Capítulo 21.

106 11 4
                                    


Hey hey hey soy Machkin ¿qué tal?

Espero les guste este capítulo. No se olviden de picarle a la estrellita si les gusto y comentar si tiene alguna crítica o cualquier cosa XD.

Se les quiere. Disfruten de la lectura <3.

________________________________________________

Corrí por entre los pasajes, colándome en cada callejón que viera. Tenía la adrenalina al tope, mi pecho subía a una velocidad sorprendente y mi brazo palpitaba de una manera exorbitante.

Recién comenzaba a procesar todo lo ocurrido, se suponía que saldría a buscar alimento, sin embargo, acababa de asesinar a una chica a sangre fría rebanándole el cuello. ¿Qué le diría a Fred?, ¿Que tendríamos que irnos de aquí porque la había cagado?, ¿Que traía a un grupo de locos que ocupan infectados como mascotas persiguiéndome porque mate a su amiga? o ¿Que tenía razón cuando dije que había más gente aquí y que no eran buenas? Sea lo que sea que le dijera tendríamos que irnos de aquí pronto si no queríamos pelear, daba igual cual fuera el estado de John y Merry todo empeoraría si nos encontraban.

Con el paso de los minutos deje de oír las pisadas y gritos de quienes me buscaban, debí haberlos perdido en alguna de las intersecciones con otras calles.

Camine por el Boulevard, cuidando cada paso que daba mientras contemplaba fascinada mi brazo, volver a sentir el dominio sobre este era algo fantástico, sentir el movimiento de mis dedos, el tacto contra las cosas, sin embargo, el dolor se acentuaba mientras más me relajaba. La adrenalina abandonaba lentamente mi cuerpo y junto a esta punzadas de dolor empezaban a recorrer las zonas afectadas en la pelea.

Me coloque frente la tienda de muebles y golpee su puerta, nadie respondió, volví a golpear y así durante dos minutos hasta que vi dos pequeños ojos asomándose por la ventana, seguido de esto podía oír como destrababan la puerta.

—Has demorado un poco ¿no crees? — Espetó Fred, alzando sus cejas.

—Lo sé. Tengo cosas que contarte —. Le afirme, mientras volteaba a ver el cielo nublado, el sol comenzaba a ocultarse.

—Vale, pasa — se movió dejándome el camino despejado para entrar—. He logrado que los chicos se mantengan consientes, pero sus heridas no mejoran.

Asentí entrando con el carro al local, Fred me analizaba mientras volvía a trabar la puerta.

—Tu brazo, está mejor. ¿Qué fue lo que paso?

Comencé a escarbar en el carro mientras le contaba todo lo sucedido, Fred asentía de vez en cuando y recibía las cosas que le entregaba. Al final, cuando acabe de contarle la historia Fred, me abrazó.

—Ve a lavarte, estas toda con sangre. Yo ordenaré todo esto —. Me ordenó, mientras revisaba los antibióticos.

A veces me sorprendía lo serio y maduro que se podía llegar a ver este chico.

Caminaba hacia el lavabo cuando John me detuvo.

—Peich —murmuró, mientras se incorporaba en la cama —. ¿Qué te paso?

Gire a verlo. Su cara estaba pálida, completamente débil, lo único que emanaba un poco de vida en su cuerpo era su mirada, con aquel brillo intenso de la adrenalina, lo único que le permitía seguir despierto sin estar gritando por el dolor.

—Unos infectados nada más —. Le susurre fingiendo una sonrisa, para que no se preocupara. Tal como si fuera una niño.

Este asintió y volvió a recostarse poniendo la vista en un punto desconocido.

Dead runner.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora