Me levante gracias a que el sol daba en mi cara, fui hacia el viejo armario que tenía y vi que tenía unos vestidos de hace 3 años, saque dos uno en color rosa pastel muy bonito y otro con estampado en flores, me di una ducha rápida y me coloque el de color rosa pastel, gracias al cielo aun me queda, me maquille un poco y recogí mi cabello en una coleta desordenada. Encontré unos zapatos a juego.
Salí y eloy se estaba colocando su ropa.-No espera - dije y si directo a la habitación de papá.
Tome dos pants y dos playeras blancas, creo hace años mi papa no pos usaba..
-toma - dije al entrar.
-que hermosa te vez, de donde sacaste esa ropa.
-Del viejo armario, temia que ahora estuviera gorda y no me quedara.
-Ja que cosas dices Sam, tu gorda por favor, tienes un cuerpo bellísimo.
-Gracias.
-oye pero como me voy a poner esto si traigo botas, no tenis.
-o es cierto - salí de nuevo de la habitación y fui por un par de tenis espero y le Queden.
-listo problema resuelto - dije entregándole los tenis - que rápido eres para vestir.
Una sonrisa perversa se produjo en su cara.
-sabes, si así soy de rápido podemos hacer otras cosas.
-oh no basta eloy.
-Bien yo solo decía - se sentó en la cama y se colocó los tenis- oye tu padre calzaba grande como yo - dijo de forma graciosa. - dudo que a Nathan le queden, se nota que calza pequeño pobre raquel
-mejor apúrate iré a ver a raquel y a Nathan.
Salí dejando a eloy tratando de ponerse los tenis.
Toque la puerta de mis amigos y a lo segundos Nathan abrió.-Hola Sam, buen día.
-hola Nath buen día y raquel. - dije entrando
-se está dando una ducha.
- bien dale esto y esto es para ti - dije y lo deje sobre la cama
-si Sam gracias.
-ven pero nadie les dijo que no trajeran nada verdad.
-si tenias razón.
-Bien que tengas suerte con los tenis, dice eloy que calzas chico - dije con una sonrisa de oreja a oreja y salí casi corriendo de la habitación.
Este es un nuevo día y a partir de ahora todo cambiará.
Eloy.
Desde que llegamos Sam a estado un poco más triste de lo habitual aunque trata de ocultarlo tras su linda sonrisa, este lugar le trae viejos recuerdos que la lastiman.
Salí de la habitación y me encontré con Sam, de verdad esta hermosa y se me hace increíble que haya pasado por tantas cosas
-bien vamos abajo
Llegamos a lo que es la cocina y ana ya nos esperaba zona desayuno en la mesa.
-que bueno que bajaron, ya esta listo el desayuno, hice lo que más te gusta mi niña.
-Gracias ana, buen día.
Nos sentamos y esperamos a que los demás bajarán.
-Que tal durmieron chicos.
-bien señora ana, esta muy tranquilo este lugar - dije
-si siempre ha sido.. Por eso a la señora le encantaba.
Al decir eso pude notar en san un cambio.. Sus ojos mostraban tristeza a pesar de estar sonriendo.
- Ah, ah, me hubiera gustado conocer a mis suegros.
-Si ella era linda has de cuenta Sam, la misma mirada, la misma sonrisa, todo en Sam es igual a su mamá.
-No digas ana, nadie se puede comparar con ella y menos yo. - dijo Sam y bajo la mirada
-Hola buenos días... - dijeron raquel u Nathan al mismo tiempo.
-buen día, tomen asiento, jugo o leche.
-leche, jugo - dijeron al unísono.
-y ustedes..
-yo jugo por favor. - dije.
-yo también ana gracias
Ya comenzamos a desayunar y todo estuvo tranquilo.
-oye eloy por cierto, también calzo grande.
Al decir eso Sam casi escupe el jugo que estaba tomando.
Y solto una super carcajada.-digo por si tenias la duda, o cuando quieras te lo enseño.
-Oye Nathan - dijo raquel.
-oye no, como que se lo quieres mostrar a mi novio. - dijo Sam con cara de espanto
-No gracias, con mi calzado basta.
Nos comenzamos todos a reír. Terminamos el desayuno muy agusto, no pensé que vivir así sería tan genial.
Salimos con dirección a la fabrica que produce el vino.
-oye Sam este lugar esta genial, yo si me quedaba a vivir aquí, no entiendo por qué te fuiste. - dijo Nathan muy feliz mientras caminábamos.
-Ay Nathan no cambias, siemore te ha gustado la libertad.
-tu si sabes.
Nathan y Sam se hablan con un familiaridad que da miedo es como si se conocieran de toda la vida.
Mientras caminábamos veía todo a mi alrededor, y de verdad que es lindo.
Llegamos al final del viñedo.
-dios me encanta esto - dijo raquel.
-bien pues pasen. - dijo Sam
Al entrar había muchísimos barriles.
-aquí tenemos los mejores vino - dijo Sam señalando los barriles.
De repente un hombre entro junto con un joven.
-Sam - dijo el joven
-Rodrigo???
-si el mismo - en ese momento abrazo a sam de una manera muy efusiva.
-Ah si la puedes bajar - dije y el muchacho me miró con miedo.
-eloy - dijo Nathan en forma de advertencia.
-señorita Sam - dijo aquel hombre.
-Jaime, que gusto verte.
-es grandioso que este de vuelta, mira - dijo eh hizo una seña para que lo siguiéramos.
Llegamos a un par de barriles que estaban separados del resto.
Le pidió unas copas al muchacho y saco un poco de vino. Nos tendió una copa a todos.
-este fue el ultimo vino propio que creo tu papa.
Los ojos de Sam se cristalizaron y acercó a sí nariz la copa.
-es el mismo olor, el mismo color.
Le dio un sorbo y de sus ojos salio una lágrima.
-sigue siendo exquisito.
Todos nos miramos y lo probamos, realmente era delicioso.
-No produjeron más - pregunto Sam.
-No señorita, y ahora con el fallecimiento de su papá menos, nadie conocía esa receta.
-disculpen - dijo sam y salió corriendo de la. Lugar con la copa en sus manos.
-Sam - grite
-No eloy déjala, sabes que esto le trae muchos recuerdos
Tuve que hacer caso a las palabras de Nathan.
Este era un buen día y ahora por el pasado todo esta algo mal y no me gusta ver a Sam así.. Desearía poder ayudarla.
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No me conoces.
Teen Fiction-Princesa estas en mi zona y no sabes quien soy - dijo acercándome a la pared, con esa voz ronca y gruesa -Si te conozco, eres un de esos hombres, que creen que por saber pelear tienen el mundo a sus pies, además de idiota- dije algo nerviosa y el...