Parte 16: Shock

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A la mañana siguiente desperté con un dolor de cabeza único del cual no podía ni siquiera abrir un ojo y más aún ante la luz de la mañana que traspasaba mis cortinas, odiando con todo mi ser al sol que ese día decidió salir en su plenitud como si todo el mundo estuviera celebrando el que me tuviera de casar, viajar a Rusia y sobre todo convertirme en ¡¡¡ESPOSA a mis 24 años de edad!!!

Con el pesar de todo mi cuerpo le levante a regañadientes para alistarme y salir de camino a la clínica, percatándome en el calendario que ya se estaba acercando mi periodo de termino del internado faltando solamente unas 3 semanas, y con ello el tener que ir a la universidad para hacer los papeles que faltaran. Al divisar el otro lado de mi cuarto pude ver que estaba en mi cómoda el folder con los papales para la maestría que me había dado Aarón y debía de terminar de llenar hoy mismo para enviarlos por correo lo más antes posible a Rusia.

Al comenzar a bajar por las escaleras pude sentir a mi madre en la cocina que al parecer estaba muy animaba para preparar el desayuno.

─ NO VENGAS TARDE, IREMOS DE COMPRAS!.- asomando su cabeza por el arco de la puerta de la cocina al verme bajar las gradas.

─ A dónde iremos?- sonando algo preocupada ya que ella no era de ir a comprar muy usualmente.

─ SOLO VEN TEMPRANO!

─ Está bien madre, bueno me retiro que digamos los pacientes no se evalúan solos y menos sus terapias.- sonando algo sarcástica para que entendiera el mensaje de irme corriendo lo más rápido posible de mi casa.

─ Toma, llévate esto.- entregándome en una bolsa lo que parecía ser mi desayuno exprés por cortesía de mi madre.

─ Ok, gracias.- despidiéndome de ella con un beso ligero en la mejilla y saliendo lo más rápido posible antes que decida hablarme sobre el tema de anoche que para mí era una algo irreal todo esto.

Tome un taxi ya que se me había hecho relativamente muy pero muy tarde, mirándome en el espejo de mi polvera o lo que se podía llamara polvera a uno que mi hermana me había regalado hace unos meses atrás por motivo de mi ingreso a la clínica ante el dilema de que debía de parecer una dama y mas no una loca de cabellos pelirrojos sueltos. Pude ver que tenía una sojeras marcadas además de que mis cabellos hoy no hicieron caso al cepillo por lo cual me lo estaba atando en una coleta simple para estar lista para el trabajo de hoy.

Al llegar a la clínica pase lo más rápido por recepción para que no notaran mi presencia las secretarias además de la jefa del departamento que para mi sorpresa estaba dispuesta hoy hacer inspección de los consultorios, es decir hoy no era mi día del todo.

─ Hola Suzette!!! Como estas!- saludándome Joss con un dulce beso en la mejilla y con una sonrisa de oreja a oreja.

─ Bien, aunque algo nerviosa por la supervisión, sabes si llego Aarón?- mientras acomodaba mis cosas en el consultorio y me ponía la bata blanca para comenzar mis labores.

─ La verdad me dio esto para ti, me dijo también que eres su prometida pudiendo comprobarlo por el anillo que tienes en el dedo, FELICIDADES!- abrazándome y entregándome un sobre cerrado con el sello de su apellido.

─ Créeme para mi también s una sorpresa, que aún no me cuesta asumir.- bajando la mirada

─ No estas contenta con el compromiso?- inclinándome para verme mejor.

─ No es que no esté contenta, es que tengo miedo de estar arriesgando tanto a una edad tan joven, además no sé qué me vio Aarón.- aflorando en mí una serie de lágrima que trataba de controlar pero que simplemente decidieron salir.

─ Oh! Suzette!, no debes de tener miedo!, Aarón es un maravilloso hombre y si él te escogió para que seas su compañera es porque eres esa mujer que hacia tanta falta en su vida, creeme él estuvo por mucho tiempo amargado, solo y sobre todo consumido por su trabajo.- levantándome la cabeza y secándome los ojos.

─ Estas segura... Joss simplemente lo amo! Que no deseo salir lastimada tengo tanto miedo de perderlo que esto sea solo un sueño en donde todo desaparezca.- abrazándola fuertemente.

─ Suzette las cosas siempre se deben de tomar con toda la seguridad del mundo además de eso, el que no arriesga no gana en esta vida, tu eres una joven que como te vuelvo a repetir le diste un sentido nuevo a su vida algo único que pude verlo ya que es cierto soy su secretaria pero no es nada agradable ver como alguien es consumido por el dolor de la soledad y la amargura.- mirándome fijamente.

─ Gracias joss.- secándome las lágrimas con la manga de la bata

─ De nada, estoy para cuando desees un buen consejo o simplemente que te pueda escuchar.- dándome un pañuelo de su cartera.

─ Creo que los pacientes ya están subiendo, así que tranquila todo saldrá bien.- guiñándome un ojo mientras salía para su despacho.

La mañana estaba pasando tranquila por lo cual al pasar por el despacho de Rubén pude notar que no estaba y al preguntar a una enfermera que pasaba por el pasillo me comentaba que el doctor Rubén había tomado vacaciones repentinas, haciendo que me quedara en duda si estaría bien o fuera en vedad porque deseara pasar sus quince días en una playa tropical algo que a mi también me apetecía en estos días alejarme de todos estar sola disfrutando de una playa junto con la brisa marina.

Al regresar a mi despacho después de haber atendido a unos cuantos pacientes que eran de consulta externa, pude ver el registro de dos llamadas perdidas en mi celular siendo una de mi hermana y otra de Aarón. Pero note que estaba entrando una llamada siendo la de mi hermana en ese momento.

─ Suzette! HOLAAA HERMANITA FELICIDADES!, mama ya me conto todo y para tu sorpresa te estoy enviando un detalle de mi parte sé que me voy a demorar unas 5 semanas por mi trabajo pero espero regresar para la boda, es broma no creo que sea tan rápido la boda no?

─ Hola, no estoy muy segura la verdad tengo que hablar con Aarón de ese tema también y si me imaginaba que mama te contara del asunto si no era ayer en la noche hoy.

─ Te llamo más tarde tengo que regresar al trabajo, te amo.

Así había sido la llamada de mi hermana corta, breve pero sobre todo llena de esa alegría que la caracterizaba siempre.

Al tomarme un descanso ante mi segundo turno con otros pacientes pude leer la carta de Aarón, y después me pondría a devolverle la llamada.

"Sé que debes estar en una conmoción total y tu cerebro debe estar en un total caos gracias a mi pero sobre todo que la disonancia cognitiva que suele tener conmigo me agrada increíblemente así como ver esos cabellos sueltos que me hacen pensar en ti como una guerrera escocesa.

Como habas notado no estoy el día de hoy en el trabajo y es por asuntos personales que tengo que solucionar hoy.

Te llamare en cualquier momento.

Te amo".

Ante la duda de no saber a qué se refería con asuntos personales y haber perdido su llamada lo llame para saber que estaba pasando y si era cierto mi cerebro estaba aún procesando en mi red neuronal todo lo que estaba pasando en mi vida.

─ Hola? Suzette, estoy llegando en 15 minutos a la clínica espérame en el salón de conferencias no hay nadie a esta hora así podremos hablar mejor.

─ Hola... Aarón?

Cuando ya me había dado cuenta él ya había cortado la llamada, haciendo que mi ansiedad aumente por lo cual entre corriendo al salón de conferencias para ver qué era lo que me tenía previsto en esta ocasión.

InestabilityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora