30. Un Nuevo Día.

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Me levante gracias a que el sol daba en mi cara, fui hacia el viejo armario que tenía y vi que tenía unos vestidos de hace 3 años, saque dos uno en color rosa pastel muy bonito y otro con estampado en flores, me di una ducha rápida y me coloque el de color rosa pastel, gracias al cielo aun me queda, me maquille un poco y recogí mi cabello en una coleta desordenada. Encontré unos zapatos a juego.
Salí y eloy se estaba colocando su ropa.

-No espera - dije y si directo a la habitación de papá.

Tome dos pants y dos playeras blancas, creo hace años mi papa no pos usaba..

-toma - dije al entrar.

-que hermosa te vez, de donde sacaste esa ropa.

-Del viejo armario, temia que ahora estuviera gorda y no me quedara.

-Ja que cosas dices Sam, tu gorda por favor, tienes un cuerpo bellísimo.

-Gracias.

-oye pero como me voy a poner esto si traigo botas, no tenis.

-o es cierto - salí de nuevo de la habitación y fui por un par de tenis espero y le Queden.

-listo problema resuelto - dije entregándole los tenis - que rápido eres para vestir.

Una sonrisa perversa se produjo en su cara.

-sabes, si así soy de rápido podemos hacer otras cosas.

-oh no basta eloy.

-Bien yo solo decía - se sentó en la cama y se colocó los tenis- oye tu padre calzaba grande como yo - dijo de forma graciosa. - dudo que a Nathan le queden, se nota que calza pequeño pobre raquel

-mejor apúrate  iré a ver a raquel y a Nathan.

Salí dejando a eloy tratando de ponerse los tenis.
Toque la puerta de mis amigos y a lo segundos Nathan abrió.

-Hola Sam, buen día.

-hola Nath buen día y raquel. - dije entrando

-se está dando una ducha.

- bien dale esto y esto es para ti - dije y lo deje sobre la cama

-si Sam gracias.

-ven pero nadie les dijo que no trajeran nada verdad.

-si tenias razón.

-Bien que tengas suerte con los tenis, dice eloy que calzas chico - dije con una sonrisa de oreja a oreja y salí casi corriendo de la habitación.

Este es un nuevo día y a partir de ahora todo cambiará.

Eloy.

Desde que llegamos Sam a estado un poco más triste de lo habitual aunque trata de ocultarlo tras su linda sonrisa, este lugar le trae viejos recuerdos que la lastiman.

Salí de la habitación y me encontré con Sam, de verdad esta hermosa y se me hace increíble que haya pasado por tantas cosas

-bien vamos abajo 

Llegamos a lo que es la cocina y ana ya nos esperaba zona desayuno en la mesa.

-que bueno que bajaron, ya esta listo el desayuno, hice lo que más te gusta mi niña.

-Gracias ana, buen día.

Nos sentamos y esperamos a que los demás bajarán.

-Que tal durmieron chicos.

-bien señora ana, esta muy tranquilo este lugar - dije

-si siempre ha sido.. Por eso a la señora le encantaba.

Al decir eso pude notar en san un cambio.. Sus ojos mostraban tristeza a pesar de estar sonriendo.

- Ah, ah, me hubiera gustado conocer a mis suegros. 

-Si ella era linda has de cuenta Sam, la misma mirada, la misma sonrisa, todo en Sam es igual a su mamá.

-No digas ana, nadie se puede comparar con ella y menos yo. - dijo Sam y bajo la mirada

-Hola buenos días... - dijeron raquel u Nathan al mismo tiempo.

-buen día, tomen asiento, jugo o leche.

-leche, jugo - dijeron al unísono.

-y ustedes..

-yo jugo por favor. - dije.

-yo también ana gracias

Ya comenzamos a desayunar y todo estuvo tranquilo.

-oye eloy por cierto, también calzo grande.

Al decir eso Sam casi escupe el jugo que estaba tomando.
Y solto una super carcajada.

-digo por si tenias la duda, o cuando quieras te lo enseño.

-Oye Nathan - dijo raquel.

-oye no, como que se lo quieres mostrar a mi novio. - dijo Sam con cara de espanto

-No gracias, con mi calzado basta.

Nos comenzamos todos a reír. Terminamos el desayuno muy agusto, no pensé que vivir así sería tan genial.

Salimos con dirección a la fabrica que produce  el vino.

-oye Sam este lugar  esta genial, yo si me quedaba a vivir aquí, no entiendo por qué te fuiste. - dijo Nathan muy feliz mientras caminábamos.

-Ay Nathan no cambias, siemore te ha gustado la libertad.

-tu si sabes.

Nathan y Sam se hablan con un familiaridad que da miedo es como si se conocieran de toda la vida.

Mientras caminábamos veía todo a mi alrededor, y de verdad que es lindo.

Llegamos al final del viñedo.

-dios me encanta esto - dijo raquel.

-bien pues pasen. - dijo Sam

Al entrar había muchísimos barriles.

-aquí tenemos los mejores vino - dijo Sam señalando los barriles.

De repente un hombre entro junto con un joven.

-Sam - dijo el joven

-Rodrigo???

-si el mismo - en ese momento abrazo a sam de una manera muy efusiva.

-Ah si la puedes bajar - dije y el muchacho me miró con miedo.

-eloy - dijo Nathan en forma de advertencia.

-señorita Sam - dijo aquel hombre.

-Jaime, que gusto verte.

-es grandioso que este de vuelta, mira - dijo eh hizo una seña para que lo siguiéramos.

Llegamos a un par de barriles que estaban separados del resto.

Le pidió unas copas al muchacho y saco un poco de vino.  Nos tendió una copa a todos.

-este fue el ultimo vino propio que creo tu papa.

Los ojos de Sam se cristalizaron y acercó a sí nariz la copa.

-es el mismo olor, el mismo color.

Le dio un sorbo y de sus ojos salio una lágrima.

-sigue siendo exquisito.

Todos nos miramos y lo probamos, realmente era delicioso.

-No produjeron más - pregunto Sam.

-No señorita, y ahora con el fallecimiento de su papá menos, nadie conocía esa receta.

-disculpen - dijo sam y salió corriendo de la. Lugar con la copa en sus manos.

-Sam - grite

-No eloy déjala, sabes que esto le trae muchos recuerdos

Tuve que hacer caso a las palabras de Nathan.
Este era un buen día y ahora por el pasado todo esta algo mal y no me gusta ver a Sam así.. Desearía poder ayudarla.

No me conoces. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora