El baúl

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William
Era viernes por la mañana habia terminado de practicar en el piano y mi profesor ya se habia retirado, mi profesor personal es un capricho de mi madre desde hace poco decidió que debo estudiar en casa.
Despues de terminar de estudiar estaba demasiado aburrido asi que baje al sótano del edificio, no buscaba nada en especial hasta que tropecé con una baúl bastante polvoriento.
Caí sobre mis rodillas y maldije entre dientes antes de levantarme a ver con lo que me habia topado.
El baúl estaba cerrado con un candado algo oxidado, subi al estudio y abrí todos los cajones buscando alguna llave que estuviera tan gastada como el candado, no me decidí asi que tome la mayor cantidad que pude y me acerque a la puerta del sótano hasta que mi madre me detuvo.

William...- la voz me exalto y guarde las llaves rápidamente - a dónde vas cariño?.

Queria leer un rato...en el sótano hay algunos libros que llevo años sin ver - no le podía decir lo de el baúl, ella siempre trata de esconder esta  clase de cosas.

Trata de no hacerte daño, ahi abajo esta oscuro y hay cosas peligrosas - dijo mientras caminaba a su habitación.

Baje rápidamente con las llaves y me senté frente al baul, comencé a probar con todas las llaves, estaba frustrandome cuando por fin conseguí que una llave encajara, estaba gastada, oxidada y se veia vieja, como el candado, temí que se fuera a romper pero logre abrir el baúl.
Una nube de polvo salio al abrirlo causando que estornudara y se me irritaran los ojos.
En el interior habia algunos papeles amarillentos, fotografías y un pequeño cuaderno con forro de cuero, tome algunas fotos y empece a hojearlas, eran de los edificios cuando estaban en obra negra, otras eran de personas que jamas habia visto, una en especial llamo mi atención, una chica como de 15 o 16 años, con el cabello rizado, usaba un vestido verde y estaba sentada en la fuente sonriendo a la cámara.
La deje de lado para verla con atencion mas tarde, en este momento estoy algo apurado, si me tardo mucho mi madre va a sospechar, tome en cuaderno, unas cartas y subi a mi cuarto.
Me sente en mi cama, comence a husmear  en el cuaderno, es un diario.

Querido diario
El dia de hoy me paso algo fabuloso, me paseaba por los jardines mientras tomaba fotografias cuando la hermosa Esther llego luciendo tan radiante como siempre, me oculte tras un árbol para poder verla mejor, aun no me atrevo a hablarle, pero prometo que lo hare, lo juro solemnemente.
Hasta muy pronto...

La firma es tan garigolesca que no se que dice y leer se me hace complicado con tanta luz y comienza a darme dolor de cabeza.
Miro rapidamente por la ventana, ella no esta ahi, pero no es como si la estuviera esperando...

Labios rojos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora