Ocho años antes (Costia y Lexa)
Si, Costia durante semanas estuvo enfadada y sorprendentemente le dolió eso por parte de Lexa, en el fondo sabía que no era nadie para reprocharle nada, por aquel entonces estaba decidida en haber dejado a Lexa para siempre, sobre todo ¿por qué tener derecho a enfadarse si nunca la quiso? O ¿si había aprendido a quererla durante esos años? Imaginarse a Lexa en brazos de otra la ponía enferma. Al menos había tenido la decencia de decírselo, en mal momento o ¿sí? Los niveles de oxitócina, serotonina, dopamina y cantidad de mierdas que segregan el cerebro de forma natural estaban altos, si le hubiera pillado en otro momento todo puede ser que la hubiese cortado los huevos.
Comenzó hacer pros y contras. Pros, Lexa en el fondo tenía buen corazón, adora a su madre, le ama y ama a su hijo, se desvive por complacerles, también había que mencionar había mejorado en la cama, ya no la trataba de forma brusca, dibujó una sonrisa, bueno solo cuando la situación se caldeaba mucho y le daba por ponerse toda guarrilla. Contras solo dos cosas, se volvía una gilipollas si pasaba demasiado tiempo con Alicia y la segunda más importante aún, la propia Alicia. En un principio, siempre caía a sus pies era imposible no hacerlo, siempre segura de sí misma, siempre excitante y morbosa, la poseía de forma salvaje, casi la consumía entre sus brazos, pero llega un día en que la pasión acaba y cada año Alicia iba a peor, casi su obsesión por ella o por su hermana.
Indra quería pasar el fin se semana con su nieto, después de una temporada insistiendo, les convenció de que al menos un fin de semana al mes es suyo, bueno y en unos meses dirá suyos. En esta ocasión sí que lo había buscado y quien sabe, a lo mejor su cariño por Lexa también influía. Con Aden trataba de no pensar en que traería al mundo a un niño que ni buscó y encima en un matrimonio sin amor. Esbozó una sonrisa, mientras sentía en su pecho una ola de calidez y puso su mano en la tripa, justo donde estaba creciendo su miniatura de hijo.
En esos momentos interrumpió unos suaves golpecitos en la puerta la sacó de sus cavilaciones, lo primero que asomó por la puerta de la habitación, un osito de peluche. Desde que le dijo lo del otro hijo, Lexa andaba con pies de plomo y era mucho más dulce, era eso cierto de que siempre intentan compensar la culpabilidad con regalos. Lexa todas las noches aparecía con uno:
_ ¿Puedo pasar?
Dijo moviendo el oso de peluche y poniendo voz de pito. Costia sonrió como una tonta:
_ ¿Hoy me vas a dar la noticia de que tienes otro hijo?
Lexa asomó la cabeza sonriente:
_ Solo el que se cuece en tu horno, guapa
Al final entró en la habitación, se tumbó a su lado y le entregó el oso de peluche. Solo cuando a Lexa se le pegaba la forma de hablar de Alicia, Costia dudaba, ya en varias ocasiones la hermana gemela retorcida se había hecho pasar por Lexa, así pues, tenía una forma para distinguirlas, sin que la ojiverde se percatase, su mujer fijaba su atención en sus muñecas, si tenía las cicatrices no había duda, así es como consiguió pillar a Alicia la última vez. Era Lexa, como una boba sonreía y acariciaba la tripa de la chica:
_ Creo que será otro niño
Dijo Costia poniendo la mano encima de la de Lexa, la ojiverde puso un mohín:
_ Ni que fuera una fábrica de penes
Costia resopló, sabía que también iba por el otro niño. Lexa puso expresión afligida:
_ Lo siento no debí haber dicho eso
_ No, no estábamos juntas cuando eso ocurrió
_ Igualmente debo medir mis palabras_ depositó un beso en su tripa_ quiero que sea una niña, morena, de ojos castaños, preciosa_ miró con ojos brillantes a Costia_ como su madre
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Lo que oculta la mascara (Clexa G!P)
FanfictionLexa Woods es una empresaria, amargada que se ve obligada a reconocer el cadáver de su hermana gemela, en el hospital descubre que esta se había casado y que su mujer está ingresada. Por ordenes de su madre acaba acogiendo a su cuñada, a la que no c...