Camellias / KuroBasu

2_ "...Un osado se posó..."

Hi! Cariños,Aviso:
•Lo que se encuentra entre comillas(""), forma parte del pensamiento del personaje que se aclare.
• si hay una palabra en cursiva, doy a entender que la palabra es importante. Pero si es una frase/párrafo, doy a entender que es parte de un Flashback («momento del pasado/recuerdo osea»).
• Disculpen los errores horrograficos cualquier cosa😶
•Creditos por la preciosa imagen de arriba ☝😸
♥¡Y disfruten la lectura!~
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     “Fue... Elegante, directo, impaciente, fuerte pero no para romperte la mandíbula, y a la vez suave pero no para dejarte insatisfecho”
-...

-¿Qué hace un tigre llorando entre las Camelias? -comento/susurro un peli-magenta-.

Taiga levanto la cabeza como si de un imán se tratara. Alejando la tibia mano que lo acariciaba.
Rojo y cobre, ambos irises chocando.

-¿Qué? "acaso yo..."-.

Taiga paso sus manos por sus mejillas sintiendo estas mojadas, es que acaso, tan metido en sus pensamientos estaba que no se dio cuenta el estado deplorable en el que se encontraba, y justo le venía a tocar estar así frente al capitán de Rakuzan, Akashi Seijuro. Hoy sí era un día negro para el As.
Rápidamente, apuro sus manos, y froto sus dedos contra sus ojos de manera que pueda borrar los rastros del dolor.

-No estaba llorando. Simplemente recordé algo... -dijo bajando la mirada-.

Akashi, agudizó su mirar.

-Taiga no soy inepto. Sé lo que ocurrió con Tetsuya... -hizo una pausa-. Y lo lamento -

Sí, él emperador y soberano del orgullo, se había disculpado.

-¿¡Qué sabés vos!? -subió la voz-. ¡Gustar de una persona por tres malditos años y que está te de esperanzas, para después ser humillado, pisoteado y careteado de tal manera! ¡Y aún así! sentir que lo querés -.

Dijo bajando la voz, hasta que en un susurro lastimero musita.

-Mierda, si que el amor es ciego eh -

"-Tan ciego, que me hizo enamorarme de alguien como vos. Y tan pero tan ciego que me hizo volverme loco desde la primera vez que te vi. Pero dale; Vení a hablarme a mí de amores ciegos taiga-." sarcástico pensaba él emperador con la mirada fija en el roto chico frente a él.

Y es que, como deseaba ser él quien tuviera ese espacio en su corazón, el causante de sus alegrías, de sus anhelos, de sus tristezas, y de cada una de sus hermosas sonrisas.
  Y es que, akashi no sabía lo que concretamente había visto en el pelirrojo, solo sabía que no lo vio en nadie más.

Lo que ambos no sabían era que una sola palabra podía desencadenar finales inverosímiles...

Las luces de los faroles a su alrededor se prendían, anunciando la llegada de la noche. El cielo comenzaba a tronar, y pequeñas gotitas de lluvia a caer sobre sus fogosas cabelleras.

-Como deseo olvidarlo... Enamorarme de otro u otra -dijo manteniendo en sus cristalizados ojos la añoranza de un amor mejor-. Si tan solo hubiera alg... -.

sus palabras se vieron paralizadas... Por unos labios que querían arrancarle las palabras de la boca.
Así sin pedir permiso, sus labios cubrieron perfectamente los del contrario. Mientras que esté se encontraba estupefacto mirando a los ojos cerrados del contrario que, momento seguido, también los cerro.
Para después, ambos separarse y quedarse mirando fijo, hasta que akashi lenta y cautelosamente acerco sus manos hacia las acarameladas mejillas del contrario, donde suavemente unió sus frentes. Ninguno daba a basto con sus sonrojos.
Akashi, abrió sus labios para soltar

-No lo vuelvas a hacer -autoritariamente ordeno-. Derramar tus lágrimas en quien no lo merece. No quiero ver a la persona que admiro... y amo en ese estado -dijo bajando la voz paulatinamente-.

Kagami abrió sus ojos, anonadado. Sin creer la información que sus oídos recibían.

"-¿He escuchado bien?...¿acaso m-m-me dijo que le g-gusto?-"

-¿Q-Q-Qué?, ¿Acaso estas jugando conmigo?

-Crees que jugaría con algo tan importante como tus sentimientos -dijo extrañamente amable-. No soy Tetsuya -y su voz se volvió seca de pronto,soltando las mejillas que con firmeza sostenía, haciendo sentir a Taiga el frío viento de la noche otra vez.

Kagami se alegraba, por un lado, ya que quien pensaría que aquel loco pelimagenta lo apoyara acosta de su ex-compañero y amigo. Y por otro, se asustaba, como puede ser que unas palabras y un beso, hallan cambiado su perspectiva del milagro. Ese que lo tuvo entre tijeras, ese al que derrotó. De pronto, se sentía cansado, como si hubiera dado 50 vueltas al parque sin parar.

-¡Taiga! -llamo el heterocromatico, captando la atención del sonrojado tigre-. No me respondas en éste momento... Sin embargo me vas a dar la oportunidad -ordeno-.

-¿Lo estás preguntando o afirmando? -pregunto frunciendo las cejas-.

-Ninguna. Lo estoy dando por sentado -dijo curvando los labios y fijando la mirada en la persona frente a él-. No me puedes rechazar.

-Q-Que, ¿quién te crees? Hago y haré lo que se me canté -dijo en un intento de mostrar firmeza ante aquellos fieros ojos bicolor-.

-No, no lo harás. Irás a esta dirección a las 15:00 P.M, te espero, y no te retrases que me gusta la puntualidad -espeto con simpleza sin olvidar la cordialidad en sus palabras-.

Le tendió un trozo de papel, como si estuviera todo finamente calculado, en este aparecía la dirección, escrita con una fina caligrafía en rojo. ¡Dios sí que contrastaba con la del tigre! Que, por cierto, era un desastre.
Akashi se fue, dejando al tigre en estado de trance viendo cómo se iba aquel osado emperador, del que había descubierto una nueva faceta.

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¡Gracias por leer! ¡Espero que les haya gustado!

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