5_"celeste y magenta, el que se va que no vuelva"

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Privet~ aclaraciones:
•Los personajes No me pertenecen, pero la Historia: Camellies, .
• ¡Disfruten Camellies!~❤🍒🐯❤.
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Enamorarse es amar las coincidencias y amar es enamorarse de las diferencias.
-Alaskaa

-Mhhn... -se despertaba un tigre en la mañana, aún acostado estirando su cuerpo cual felino, formando sus manos en puños y frotandolas contra sus ojos.
Ladeando la nuca hacia la izquierda viendo el tiempo que arraigaba ese día.

Era horrendo. Gris, como Ceniza, sucios algodones invadiendo el cielo, hasta hacerlo llorar de la rabia.

Rotá su cabeza una vez más, interrumpiendo adrede, sus pensamientos, esta vez para mirar la hora. 12:13 p.m aparecía en letras digitales grandes y luminosas. Era hora de levantarse.

Sus músculos se ceñieron a la piel, si aún más se podía, para sus huesos tronar sin aviso en su espalda y nuca, haciendo muecas de dolor en el proceso.

Caminó oscilandose hasta el baño donde se lavo la cara con fervor. Para dirigirse aún adormilado hasta la sala de su casa, donde preparo un desayuno liviano. Un bol con cereales, yoghurt de fresa y a comer.

La tarde paso amena, ligera y hogareña, entre series y revistas. Pero más que nada, ido, estático, a veces... Hasta molesto, por qué aquél enano fresa rondaba sus pensamientos sin dar descanso. Y es que una vez que algo se instala en tú mente, no te lo podes sacar más... Algo que no tenía antecedentes en su existencia.
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     Había terminado de cenar, cuando sintió unos antojos incalmables los cuales invadieron su estómago en forma de rugidos.
Lentamente se dirigió a la heladera, donde busco hasta la exhaustividad alguna cosita dulce para comer. Nada. Vacío. Se lo había comido Todo.

A paso pesado agarro sus llaves, buzo carmín marca G.A.P, se fijó que todo esté cerrado en su casa, y tomo paso hacia el 24 hs más cercano.

    -Okey, capaz en el 24 hs no... -dijo dando la vuelta, y cruzando unas calles en subida.

Movía sus piernas, recorriendo las calles hasta llegar a su destino. Entrando y saliendo a la brevedad, del supermercado, con un bote de helado en la bolsa, y ahora sí retomando camino hacia su casa. Pero de pronto unas hirientes palabras, no hacía su persona, pero sí sobre él, llegaron a sus tímpanos rebotando y haciendo que pise el freno y doble sus pies hacia la esquina.

Sus ojos se agrandaron. Frente a su vista estaba aquél que lo tenía vuelto loco, aquél pelimagenta emperador, vestido en ropas casuales pero siempre denotando su impoluta elegancia, y discutiendo junto a... Kuroko, cuando no.

Sin embargo tan embotados estaban en su conversa, que ni se habían percatado de su presencia.

     -¿Cómo crees? Fue tan fácil... Que tigre, ni que tigre es un mínino. Taiga no tiene fuerza de voluntad, de ahí que siquiera lo toque a usted... Akashi-san -comento Kuroko con los ojos ennegrecidos de la soberbia ante aquel desplante hecho por sí mismo, había tanta satisfacción que no cabía en una sola persona.

Pero claro, todo lo que sube tiene que bajar... Regla básica de Newton

    -Estas tan equivocado, me consternas, pero eso me inunda de alegría, tú eres el que perdió a ese tigre y tendrás que cargar con eso, ya lo verás... -dijo akashi lanzando cuchillos hacia los oídos de su antiguo compañero y amigo-. Una cosa más, es que acaso ¿Nos espiastes? Que yo sepa la cita era de dos, tú no cabes ni cabrías en ella. Digo... Si no como sabrías de que él... -hizo una pausa para deslizar dos dedos por sus labios-. Me toco

Camellias / KuroBasuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora