KILLER [Bangtan Boys]

I

El único sonido que se escuchaba en la mesa era el chirrido del aluminio contra el vidrio, sonido que producían los cubiertos al impactar contra los platos aún llenos de comida -unos más que otros-. Las siete personas guardaban un silencio casi incómodo, el mismo que estaba sintiendo desde hace más de un mes.

Desde que llegó ella.

Aún se preguntaban por qué habían accedido a aquello.

La mayoría sólo pensaba que ella lo único que podía hacer bien, era hacer el ridículo de manera inútil.

El silencio aumentó cuando ella apareció en la cocina, sus pasos arrastrados hacían eco por todo el lugar - ¿Podrías caminar bien? – Gruñó uno de los presentes, uno de los mayores del grupo. Jung HoSeok. No se ponían en duda que a el castaño no le agradaba para nada la presencia de la chica, más bien, le exasperaba; todo acerca de ella era una molestia para él, desde su caminar arrastrado hasta su torpeza.

Como era de esperarse, la chica no contestó nada sólo se dirigió en silencio hasta el lugar donde se encontraba su plato de comida cubierto en un plástico para evitar que algún insecto se colase dentro del mismo. Lo destapó y luego de limpiar sus cubiertos con la servilleta, procedió a cortar los trozos de carne en cuadritos al igual que los vegetales; manía que hizo molestar, una vez más, a otro de los miembros de la mesa. Min YoonGi. ¿Es que esta chica no puede ser normal? Se preguntaba cada instante a la hora de comer. No era la primera vez que el chico se molestaba por la insistente manía al comer de la chica, separar los alimentos de manera ordenada para luego apilarlos y pincharlos con el tenedor hasta llevarlos a su boca. Le exasperaba. Y una vez más, no se calló el reclamo hacia lo mismo - ¿Puedes comer como una persona normal, por favor? – En su tono de voz se notaba la molestia, era algo que le irritaba.

Ella le irritaba.

Algo inusual pasó esa noche, ella respondió. – Estoy comiendo como una persona normal – Su voz era de manera suave y calmada – Aquí la única persona que no come como tal es usted, que come como un cerdo.

La tensión era tan densa que para Min YoonGi se le hacía difícil respirar o quizás sólo era el enojo que había aumentado un poco más. Con su ceño fruncido y su rostro tan rojo por la ira, se inclinó sobre la mesa e hizo que el respectivo plato de la chica, saliera volando hasta impactar en el piso, milagrosamente sin que este se rompiera.

Una exclamación de sorpresa general, pero en ella, no hubo cambio de expresión. Limpió las comisuras de sus labios y se levantó del taburete, se inclinó lo suficiente para recoger el plato junto a la comida -ahora desechada- para luego encaminarse hasta el fregadero, se deshizo de los restos de comida y se dedicó a lavar su plato.

Sus acciones se hallaban vigiladas por siete pares de ojos, cosa que a ella no le importó.

Casi se había acostumbrado a ser tratada como una invasora.

Casi.

Bajó la mirada a sus manos, el agua salía de un color oxido mientras el plato se encontraba lleno de gusanos. Lo soltó de manera inmediata y soltó un chillido de terror, alejándose con rapidez haciendo que el plato, una vez más, aterrizara al suelo; a diferencia de la primera, esta vez sí se hizo añicos.

- ¡¿Qué te sucede?! – El mayor saltó en su puesto y llegó hacía ella, mirándola con enojo - ¡¿Estás loca o qué?! – La chica levantó la mirada una vez más al fregadero pero esta vez ya no habían rastros de lo que antes había visto. El agua se encontraba tan cristalina y limpia como siempre, al igual que el interior del fregadero.

Una vez más, su mente jugaba con ella.

Siquiera ella podía advertirlo.

Salió de la cocina, dirigiéndose hasta su habitación –si así podía ser llamada, ya que sólo era el ático de aquella vieja casa-. Escuchó los gritos en protesta por el mayor pero le ignoró. Kim SeokJin. Él le molestaba lo torpe que la chica era, lo inútil, lo poco que hablaba, su mera existencia le causaba asco.

Y ella lo sabía a la perfección.

Sabía todo lo que ellos pensaban acerca de ella ya que, estos siempre se tomaban la molestia de decírselo y reclamárselo.