Hombres.
Siempre me había parecido un misterio todo el tema del amor, ¿cómo era posible que un día alguien dijera palabras hermosas, proclamara amor eterno, dedicara canciones, cumplidos, momentos y al día siguiente, ya no? ¿cómo se suponía que una chica podía volver a creer en el amor después de que jugaban con sus sentimientos?
Mi vaga respuesta era: que no podía.
Al menos lo decía por mí, sentía que no podía volver a abrir mi corazón a un hombre, pero se preguntaran ¿porqué? Bueno, sencillo: por ingenua. Por creer que eso de «lo que importa son los sentimientos» era cierto y confiar en un chico que me prometió la luna solo por una apuesta.
Patético ¿verdad?
En resumen, Charlie Thorn, un chico que sabía que yo gustaba de él, que sabía que nunca había tenido novio antes y que quería hacerse un hueco en el cerrado y exclusivo círculo de los populares; apostó el típico: enamora a la fea y luego déjala en ridículo.
Y pues, resultó.Me dijo tantas cosas lindas que todo lo creí y debo darle crédito por ser tan buen actor. Prácticamente le hice un favor pues luego estuvo con los idiotas que se hacían llamar populares, así que algo bueno salió de eso, no para mí, pero trataba de ser optimista.
Trataba. Después de eso perdí la ideología de ver el vaso medio lleno, eso no era así en la vida real, al menos no en la mía. Eso sentía después de mi desastroso primer amor.
Tanto que había leído y visto en películas que al final la protagonista quedaba feliz y enamorada para luego ir y darme cuenta de que en la realidad no era así, que las personas engañaban sin escrúpulos solo para hacer sentir mal a los demás y que chicos como Charlie podían hacerse un espacio en el corazón fácilmente para luego irse y romperlo con un simple «¿En serio creíste que alguien como yo podría enamorarse de alguien como tú?» en frente de todo el mundo ocasionando la humillación más grande hacia una tonta chica enamorada.
Lo que no te mata te hace fuerte ¿no? Y también más amargada, más cerrada, menos confiada y con un poco menos de fe en la humanidad. De todas formas fue mi culpa porque como él mismo lo dijo, no debí creer que alguien como él se fijaría en alguien como yo. No es que él fuera el adonis de películas sino que yo soy todo menos alguien físicamente deseable. O eso dicen todos a mis espaldas. En fin.
A la mierda el amor, al menos por ese momento, solo tenía diescisiete años y después de semejante fracaso, prefería abandonar la idea del amor por un par de años, al menos hasta que me alejara de toda esa gente que componía la secundaria.
Sí, eso iba a hacer, abandonar todo y buscarlo más adelante. Pero claro, tenía que llegar él.
Dos días habían pasado desde mi encantador espectáculo en el instituto donde Charlie protagonizó junto a mí. Había llorado lo de esta vida y la otra durante esas dos horribles noches hasta que mis ojos se secaron y la gotas de deshonra que cayeron de ellos, dejaron de recuerdo unas lindas ojeras.
La culminación de la maldita apuesta, fue un viernes y pude esconderme en mi soledad ese fin de semana; pero como esto no era una novela en donde la protagonista sufre un engaño y sólo de muda a otro país o sus padres la ponen en otra escuela más costosa donde conoce al hermoso mariscal de campo; debía volver a la realidad el día lunes. Faltar a clases no era una opción para alguien como yo con padres que se interesaban mas por mi futuro que por mi vida amorosa.
A pesar de todo, nunca me había importado lo que los demás hormonados pensaran de mí, algunos me veían como la chica descuidada o anti-femenina solo por no andar con una máscara de pintura en mi cara o con una minifalda o un escote que no dejaba nada a la imaginación, como las chicas reales.
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A través de tu alma© •|TERMINADA|•
Historia CortaElla acaba de sufrir un desamor y decide abandonar su búsqueda de romanticismo. No más hombres: no más dolor. Pero llega Él, un chico diferente que hará tambalear su resolución y hará que vea la vida de manera diferente. ••• -Pues espero enco...