Perfectly Disagree [PAUSADO]

3

Capítulo tres.

Emily

Me duché rápidamente, luego elegí algo para ponerme y finalmente bajé, ahí estaba él desayunando. Me senté y dejó unas tostadas sobre la mesa.

¿A eso llamaba tostadas? Eso era un tipo de pan quemado, y no es broma.

- Tú no cocinas ¿No?

- ¿Que dices? Soy muy buen cocinero, en serio.

- La próxima cocino yo. - Le dije y el sonrió.

- ¿Estás diciendo que no cocino bien? - Noté como se hizo el ofendido

- C.. Claro que n.. Bueno sí.

Los dos reímos al unísono, pero luego de unos minutos, el ambiente se volvió totalmente tenso, ninguno de los dos hablábamos, se volvió incómoda la situación.

- Y.. Cuentame algo sobre ti, lo que quieras.

- Y mi vida no es lo que más sorprende a todos. - Dije encogiendome de hombros sin darle importancia.

- Si voy a estar viviendo el resto del año acá, me gustaría saber más sobre ti.

- ¿Y que quieres saber?

- No lo se.. Dime, ¿Que te gusta hacer?

- A ver.. - hice una pausa. - Me gusta leer libros, tengo una pasión por el piano, suelo cantar pero no.. No lo haría en frente de alguien.

- No puedo creerlo, yo también canto, podríamos cantar juntos un día.

- Creeme, no querrás escucharme cantar.

Les juro que se me hacía imposible tener un tema de conversación con éste chico, es que, recién lo acabo de conocer, ¿Que le diría? No lo sé.

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Shawn

Ésta chica era muy callada, o al menos eso hacía notar.

- Me iré arriba.

- No, quedate un rato más.

Ella me miró algo extrañada, a partir de ahora no permitiría que estuviera todo el día en su habitación.

- Es que mira, ya pasaron - miró su muñeca mirando su reloj imaginario. - casi 30 minutos que salí de mi habitación, eso es un récord. - noté su sarcasmo.

- Bueno, pero yo quiero que te quedes acá.

- ¿Q.. Qué? ¿Es broma verdad?

- ¿Me ves cara de gracioso acaso?

Ella se molestó, pude notarlo. Pero tendrá que acostumbrarse.

- P.. Pero

- Sin "pero", no me gusta que estés encerrada en esa habitación.

- ¿Cómo sabes que estoy siempre ahí si recién me conoces?

- Tus padres me contaron.

Ella apoyó su cabeza a la mesa bufando.

- ¿Y qué piensas que haré acá? Sólo sentarme y ver la pared, tal como lo hago en mi habitación, señor Mendes.

- Eso cambiará.

Se estaba yendo, piensa que se la haré tan fácil.

- Te dije que no te vayas.

- Iré a acostarme al sofá, Dios. - dijo quejándose - Si me hubieran advertido que eras tan..

- ¿Tan qué? - dije acercándome a ella.

- Tan.. - me estaba acercando lentamente más y más, y notaba su nerviosismo. - Tan exigente y aburrido.

- ¿Yo, aburrido? - solté una carcajada - No me conoces, así que no puedes decir eso.

- Te estoy conociendo ahora, y estoy notando como eres. Aburrido. - Tomó su celular y se recostó en el sofá dándome la espalda.

- Vuelve a decirlo y te arrepentirás.

- Que miedo. - dijo moviendo sus manos y logré escuchar un susurro de parte de ella - Aburrido.

- Te lo advertí.

Me acerqué y le arrebaté el celular.

- ¿Qué demonios haces? Devuelvemelo.

- ¿Como me llamaste? - dije acercándole el celular, intentó sacármelo - No escuché bien.

- Tienes que aceptarlo, eres aburrido.

Fijé mi vista al celular y comencé a leer un mensaje que había mandado hace minutos.

- ¿Quién es Tyler?

- ¡No tienes derecho de leer mis mensajes, dame eso!

- Soy tu niñero, querida.

- Un grandísimo imbécil. Eso eres.

- ¿Perdón? - dije alejando el celular de su alcance.

- N.. No quise decir, eres buen niñero, eso. - dijo jugando con su pulsera, otra debilidad que encontré en ella

- Respóndeme quién es Tyler, y te devolveré el celular.

Rodó sus ojos.

- Es un chico, por Dios, que sobre protector eres. - no me creí eso. - Ahora dame mi celular, por favor.

- Eso no me sirvió. ¿Es tu novio?