Capitulo 3: Tal vez no estoy sola.

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Ya empezaba a caer la noche y tendría que buscar un lugar donde esconderme, era lógico que la noche seria peligrosa no solo por los zombies si no por las personas, lo más probable es que la locura se hubiera desatado y  la gente se creería capaz de cualquier cosa, a unos 20 metros había unos departamentos se veían seguros, pero sería mejor investigar antes, comencé a andar hacia el edificio, hasta ahora no había visto nada sospechoso llegue a la entrada del edificio, se notaba que era viejo las luces estaban apagadas trate de prenderlas pero nada paso  al parecer la luz ya se había ido, eso me preocupaba un poco la única cosa que tenia para alumbrar era la pequeña linterna de mi llavero.

Craak.- un masetero había caído y estaba roto en mil pedazos, movía mi cabeza de un lado a otro buscando al culpable que hizo que el masetero callera, entonces lo vi un pequeño gato peludo y completamente negro, si no fuese por sus brillosos ojos verdes pasaría desapercibido en la oscuridad.

Gato de mierda.- susurre como odiaba a los gatos desde que mi madre trajo a su gato a casa los repudiaba.

*FLASHBACK*

¡DANIELAAAA  baja por favor!- grito mi madre

¡Ya voy mami!-  grite, solo a mi mamá se le ocurría llamar en el momento más importante, estaba viendo dora la exploradora y yo la estaba ayudando en una gran misión, enserio que mi mamá no piensa que estoy ocupada la vida a los seis es agotadora.

Apague el televisor y comencé a bajar la escalera a saltitos que quieres mam….

-¡Aaaah un gatito que lindo déjame tomarlo!- comencé a correr hacia el animal.

 -No Dani está asustado, es más creo que quedo peor con tu grito, enserio hija deberías de gritar por cada cosa linda que veas.

-por favor mamá solo un cariñito que sea.- comencé a suplicarle poniendo pucherito.

-está bien pero hazlo con cuidado.

-si mamá.- asentí y estire mi mamá hacia la criaturita este comenzaba a ronronear.

- mira le caíste bien, ten puedes tomarlo.-

Una sonrisa se dibujo en mi cara, una sonrisa que no duraría mucho, el maldito gato se lanzo a mi cara y comenzó a rasguñarme.

-¡Aaaah quítamelo quítamelo gato tonto!-

*fin de flashback*

Por eso maldito recuerdo es que evitaba a cualquier gato.

Empecé a alumbrar la entrada del edificio no había nada fuera de lo normal comencé a subir las escaleras con sumo cuidado de no hacer ruido.

Un zumbido en mi bolsillo me hizo dar un pequeño salto era mi celular se me había olvidado que lo traía conmigo lo mire por un instante eran las 9:36 y me quedaba un 4% de batería bloquee la pantalla y me lo volví a guardar, alumbre al pasillo de lo que vendría siendo el primer piso con departamentos, todo estaba despejado  me acerque a la primera puerta que vi, trate de abrirla pero estaba cerrada comencé a buscar un pasador pero no traía ninguno, por lo menos no en el abrigo, tome mi mochila y saque un pequeño botiquín que me había hecho con algunos producto de higiene ya saben cepillos y pasta dental, comencé a trajinar el pequeño bolsito y encontré uno de mis pequeños pasadores con cuidado comencé a forzar las cerradura con este, a veces el quedarse fuera de tu casa por olvidar las llaves si sirve.

Click.- la puerta se había abierto.

El departamento al igual que el resto del edificio estaba totalmente a oscuras, me pasee dentro del departamento por unos minutos y luego de comprobar que no hubiese amenaza alguna cerré la puerta y dormí.

*horas después*

Los rayos de sol se metían por la ventana de la habitación, debían de ser las 10:00am  tendría que comer algo y buscar e investigar el resto del edificio.

Mientras comia un paquete de galletas, fui hacia la cocina del departamento para ver si tenían comida, para mi mala suerte no habían nada además de unas tiras de cerdo lo bueno es que tenían botellas, abrí el lavaplatos y comenzó a correr el agua coloque las envases de botellas debajo del chorro para que estas se llenasen, eran 5 botellas y las llene todas hasta la última gota a pesar de que era más peso para mí no me importo no sabía cuánto tiempo habría agua potable así que habría que aprovecharla.

Salí del departamento y comencé a subir las escaleras, ya había registrado todos los departamentos del primer piso y lo único que había logrado obtener era  unos chocolates tiras de cerdo y una bonita navaja, al parecer los habitantes de este edificio se habían llevado todo excepto ropa, en mi recorrido por el piso me había encontrado con dos zombies fue fácil deshacerme de ellos al primero lo arroje por la ventana y al segundo le clave la navaja ambos eran scotts, cuando llegue al segundo piso entre en un departamento que tenia la puerta abierta, la imagen que tenia frente a mis ojos resultaba desagradable una zombie atada a la pared de la manos y el cuello, apenas me vio entrar trato de lanzarse sobre mi era bastante agresiva le lance uno de mis cuchillos no me daba mucha seguridad acercarme a ella  su cuerpo al instante dejo de moverse.

 -Justo en el ojo.- me dije alagándome.

 -¡Asesina la mataste asesina sin corazón!- grito un chico.

 Me voltee al parecer no estuve sola en el edificio como había pensado.

 -Escúchame chico ella era un monstruo hice lo que debía.

 -Ella no era un monstruo maldita loca era mi madre.- seguido de sus palabras la voz del chico se quebró y las lagrimas comenzaron a caer por su rostro.

Dead runner.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora