Ella tiene que saber

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Cuando dejamos a Ivy y a Louis solos, fuimos a los baños y nos quedamos en la pared de afuera.
-¿Nos estaban espiando?- me preguntó Jesse y yo solo me reí.
-Eso es tan Louis. En serio, haría cualquier cosa para evitar que...
Me detuve antes de decir algo de lo cual me arrepentiría después, ¿o no?
-¿Evitar?- me preguntó, mientras se acercaba más a mi.
-Bueno, yo quería decir...- intenté explicar pero su cuerpo avanzaba hacía mi con cada palabra que decía. -Evitar... mmmm.. esto.
Lo último fue tan inaudible que dude de haberlo dicho. Pero la cara de Jesse me dejaba en claro que sí lo había dicho y que mi comentario le daba gracia.
Ahí nos quedamos, parados los dos, yo pegada contra la pared y él frente mío, recorriendo todo mi cuerpo con su mirada, pero parando un buen tiempo en mis labios y ojos.
-Bueno, voy... ehm... a pasar al baño... sí, el baño- dije para salir de esa situación tan extraña en la que yo sola me había metido.
Entre rápido al baño y me miré al espejo, vi otra vez el collar que me dio y me pregunté si no iba muuy rápido todo.
"Nah, esto es solo una cita, nuestra SEGUNDA cita, no va a pasar nada, es un buen hombre" me intenté convencer, pero parte mia le creía a Louis.
"¿Sera un pervertido? ¡O PEOR! ¿Un secuestrador? ¿Qué sabemos de él?"
"Bueno aparte de que es muy guapo, con modales y cautivador."
Sacudí la cabeza y me quité esos raros penssmientos, no debía dejar que las raras ideas de Louis me invadieran.
Me lave las manos por quinta vez y salí del baño. Jesse no estaba ahí, así que me decidí por asomarme a nuestra mesa. Y ahí estaba, hablando con un mesero.
-Ya nos trajeron las bebidas y te ordené una sorpresa.
Lo miré dudosa y me senté.
-Hablando de sorpresas- empecé a decir y señalé a la mesa ahora vacia detrás de mi- jamás creí que Ivy vendría a espiarnos. Digo Louis, eso era obvio, pero, ¿Ivy?
-Cariño, nadie en su vida los imaginaría juntos- me contestó, pero yo me quedé en la primera palabra que dijo, sonrojándome y cubriendome la cara. Jesse me miró preocupado, sin saber que me ocurría.
-¿Qué pasó? ¿A quién viste?- me preguntó después de voltear a todos lados.
-No...no vi a nadie... nada- murmuré mientras me cubría la boca.
-Espera, ¿fue por algo que dije?- me preguntó y no pude mirar a otro lado.
-Me llamaste 'cariño'- le respondí tan bajo que me sentí como Ivy cuando le hablaba a Harry, o a cualquier chico en realidad.
-Oh, ¿no te gusta?- me preguntó mientras se rascaba la nuca.
-¡No es eso!- casi grito -Me refiero a que me gusta.
-Perfecto- me respondió riendo -cariño.

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A la salida del restaurante, pasamos por el estacionamiento y extrañamente el carro de Louis seguía ahí, pero ellos no.
Subimos al coche y me llevó directo a mi casa. Me llevó a mi puerta y se despidió de mi, no sin antes darme un beso en la mejilla.

Al día siguiente a la primera persona a la que me encontré fue a Harry.
-Hola Claire, ¿haz visto a Louis?
-Literalmente me haz interceptado cuando salia de mi coche- le contesté mientras lo empujaba para yo poder salir de ese momento incómodo.
-Si lo ves dile que lo busco- me dijo.
-Igualmente.
Corrí a mi primera clase, al ser jueves solo tenía dos clases, una a las 9 de la mañana y otra a las 2 de la tarde.
Y siendo honestos eso estresa demasiado. Así que entre las clases siempre salía con Ivy o con Louis a algún lado. El día de hoy no lograba encontrar a ninguno.
Me decidí por ir a un salón vacio y ver películas mientras comía papitas y palomitas, muy saludable.
Después de mi segunda y última clase, estaba dispuesta a irme cuando me encontré a Louis recargado en mi coche.
-Te estuve buscando por todos lados- le grité desde donde estaba yo parada, me volteó a ver y me sonrió. Camine en su dirección y lo saludé.
-Lo lamento, no fui a clases el día de hoy.
-¿Y eres tan cínico que te presentas en la escuela pero no en la clase?- le respondí y él negó con la cabeza.
-Estuvimos entrenando toda la mañana, el couch nos dio solo 4 horas de descanso y comida, hoy jugamos- me explicó -y por eso estoy aquí.
Lo miré con incredulidad ya que parecía como si se hubiera despertado apenas, entonces ocurrió lo mas extraño. Él se arrodilló, tomó mi mano y me preguntó:
-Claire, ¿quisieras ir a mi partido de futbol?
Yo solo le di un suave golpe en su cabeza.
-La siguiente vez que comas nopales, ¡quítales lo baboso!- le respondí mientras el se sobaba la cabeza y se levantaba.
-Lo tomaré como un sí.
-Claro que sí, dummie. Creo que llevaré a Ivy, si es que la encuentro.
Al escuchar su nombre Louis recordó la pregunta que le había hecho ella el día anterior.
-¡Ivy!
-¿Qué? ¿Qué paso? ¡¿Se encuentra bien?!- no pude mas que imaginarme las peores situaciones en las que esa chica se podría encontrar en estos momentos.
-Por ahora sí, pero si no los detengo es muy probable que no.
-¿A qué te refieres? ¿A quíen debes detener?
-No hay tiempo, sube a tu auto, te digo en el camino al campo- me dijo él mientras abría la puerta del piloto. Le lancé las llaves y entré al auto.
Me contó sobre todo, la apuesta con Niall para entrar a una de las más famosas fraternidades, el como Liam y Harry intentaban tirársela solo para ganar, la pregunta que Ivy le dijo y el por qué no pudo contestarle.
-¡¿Y LOS DEJASTE HACER ESA TONTA APUESTA?!- exclamé cuando terminó, llegamos y bajamos del auto.
-Mira, tu solo dame unos minutos con ella y todo se resolverá.
-No lo se, ¿qué te dirán los chicos?
-Eso no me importa, ella debe de saberlo, la verdad.
Sonreí, por fin parecía que ese chico maduraría, o algo así.
-Esta bien, alejaré a los chicos para darte unos minutos con ella. Espero funcione- le respondí.
Él asintió y nos separamos de rumbos, yo fui a las gradas y él a los casilleros.
Era una de las primeras en llegar, y como pasaba el tiempo se fue llenando de poco en poco, pero yo aguardaba paciente al momento en el que llegara Ivy. Lo más extraño fue que ella no llego primero. Sentí como alguien se sentaba junto a mi, estaba a punto de correrla cuando vi que era Jesse.
-Veo que te gusta el deporte- me dijo y yo reí mientras me sonrojaba.
-Mas bien, solo vengo a apoyar y...- la había visto por fin. -¡Ivy!
Ella me volteó a ver y al profesor toda temerosa, subió las gradas y se sentó a mi otro lado.
-¿Dónde habías estado?- le pregunté sonando preocupada.
Me miró y miró al profesor otra vez, bajo la cabeza mientras se sonrojaba.
-Ivy, sabemos que nos espiaste junto con Louis el día de ayer, pero ya todo esta en el pasado- le dijo Jesse a ella y ella lo miró con los ojos bien abiertos, completamente angustiada, sintiéndose horrible consigo misma.
-No te encontré en la cafetería- dije para cambiar de tema.
-Ah, es que regresé a la casa porque olvidé la tarea, aproveche y comí ahí.
Seguimos platicando por un buen rato, con Jesse entrando de vez en cuando para dar su opinión.
Al final, las gradas se llenaron, las luces se prendieron y los chicos empezaron a salir al campo.
Y así inció el juego.
-Buen pase, yo no sabía que esos chicos en serio tuvieran talento- me dijo Jesse y yo me reí.
-Espera, ¿de quién fue el pase?- me preguntó Ivy. En ese momento me di cuenta que no tenía lentes puestos.
-¿Volviste a perder tus lentes?- le pregunté y ella rodó los ojos.
-El tonto de Louis dejó su auto abierto ayer y se lo robaron.
-No es cierto, cuando Jesse y yo salimos ahí seguía.
-Pero, eso no es posible- comentó mientras se frotaba las sienes -Buscamos por todo el estacionamiento y no estaba.
-¿Segura que buscaron en los dos estacionamientos?- le pregunté, intentando no partirme de risa.
-¡¿Hay dos estacionamientos?!- ella exclamó, pero apenas se le oía a través de todos los gritos que las animadoras hacían.
-Sí, uno adelante y otro atrás del restaurante- le respondí en su oreja, ya que habíamos anotado un touchdown y la gente se puso loca.
Ivy respiró profundo y se limitó a sonreír.
-Si seguimos a este ritmo, ¡estoy seguro que ganaremos!- me gritó Jesse todo emocionado y yo me reí, parecía otro adolescente mas ahí entre nosotros. Un chavo-ruco dispuesto a nunca crecer, como Louis.

Al terminar el partido, el plan se ponía en marcha. Me despedí de Jesse y corrí a felicitar a los chicos por su victoria.
-39 a 26, es algo excelente- dijo Louis emocionado. Estaba todo sudado, cansado y rodeado de mujeres que lo alardeaban a él y a los demás chicos.
-Bueno, hablando de excelente, sería bueno si hablaras con alguien- le dije y él volvió a recordar su conversación del día pasado.
-Tú distrae a Harry, yo la interceptaré antes de que llegue con él.
Y eso hice. Corrí hasta donde estaba Harry. Ya los otros tres chicos se habían ido a las regaderas, pero Harry apenas se despedía de su última fan, y parecía dispuesto a ir directo con Ivy.
-¡Harry!- le grité mientras me ponía frente suyo. -Excelente juego, digo, 39 a 26 es en realidad algo inesperado.
-Oh chiquita, eso no es nada, yo eh hecho más de siete touchdowns en un solo juego- se alardeó solito y reprimí la ganas de irme de ahí. -Bueno si eso era todo debo ir con mi fan número uno.
-Sí, bueno, solo venía a felicitarte- le dije e hice algo que nunca haría en mi vida. Le di un gran abrazo a ese sudoroso hombre. Asqueroso.
Me separé de él y me miró un poco extrañado.
-Creo que mi fan número uno ha cambiado- dijo y me guiñó un ojo.

Louis corrió e interceptó a Ivy en un fuerte abrazo. Eso la dejó a ella pasmada.
-Hum, eso fue porque- Louis empezó a decir -pues... Sabía que me ibas a felicitar y que no me darías mi abrazo debido.
Ivy solo le sonrió, aunque no lo pudiera ver bien gracias a la falta de lentes.
-Descubrí que tu auto sigue en el estacionamiento del restaurante- ella dijo en una voz casi inaudible-solo que en el de atrás, porque nosotros buscamos adelante.
Louis abrió los ojos muy grandes. ¡Su auto estaba vivo!
En ese momento vio a Ivy mirando tras de si y poniéndose roja como tomate.
Volteó a ver qué miraba y deseó no haberlo hecho.
Harry había tomado ese inocente abrazo como algo más e inmediatamente saltó a la acción.
Me jaló de mi playera y me dio un beso. Louis se puso rojo también, pero de furia y corrió hasta donde nosotros estañamos.
Yo me solté del agarre de Harry y este me sonrió con malicia.
Le di una cachetada.
-Maldito idiota- le grité y corrí hasta mi auto.
-¿Qué es lo que te sucede imbécil? ¡Acordamos no meternos con la chica del otro!- le gritó Louis mientras lo empujaba para atrás.

-¿La chica del otro? Vamos Louis, deja de soñar, esa chica nunca será tuya- le contestó Harry y este se fue a las regaderas junto con los demás.

Louis voletó a ver a Ivy, pero esta ya no estaba. Cuando ella había medio visto a su ángel con alguien más, su corazón se rompió. Había corrido de ahí, atrás de la gradas se había sentado y se había limpiado las lágrimas de sus ojos.

Tenían razón, pensó, él solo estaba jugando conmigo, nunca le interesé. Caminó hacia el estacionamiento y pidió un taxi, ya que sin sus lentes no lograba ver nada. Llego a su casa destrozada, deseando no volver a ver a ese demonio que alguna vez llamó ángel.

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⏰ Última actualización: Jun 28, 2018 ⏰

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