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Capítulo veinticinco.

Emily

Inhalé con dificultad al sentirme sofocada.

Comencé a acelerar mi respiración como si no hubiera respirado hace más de 30 segundos.

Me incorporé en el lugar sin abrir mis ojos y pensé;

Mierda, fue todo un sueño, un hermoso sueño.

O tal vez una pesadilla, no lo sé, ambas.

Sentí, se me olvida la palabra... ¿Decepción? Tal vez. Fue tan real, él era tan real.

Abrí mis ojos vagamente y la habitación se encontraba a oscuras. La única luz que reflejaba solo una parte de mi habitación provenía de la ventana.

Mierda, ¿Cuanto he dormido?

Me acerqué bufando hasta la ventana de mi habitación con el cuidado de no tropezarme con nada.

- ¡Mierda! - exclamé luego de chocarme con un objeto que había en el suelo haciendo que me caiga torpemente.

Triunfando en la vida, siempre.

Me incorporé solo un poco tomando el yeso con mi otra mano.

De repente una sombra se hallaba en frente mío y, dado a que mi habitación se encontraba a penumbras, no lograba diferenciar.

Levanté mi mirada con algo de miedo, y solo sentí la respiración de alguien más chocar sobre mi cuello.

Puedo jurar que escuché una voz ronca haciendo que de un brinco seguido de un grito y solo corra hasta mi puerta, la cual no se abría.

¿Quién mierda se encontraba en mi habitación? ¿Y si era solo Shawn bromeando?

Comencé a golpear ésta puerta con desesperación la cual no podía abrir.

Hasta que siento una risa ahogada muy familiar haciendo que volteé e intente descifrar donde está.

Comencé a toser desesperadamente hasta arrodillarme y quedar de cuclillas al piso. Pasé una mano por mi garganta al sentirme sofocada y pude ver el rostro de Shawn el cual recién estaba con una sonrisa, ahora cambió a una de preocupación y tal vez desesperación al ver mi estado.

Sí él hace bromas, yo también puedo bromear.

Rápidamente me sentí atrapada por unos brazos los cuales me guiaron hasta mi cama, haciendo que me siente en esta.

- Emily, calma, mírame.. Oye, mírame. - Tomó mi mentón con sus manos y al mirarlo a los ojos no pude contenerme con esta broma.

Oprimo mis labios para no reír pero él logra descubrirme cuando una carcajada se escapa de mis labios.

- ¿Te gusta bromear? - Alzó sus cejas mientras mantenía su cara seria.

- ¡Ey, tú empezaste con todo esto! - Lo señalé sin parar de reír.

Debo admitir, me encanta en la forma en la que intenta cuidarme de cualquier manera en la que sea posible.

A veces se pasa, pero de solo notar su preocupación en mí, me basta.

Es la primera vez que experimento algo así, lo que se siente que alguien ponga toda su atención cuando sea necesario en vos, y sólo en vos.

No hablo de poner la atención en tonterías, si no cuando es algo que tal vez necesito hablar, él se da cuenta de eso y es todo oídos al momento de contarle. Cosa que no he encontrado en nadie más.

Perfectly Disagree [PAUSADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora