la sentí.
-¿Do-donde estabas?
-Me hace tan feliz escuchar tu voz nuevamente.
-...
-Desde el día en que nació Hana, me dí cuenta que ya no podía poner tu vida en riesgo por mi culpa ¿sabes? nunca imagine que tendría una hija.
-No haz respondido a mi pregunta.
-Hace muchos años que no sentía la necesidad de proteger a alguien, así que decidí que debía hacer algo porque... por primera vez sentí miedo.
-No estoy entendiendo...

Él da unos pasos adelante y que cerca de mi, yo doy un paso hacia atrás.

-Todos estos meses he tratado de que todo mi pasado no trate de hacerte daño a Hana o a ti nunca más, he hecho que las personas que, bueno, me odian un poco no se nos acerquen más y que de una vez los tres no tengamos que temer a nada.
-¿Qué hiciste?
-Nada malo, lo prometo.
-Dazai..
-Digo la verdad, cree en mi, desde que te conocí, sin darme cuenta me he vuelto un poco más sensible ¿sabes? ¿como haces eso? es increíble, parece un poder.
-¿Qué estás diciendo?
-Estoy diciendo que gracias a ti, soy otra persona, una mejor.
-...
-Ya lo era pero.. ahora soy el doble ¿no lo crees?
-¿Porqué no me dijiste donde ibas? ¿porqué me dejaste de un momento a otro?
-Porque hubieses querido seguirme y no podía permitirme correr ese riesgo.
-¿Riesgo?
-Si, si.. te hubiese pasado algo.. yo no sabría como seguir, de verdad no quería ponerte otra vez en peligro.
-No sabes.. no tienes idea lo que sentí cuando noté que no regresabas, cuando pasaban los días y no sabia nada de ti.. tú..
-Perdoname, por favor.
-Sentía que mi otra mitad ya no estaba ¿sabes lo que es eso? -digo tapando mi cara al sentir como mis lágrimas caen.
-N-no llores por favor.. no resisto verte así.
-¡Que esté llorando es tu culpa, idiota!
-Lo sé.. perdoname por favor, no me odies por favor, lo único que deseo es que entiendas esto, que comprendas que lo hice por nuestro bien.. por todo el amor que siento por ustedes dos, yo las amo, por favor ...(N).
-No puedo odiarte.. -susurro.

Saco mis manos de mi rostro  y lo miro, no puedo negar que sus palabras me transmiten verdad. Noto que su cabello está más largo y tapa un poco sus ojos pero el viento sopla y puedo verlos completamente, esos ojos que puedes amar y odiar al mismo tiempo, esa sonrisa que puedes apreciar o detestar, esa presencia que te da calma o puede poner tu corazón a latir como si estuvieras cayendo a un abismo. Éste hombre que está parado frente a mi, él único hombre a quien seguiría ciegamente, éste hombre que me dejo por el bien de nuestra hija y el mio, a quien solo puedo amar con todo mi ser y mirar su bello rostro para siempre.

-No vuelvas a hablarme, nunca más.
-¿Qué? -dice acercándose más a mi.
-No vuelvas a hablarme nunca... sin antes darme un beso.

Su mirada se baja y lanza una pequeña risa, sus ojos vuelven a colocarse en mi, sus pasos comienzan a caminar hacia a mi y sus pupilas me observan de misma forma que lo ha hecho siempre, vuelve a acercar su rostro al mio y a posar su frente sobre la mía.

-Te amo, ...(N), de verdad te amo, perdoname.
-No puedo perdonarte por querer cuidarme, no digas idioteces y... lo siento por haberte gritado..
-No, yo lo siento... me merezco esos gritos, entonces.. ¿puedes perdonarme por no haberte dado un beso cuando me fui?
-Sólo si me das uno ahora.

Pongo mis manos en sus mejillas, vuelvo a sentir su calor y su piel suave, puedo volver a sentir su aroma, vuelvo a sentir ese escalofrío que me proporciona cuando sus manos tantean mi espalda y después la toman con fuerza.

De un accidente nació la felicidad. [Dazai Osamu x Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora