Capitulo 41

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Ya nada parecía raro.

Ahora todo parecía como que estuviera en su respectivo lugar, como debía estar; como siempre debió de estar.

Excepto Luke, que no estaba donde debía estar porque la mañana que desperté mis ojos, el ya no estaba dormido a mi par con sus brazos rodeando mi cintura como nos habíamos ido a dormir horas antes. Aunque me había dicho algo sobre que no me sorprendiera si cuando despertara el ya no estuviera ahí.

De todas maneras, agradecía que él no estuviera ahí porque cuando fui al baño a lavarme la cara me sorprendí por mi propio rostro. Que desastre, ¿acaso Luke vio esto? Suspire antes de lavar mis dientes y fruncir el ceño a mi camisa. ¿All Time Low? Yo ni siquiera escucho esta banda. Pero al escupir el liquido de mi boca me acorde que esta camisa era de Luke, un regalo que me había hecho antes de irme de su casa. Sonreí al recuerdo.

-¿Mamá?- hable al escuchar ciertos ruidos provenir de la planta baja, pero me sorprendí al ver que era un Domingo y mi madre estaba sentada en el sofá viendo las noticias de la mañana. -¿Y el desayuno? ¿Donde están mis waffles?- le pregunte rápidamente, estaba segura que me había despertado antes de la hora del almuerzo.

-¿Por qué no vas y miras en la cocina?- mi madre dijo con una sonrisa, una muy sospechosa.

Asentí de todas maneras y me dirige a la cocina donde vi a Luke sentado en la barra de la cocina, con un waffle en mano y su celular en la otra, se miraba muy concentrado. Sonreí ligeramente a la figura del chico, que todavía estaba usando la ropa con la cual me había venido a visitar.

-¿No te comiste todos los waffles, verdad?- pregunte, llamando su atención, su mirada se poso en mi y sonrió negando con su cabeza. -Bien, porque nadie se mete conmigo y mis waffles.-

-Pensé que tu madre solo sabia preparar comida italiana, estos waffles son geniales.- hablo Luke entre bocados, yo rodé mis ojos ligeramente a esa mala costumbre que tenia.

-Son de caja, tonto. Solo los pone en el tostador y los sirve.- dije entre risas, sacando los últimos waffles que estaban dentro del microondas.

-Eso requiere mucho talento.- dijo Luke encogiendo sus hombros y bajando de la barra para acercarse a mí, dándole un último bocado a su waffle. -¿Que tal dormiste?-

-Bien, no me quejo.- dije en murmuro, concentrada en mis waffles. -Pensé que te habías ido de regreso a casa.- le comente, antes de darle un bocado a mi waffle.

-Trate de hacerlo, pero no sabía que tus padres se despertaban temprano y me encontré con ellos.-

-Oh Dios mío.- dije en sorpresa, pensando en lo incomodo que la situación debió de haber sido.

-Eso dije yo.- dijo Luke entre risas, sonrojándose un poco. -Sorprendentemente, no me interrogaron mucho. Tu madre prácticamente me obligo a quedarme a desayunar, al menos hasta que despertaras.- explico Luke, me había fijado que su cabello ya no tenía la misma forma que usualmente tenia. -Tu padre salió a una maratón de caminantes, pero volverá para el almuerzo.-

Me sorprendía un poco que Luke no se sintiera tan incomodo en mi casa, especialmente con mis padres. Mi madre me había mencionado antes que prefería a Luke sobre William, y yo concordaba; y estaba segura que lo adoraba aun mas por el hecho que Luke alababa su comida. Mi padre no me había dicho mucho sobre Luke, aparte de que no entendía porque el peinaba su cabello de esa manera; pero estaba segura que le caería bien cuando llegara a conocerlo mejor.

3:15 AMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora