Capitulo 9

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Mi hermano mayor había venido de visita sin anuncio alguno, era algo común de él, decía que le gustaba 'sorprendernos'. No era muy cercana con el por muchas cosas, no es como si no nos lleváramos bien pero simplemente siento que no tenemos nada en común; aparte de que llevamos el mismo apellido y la misma sangre.

-¿Que tal los estudios, Charles?- me pregunto usando el apodo que mas detestaba. ¡Es el nombre de un hombre, por favor!

Allan es una persona muy...¿rara? No que yo no lo fuera o muchas personas mas también. Pero nunca lo he comprendido y creo que ni él tampoco. Tiene 26 y trabaja en algo de Marketing para una compañía muy importante que ni se cual es. Se había comprometido hace unos años pero supongo que las cosas nunca funcionaron entre él y la chica y entonces decidieron nunca caminar por el altar. Es el único en la familia que es ambidextro porque todos somos diestros. Aparte de eso, es otro 'hombre' normal.

-Prefiero a que me digas Victoria antes de Charles.- le dije rodando mis ojos a lo cual el rió -Y bien, supongo.- le dije encogiéndome de hombros.

No me gustaba hablar sobre mi vida personal con Allan, especialmente mis estudios. Todo porque el tenia una vida perfecta cuando estaba en la Universidad, digo, se fue de la casa a los 18 y se graduó con honores de la Universidad. Yo todavía sigo viviendo con mis padres a los 19 y apenas apruebo mis materias.

-¿Supones?- Ahí va de nuevo.

Evadí el tema de explicarle que detestaba la Universidad y prefería vivir de mis padres por el resto de mi vida, y pase a preguntarle sobre su trabajo y lo que ha hecho aunque me importara muy poco.

-¿Que tal tus amigos?- me pregunto haciéndome recordar a Mason y Sophie.

Había estado pasando poco tiempo con Mason porque había bajado unas notas en sus clases y asumía que era por mi culpa, así que lo he dejado que se recupere con eso. Y bueno Sophie había subido a la cima de la clase popular de la Universidad y ella estaba más que feliz por eso. No me había hablado desde la fiesta, todavía, y hasta este punto me estaba dando cuenta que tal vez yo no era tan popular como para que ella me pudiera hablar ahora. Mi madre había dicho que solo le diera tiempo, pero ya me estaba cansando de esperarla.

-Bien.- fue lo único que dije, el asintió sintiendo que ya no tenía ganas de seguir hablando.

-Saldré a comprar algunas cosas que mamá ocupa para el almuerzo, ¿quieres acompañarme?- Diablos, no sé porque se esfuerza tanto conmigo. Pero como no tenía nada que hacer y créanme, estar en la casa todo el día es aburrido, acepte.

Allan era la persona más aburrida que he conocido, tenia música de compositores de hace millones de años en su auto y si no era eso, escuchaba noticias. Si no tuviéramos ciertos rasgos parecidos diría que nosotros dos ni siquiera somos conocidos.

Fuimos al supermercado, los dos tomando caminos diferentes. El yendo a buscar las cosas que mi madre le pidió y yo yendo a la zona de frituras y dulces, esperando que fuera tan amable de complacer mis gustos. Al encontrarnos para pagar la Señora que tenía unos 50+ años nos sonrió y dijo que tuviéramos un buen día, a lo cual Allan agradeció y yo sonreí.

Allan tomo una ruta diferente a la de casa y pensé que sería un camino aun más largo y que tendría que soportarlo un rato mas, pero me extrañe al ver los edificios que veía todos los días al dirigirme a la Universidad y luego me di cuenta que Allan paro enfrente del Starbucks al que solía ir todos los días antes de que aquel pequeño incidente sucediera. Al verlo bajándose del auto, yo me quede sentada pero al ver que yo no salía, me vio confundido.

3:15 AMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora