Era alarmante el modo en el que las latas de cerveza iban desapareciendo una a una de la nevera, todos le daban la culpa al verano, pero lo cierto era que Damon había estado tomando demasiado.
Su novia esperaba pacientemente afuera del camerino, era ya una costumbre ver a Justine ahí, los guardias, Graham, Alex, Dave incluso el poco preciado Jamie la saludaban al pasar por esa puerta, por alguna razón no tenía permitido entrar.
Era bien cierto y obvio que su relación no era la mejor, era casi respirable el odio que crecía fuertemente en el corazón de Justine pero nadie parecía comprenderlo, solo Jamie.
Luego de conversar con ella varias veces comprendió que Damon no era ningún ángel, Damon de hecho era una persona bastante violenta y según las palabras de Justine, "un enfermo cuando se trata de joder a la gente, parece que tiene talento para eso".
Aquella tarde, todo parecía comenzar a desmoronarse, Damon estaba usando la heroína más frecuentemente, Justine estaba en similar situación y ambos encerrados en aquel cuarto que Jamie custodiaba solo se gritaban lo mucho que se detestaban.
Jamie trataba de ignorar el ruido que hacían escuchando a la banda telonera.
(...)
No entiendo qué demonios estoy haciendo aquí.
-¿Qué dice mi ex novia, Hewlett?- Graham no suele enfrentarme, pero cuando tiene suficiente vino en el hocico y la sangre sus palabras no permanecen en su lengua.
-Dice que la tienes muy corta, marica.
Un idiota ebrio hasta las bragas quiere pelear conmigo justo ahora, es salvado por un tipo de seguridad que lo arrastra al baño más cercano, Graham se está acabando su existencia en vino.
Juro por mi vida que Jane jamás me ha dicho nada sobre Graham, de hecho... Jane y yo...
-¡Sueltame!- la voz chillante de Justine sale de la habitación, lo suficientemente fuerte como para que la escuche incluso con la vibración de los amplificadores profanando mis oídos.
En realidad, ha pasado poco tiempo de que conozco a Damon, no soy la persona en la que más confía, pero en este momento, cuando Justine lo tiene agarrado de los cabellos estampándolo contra la mesa de centro... no puedo hacer más que ayudarlo.
Justine es pequeña, Damon debe estar muy borracho o muy drogado como para no podérsela quitar, no soy este tipo de persona, la verdad es que debería de importarme muy poco todo esto.
Sus cabellos negros revolotearon ante mi intromisión, la cara de Damon está totalmente manchada de sangre, no hay mucho que hacer.
-No tengo que decirlo, pero se acabó Albarn, fue suficiente ya.
Damon trata de hablar y alcanzarla, pero yo también creo que es suficiente.
(...)
No había pasado tanto tiempo, Jamie y Damon ahora compartían un departamento, cada noche, Damon fingía estar dormido junto al cuerpo de Justine, sin darse cuenta del mucho daño que Jamie pudiera sentir.
Si, Jamie se había enamorado de quien jamás pensó enamorarse.
Jamie acariciaba sus piernas, besaba su cuello y jugaba un poco con sus despeinados cabellos.
-Justine...- suspiraba Damon, como cada noche, Jamie no podía decir nada, solo continuar con aquella desgastante y agridulce labor.
Noche a noche ocurría lo mismo, incluso cuando Jamie procuraba dejarle en claro que Justine no estaba más, Damon seguía soñando con ella mientras de entre sus piernas la esencia de Jamie corría dibujando caminos blanquecinos.
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The History of a Cheating Heart
Romance"Hablar de nosotros es tan complicado como hacer reír a la muerte o hacer suspirar al tirano. Lo nuestro es algo que no se habla con la boca" -Brevedad, Joseph Kapone. ONE SHOTS [JAMION]