Sentía el martillear de su corazón en los oídos, como si de repente su corazón había ido a parar en su cabeza. La frente le ardía y sentía mucha presión en ella. No quería ni abrir los ojos por el dolor intenso que le se alojaba en toda su cabeza.
Jeon JungKook se sentía desvanecerse, sentía que en cualquier momento deslizarse por el borde de la inconsciencia que lo dejaría totalmente expuesto al peligro. Y claro que sabía que estaba en peligro.
Su cuerpo se mantenía expectante y alerta.
Sentía una fuerte presión en sus muñecas y en los tobillos, que hacía que cada vez que se removiera -bastante incomodo porque no hallaba un soporte-, le ardiera aquella parte de la piel.
Con esa nueva punzada de ardor en sus tobillos, abrió lentamente sus ojos. La luz cegadora que mantenía a las afueras de la casa, justo en área de la piscina, le impactó en los ojos haciendo que los entrecerrara.
Analizó su entorno, descubriendo que sus tobillos y muñecas estaban atadas con una soga gruesa y que se mantenía suspendido en el punto más alto del árbol que se alzaba junto a la piscina, quedando exactamente sobre la misma.
Se mareó.
Entornó los ojos hasta más allá del borde contrario de la piscina, buscando una manera de salir de aquello o de pedir ayuda.
Un chico alto y delgado estaba junto al borde, medio inclinado - ¡Hey! – Llamó JungKook, recibiendo una represalia por su cabeza latente. El chico levantó el rostro, dejando al contrario casi paralizado – TaeHyung...
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KILLER [Bangtan Boys]
Short StoryHaz silencio. No la quieras despertar. »novela corta«