capítulo 5

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Narra Isak.

De vez en cuando me gusta el silencio.

Me gusta alejarme del mundo de alguna manera, a veces sólo siento ganas de tirarme a la piscina y bucear para ahogar cualquier sonido que quiera molestarme. A veces mi única escapatoria es nadar, y concentrarme en mi cuerpo coordinándose, en cómo mi mente se despeja y mi cabeza se libera.

A veces siento que soy muy pequeño y que todo el mundo tiene poder sobre mí. Que en realidad soy de sensible como tocar un cristal y observar cómo sus piezas rotas caen al suelo, separándose unas de otras. Pero cuando nado es distinto. Cuando nado yo tengo el control, cuando nado siento que puedo con todo, y me olvido de todo para concentrarme en mis brazos empujando el agua para deslizarme mejor.

Es por eso que cuando me ducho, me visto y seguidamente salgo del vestuario con el pelo mojado, una sonrisa se cuela en mis labios y me siento mucho más relajado que antes.

Salgo de allí y la luna ilumina el cielo más que otras noches, y por la acera sólo veo pasar a dos chicas que parecen muy emocionadas hablando de alguna serie.

Me sumerjo en mis pensamientos mientras camino con la mochila de deporte en el hombro y las manos en los bolsillos delanteros de mi pantalón. Mi mirada se posa en el suelo y en mis zapatillas.

Me gusta nadar porque me olvido de todo. Me olvido de Eskild, de Eva y de todo el mundo y de la universidad. Me olvido de mis obligaciones y pierdo la noción del tiempo, y me olvido de Even.

Even.

Suspiro porque no tengo ni idea de qué siento por él, porque todo ha ido demasiado rápido y porque enamorarme de alguien no entraba en mis planes, y sigo dispuesto a no hacerlo. Porque hubo un día en el que me ahogué con mis propias lágrimas y aquel día cerré una barrera en mi corazón, sin importarme nada más. Mi cabeza era un mar de dudas, y lo único que tenía claro era que el amor es una mierda.

Un sonido procedente de mi móvil me saca de mis pensamientos y en parte lo agradezco. Saco mi iPhone del bolsillo trasero de mi pantalón y veo el nombre de Eva en la pantalla:

"Isak, necesito hablar con alguien y Noora no parece dar señales de vida :( ¿Puedo ir a tu casa? Ah, y perdón por no ir el otro día al parque, puedo explicarlo."

Paso por alto el hecho de que mi mejor amiga me esté usando como segundo plato y la contesto que en unos minutos estaré en casa y la comunico que cuando llegue la aviso.

Me contesta con un "ok, gracias" y voy a guardar el móvil en el bolsillo cuando alguien choca conmigo y me lo tira al suelo y entro en pánico y la rabia se apodera de mí.

– Joder –musito–, mira por dónde vas.

Estoy recogiendo mi móvil del suelo cuando una voz femenina me responde.

– ¿Que mire por dónde voy? Bueno, yo te digo lo mismo, porque si no estuvieses con el puto móvil no se te habría caído al suelo.

Frunzo ligeramente el ceño y me giro para contestar a la chica pero ella ya se está yendo y sólo alcanzo a ver una melena larga de color rubio que por la poca luz parece castaño, lo que no me aclara muchas cosas, ya que tener el pelo rubio es algo usual aquí.

work of art | evak (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora