La coincidencia (1/2)

5 2 0
                                    

Marcela's POV:

Estaba despertando de mi cama, la cual, estaba cubierta con mantas viejas y pesadas. A pesar de ser bruja, no me doy lujos... ¡Eso será hasta tener a mi pequeño en brazos!

Me levanté motivada, hoy sería el día donde conseguiría la mascota que convertiré en el infierno de los Williams.

Me fui con un "chador" de color negro, mientras esta tela cubría gran parte de mi, unos zapatos negros usé.

Salí lo menos ruidoso, cualquier ruido que haga puede ser escuchado y podrían atraparme.

Intenté salir del bosque, me ayudó un hombre a salir de ahí, al parecer no me conocía.

No hablamos mientras me llevaba a la ciudad, al llevarme a mi destino se lo agradecí y bajé del auto.

Al caminar tan sólo seis metros hacia el norte, logré ver una figura, era lo que quería: Un gato negro.

El gato no se veía asustado, de hecho, no me rasguñó, era una pena que fuera parte de un embrujo.

Al tomarlo suavemente, el gato solo maullo, por lo que tenía que acariciarlo.

Al ver que se dejó, no tuve de otra más que llamar a otra persona a que me llevara al bosque.

A lo lejos pude ver un auto que se acercaba... Era un auto pequeño, de color gris.

— Señor, ¿sería tan amable de llevarme con mi gato al bosque? —le pedí con paciencia y amabilidad.

— Por supuesto señora, ¡subase! —dice saliendo del auto y abriéndome la puerta del auto.

No sucedió lo mismo que con el otro hombre, me llevó al bosque y comenzó a preguntar sobre mí.

— Y... ¿cual es su nombre? —dice el hombre sonriendo.

— Marcela. —dije sin mirarlo.

— ¿Marcela? ¿Como la del bosque? —dice confundido.

— Pues... Algo así, ¿porque?.

— ¿Acaso no la conoce?.

— Si, Marcela Mollegan, de origen estadounidense, su hermano fallecido por suicidio y sus padres la abandonaron, creando cierto "problemas psicológicos" —dije haciendo comillas en el aire— lo que hace que nadie valla al bosque. —dije sin expresión alguna.

— Wow, es como si... —se queda pensando unos segundos y se queda callado. —olvidelo.

— ¿Como si yo fuera? —pregunté mirándolo con enojo.

— No quise decir eso... Es sólo que...— ríe algo nervioso— Es mucha la coincidencia.

— Ya he llegado a mi destino, ya puedo irme, gracias —dije con enojo.

— De nada. —dice quitándole la llave a la puerta.

El Gato Negro (Le chat noir) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora