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Capitulo 7

Sophie se sentía como la persona más importante de toda la ciudad y probablemente lo era. Su fiesta había sido hace unos días pero fue el dar de que hablar desde que sucedió. Sophie se sentía muy feliz pero había estado teniendo un comportamiento extraño que, la verdad, no me sorprendía; sabía que de algún momento al otro, Sophie se creería popular y actuaría creída.

-Claro, y yo soy el tonto.- dijo Mason al ver pasar a Sophie con otros chicos populares del Campus, llevaba todo el almuerzo repitiéndome lo tonto que Sophie estaba actuando.

-Es Sophie, no se de quién mas lo esperabas.- le dije rodando mis ojos, debía dejarla disfrutar sus 15 minutos de fama que ella llevaba años buscando. -En unos días volverá a ser la misma loca de siempre.-

Mason se había estado juntando aún más conmigo desde que el ego de Sophie se elevo, desde hace unos cuatro días. El decía que yo era su única amiga mujer la cual no le insinuaba nada y que tampoco planeaba en hacerlo; también dijo que le daba lastima verme comer sola. Mason le había cortado a Maya un día después de la fiesta, aparentemente no acabaron en buenos términos; pero no lo veía tan triste al respecto.

-Las mujeres son raras, Charlie. Apenas te comprendo un poco a ti y con toda sinceridad, creo que nunca te entenderé por completo.- dijo Mason haciéndome reír un poco. -Un día quieren algo y al siguiente ya no. Y luego se quejan de nosotros.- dijo rodando los ojos, el tenía razón.

-No se como responder porque es verdad, y creo que nosotras tampoco sabemos.- le dije con mucha sinceridad a mi amigo.

La fiesta de Sophie, en si, había sido un éxito. Pero asumo que en parte fue porque la banda aquella se presento y todas (y creo que algunos chicos también) se mueren por ellos, le dio demasiada envidia a las personas que no asistieron. Yo me fui una hora después, no hice nada más que hablar con Mason ya que, como les había dicho, Sophie se olvido de mi existencia. Y trate de alejarme lo más que pude de la banda porque estaba segura que si veía a cualquiera de ellos, algo se apoderaría de mi y me haría reaccionar feo.

-Es que te digo, Charlie, que ustedes son muy lindas pero son unas arpías.- dijo Mason, haciéndome reír. -Pero bueno, no estoy en busca de una novia nueva.- creo que me lo estaba advirtiendo.

Termine invitando a mi casa a Mason, sobre todo porque el amaba la comida que mi madre prepara y porque le encanta los vídeo juegos que mis hermanos no se llevaron con ellos al mudarse.

-¿Entonces no vas a Starbucks desde ese incidente?- me pregunto Mason mientras yo comía un poco de la comida que mi madre nos había preparado.

-No, bueno, si. Pero he ido a otro Starbucks, no el que esta cerca de la Universidad. Me da un poco de pena con el chico.- le dije a Mason cuando yo le termine de contar mis pequeñas experiencias que había tenido con los miembros de aquella banda.

-¿Pena? ¿Tú? Que raro.- Mason tenía razón, en situaciones como esas me hubiera importado muy poco pero tengo que admitir que fui una perra con el chico, pero andaba de malas y el me empezó acusar de algo que no es verdad, simplemente una terrible coincidencia.

-Si, pero fui una perra y no creo que se lo merecía.- le dije en murmuro, poniendo mi orgullo de lado. Mason rió un poco y se encogió de hombros, yo lo vi confundida.

-Charlie, a veces me agrada tu lado amable mas que tu lado fuerte. Aunque adore con mi alma cuando eres mala, me gusta cuando admites que eres una perra la mayoría de las veces.- al decir eso, se gano una mirada matadora de mi parte. -En fin, ¿has escuchado de Sophie?- No se hasta este punto si Mason y Sophie alguna vez cruzaron caminos pero a los dos les cuento historias sobre los otros.