Parte 25: Fortaleza y pasión

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  Aarón tenía una sorpresa más para mí, y era una hermosa casa que estaba no tan alejada del castillo, pero que deslumbraba una calidez y sobre todo paz que necesita para seguir procesando todo lo que estaba pasando en mi cabeza.  

Al entrar a la casa, quede fascinada por lo hermosamente que estaba decorada, con finos adornos y detalles delicados, dando una sensación de tranquilidad después de todo lo que estaba procesando dentro de mí.

Al terminar de pasear por la sala, me senté en el sillón de cuero negro que estaba al centro, para poder descansar y esperar que Aarón bajara de la segunda planta, mientras revisaba mi celular pude ver unas fotos que me había pasado mi hermana en donde estaba mi madre en el jardín de la casa al parecer plantando rosas, algo que no solía hacer a menos que estuviera de vacaciones, con un sentimiento de tristeza en mi corazón que se había apoderado por un instante, ya que sentía la nostalgia de estar al lado de mi familia.

-Estás bien, querida?- sentándose a mi costado en el sillón y pasando su mano por mis cabellos, mientras fija la mirada tiernamente.

-Sí, solamente que... extraño a mi familia.- con la voz un poco quebrada.

-Si deseas podemos regresar, no tengo problema alguno.

-¡NO! Estoy bien Aarón, es solo nostalgia, no había estado tanto tiempo lejos de ellos, además es la primera vez que viajo al extranjero... suena un poco infantil no?- mientras apoyaba mi cabeza en su hombro.

-No digas eso, todos sentimos nostalgia, créeme... muchas veces es un sentimiento que nos llega a fortalecer.- mirándome fijamente y dándome un beso sutil por la frente.

-Gracias, amor.- lanzándome sobre él y quedando recortados sobre el sillón uno encima del otro.

En ese momento me estaba dejando llevar por toda la pasión que tenía dentro, dejando que solamente actuará mi cuerpo como correspondería, haciendo en ello una dulce danza de movimientos en donde tanto Aarón como yo nos volvíamos uno solo.

Al despertar estaba en el dormitorio y al parecer era de noche, decidí buscar Aarón, para lo cual me había colocado una bata de satén color marfil que estaba colgada en el perchero, mientras caminaba por el pasadizo, pude ver una tenue luz que salía de uno de los cuartos, al parecer Aarón estaba en su computadora trabajando, y como si fuera un gato sigiloso decidí indagar por la casa, ya que aún no la conocía del todo bien. 


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