Disfraz

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-Damon.

Tenían un rato encerrados en un enorme teatro solo para ellos, Jamie y Damon se encontraban algo ocupados creando como siempre.

Las exigencias de Jamie hicieron a varios trabajadores mover hasta ese escenario su propio escritorio, en el que Gorillaz había nacido, sus materiales, desde hojas de papel hasta tablets sofisticadas y caras que claramente ninguno de esos trabajadores podría pagar si la tiraba al piso.

Damon con sus propios brazos llevaba en su mochila una libreta y bolígrafos, armónicas, melódicas, una guitarra y alguna que otra chatarra que hiciera sonidos, a diferencia de su pareja, Damon no era tan exigente, podía crear lo que fuera en el instante que fuera y con lo que fuera.

-¿Qué pasa Jamie?- sacó la boquilla de la ocarina de su boca para preguntar animado.

Llevaba horas esperando a que algo naciera de las manos virtuosas de Jamie sin éxito alguno.

-¿Podrías dejar de tocar esa maldita ocarina de una vez por todas?- el enojo le había subido a la cabeza a Jamie coloreando de rojo su tez.

Se levantó de la silla de piel y caminó hacia el filo del escenario donde Damon estaba sentado, alrededor suyo había cientos de hojas y muchos instrumentos, hizo a un lado el violín y se sentó ahí, recargando su cabeza en el hombro de Damon.

-¿Estás cansado?-Damon acarició la suave mano de Jamie, del que sintió un ligero movimiento asintiendo a su pregunta- bueno, hemos estado aquí mucho rato y tengo alquilado este lugar solo para nosotros por dos semanas, ¿quieres explorar un poco?

No hubo necesidad de preguntar dos veces, Jamie ya estaba levantado ofreciéndole la mano a Damon para levantarse.

En verdad estaba desierto todo el lugar, era un poco tétrico, pero era del modo en el que a ambos les gustaba, los camerinos estaban llenos de pelucas y extrañas ropas con las que se pusieron a jugar.

Faldas, camisas polvorientas y pelucas desarregladas hacían que ambos se divirtieran como niños pequeños.

Jamie se dio cuenta que Damon se encontraba en pura ropa interior, pero no le presto mucha importancia.

Damon encontró una peluca corta, color azul tomándola con intenciones de convertir en Jamie en 2D para después buscarse algo de ropa que lo hiciera parecer a Murdoc, pero al voltear a buscarlo y notarlo con una peluca negra puesta, sin playera y solo con unos apretados pantalones suspiró con pesar.

-¿De nuevo me toca ser 2D?

Jamie sonrió maliciosamente, se acercaba peligrosamente a Damon, quien por instantes sonreía y por otros quería salir corriendo, sabía que cuando él y Jamie jugaban así, el realmente entraba en papel y solía ser un poco violento.

-Anda, juega conmigo un poco Dames, solo un poco...- la voz seductora de Jamie era suficiente para hacer que Damon perdiera el control rápidamente; Jamie tomó la peluca de azul vibrante y se la colocó a Damon cuidadosamente.

-Sabes que aunque ahora somos tú y yo, yo solo quiero a Jamie, ¿verdad?

-D... no digas tonterías, sé que solo me amas a mi...- la voz de Jamie se hacía más profunda, su pecho se levantaba agitado, el calor comenzaba a encerrarse en ese camerino.

Damon, ahora convertido en 2D recibió su abrazo, permitiéndole comenzar a besar descaradamente su cuello dejando pequeñas marcas rojizas.

-Jam...- la mano de Jamie subió directamente a la boca de Damon presionando con fuerza su cuello.

The History of a Cheating HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora