Lo que oculta la mascara (Clexa G!P)

Capítulo 23 Noticias

Lexa Woods había accedido a que varios fotógrafos y periodistas le hicieran una entrevista. Esas cosas eran más típico de Alicia y de su padre, ya que les gustaba ser el centro de atención, alardeando de su poder económico y hacer sentir a los demás como hormiguitas. Todo lo contario a Lexa, que siempre había accedido por temas de trabajo y apartar su vida personal a un lado, sobre todo porque exponía a ciertas personas de su vida a la que quería mantener protegidos, como Angelien y Alex, ahora implicaba la vida personal de Clarke. La rubia se marchó pensando que su matrimonio era válido, con ese acto le daba la libertad de seguir con su vida:

_ ¿Por qué hacer esto?

Preguntó Costia, algo nerviosa ya que también prefería mantenerse lejos de la atención mediática, sobre todo porque la ojiverde las expondrían a ser carne de cotilleo por una buena temporada:

_ Ya te dije las razones

Le respondió la morena mientras se colocaba las mangas para el photocall que estaba listo en el salón de su casa. La esposa perdida de Lexa, miró a sus hijos Anya en un principio le costó acercarse a Costia, pero al final le hizo feliz tener a su mamá con ella, sin embargo, Aden, que se encontraba en una edad mala, hasta el momento se había negado a llamarla mamá, para él era Costia:

_ ¿por qué no la buscas? _ le preguntó en un susurró para que nadie les escuchara_ la razón por la que se fue ya no existe

_ Fue ella quien tomó la decisión de marcharse, le ofrecí mi ayuda, le perdoné sus mentiras_ miró con frialdad a Costia_ si tanto decía quererme no se hubiera ido. Ya cometí el error de tener a alguien a mi lado en contra de su voluntad

Costia se sentó en uno de los sillones y gesticuló con la mano mientras miró a Lexa:

_ Tú no me obligaste

_ Fui la razón enfermiza de mi hermana por la que te coaccionaba_ dijo entre dientes_ debí darme cuenta, nos hubiésemos ahorrado muchas cosas

_ Lexa y su vena mártir_ dijo con amargor Costia_ deberías dejar de culparte por todo, a lo mejor así llegarías a ser feliz, no eches a tu espalda los errores de tu hermana, mis errores y las decisiones equivocadas que tomamos cada uno

_ Costia_ alzó la mano en señal de stop_ hagamos esto y ya, todo el mundo tiene sus límites, ya alcancé los míos, Clarke se ha ido

La chica no discutiría más, era decisión de Lexa y bastante había hecho dejando volver a la vida de sus hijos. Incluso de custodia compartida la dejaba ver, tener y estar con sus hijos siempre que quisiera, obviamente no todo eran caramelitos y confeti, Lexa le dejó claro que no tenía derecho a reclamar ninguna de sus posesiones o dinero. A lo que Costia accedió, por lo menos le dio trabajo como secretaria, para poder ahorrar y marcharse de su casa lo antes posible. La ojiverde los últimos días había entrado en bucle, de casa al trabajo, del trabajo a la casa, estaba un rato con los niños y así constantemente.

Que la primera esposa de Lexa Woods hubiera hecho aparición, alegando que había padecido de amnesia fue portada. "Esposa dada por muerta aparece" "Costia Woods con vida" "Segundo matrimonio anulado" bla, bla, bla. La ojiverde esperó que Clarke captara el mensaje.

Bueno, en realidad la primera en captarlo fue la castaña, ya que la ojiazul en los últimos días había estado ocupada con las pruebas de ADN y su reencuentro con su familia biológica millonaria:

_ Joder_ musitó Raven_ escribo la historia de Clarke, desbanco a Bella Rose y su empalagosa historia de La novia a la fuerza por el Mafioso_ ladeo la cabeza pensativa_ no estaría nada mal.

Entre Raven y Clarke habían rentado un pequeño piso, la castaña cuidaba de dos niños algunos días de la semana, para sacarse algo de dinero. Al final, comenzaba a tolerar a los mocosos. La rubia entró por la puerta, lo ocurrido en las últimas semanas le absorbía por completo sus energías. Obligarse a alejarse de la persona que amaba, enterarse de que su padre biológico estaba muerto y para colmo, pertenecía a una familia adinerada. La ojiazul no tenía ni ganas de hablar, pasó de largo para entrar en su diminuto cuarto, hasta que la prueba de ADN no demostrara que era una Griffin, se negaba aceptar nada de su abuela. La castaña le siguió hasta el zulo que tenía por habitación y observó como la otra se desplomaba en la cama: