Capítulo 15. En el peor sitio, en el peor momento (parte 1)

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15. En el peor sitio, en el peor momento (parte 1).

En ese instante la memoria de Zoro por tanto tiempo sellada se abrió, dejándole vía libre para explorar unos recuerdos antiguos relegados en el pasado que en su momento tan buenos ratos le hicieron disfrutar.

- Ha pasado mucho tiempo, Kuina.

- Si, casi ocho años. Me alegro de verte.

- Yo también.

Así se quedaron unos minutos, mirándose a los ojos; adentrándose en sus recuerdos olvidados.

Ninguno de los dos sabía qué decir, pero tampoco importaba. Ahora mismo lo más importante para esos dos jóvenes era que habían encontrado a un muy buen amigo del pasado y se alegraban de ello, no necesitaban nada más, se sentían completos en ese instante. Sin embargo, y como todo lo bueno en la vida, Zoro abandonó ese estado de sumida calma para volver a la realidad y afrontar la razón por la que se acercó a la chica.

Se podría decir que estaba nervioso. Si ella se negaba lo tendría realmente crudo con Sanji y posteriormente con los demás. A parte de la mentira, tendría que ver como se burlaría de él porque su supuesta novia le diera calabazas allí en medio. No tenía ganas de darle ese gusto al rubio así que, juntando el valor del que habitualmente hacía gala en todas sus empresas por absurdas que fueran, cogió aire y comenzó a explicar decidido:

- Kuina, te parecerá totalmente surrealista y extraño, más en estas circunstancias. Pero tengo un favor que pedirte- mientras hablaba la convicción de su mente se transmitía de sus ojos a los de la chica; transmitiéndole su seriedad.

- Claro, dime. Somos amigos, ¿no?

- Ese es el punto. ¿Podrías hacerte pasar por mi novia durante la tarde?

La peliazul, sorprendida ante el pedido, no pudo más que adoptar un gesto de asombro en su rostro. No era algo habitual que le estuvieran pidiendo todos los días a una chica, menos a una como ella. Y aunque en un momento desconfió de las palabras del peliverde, sopesando la posibilidad de que fuera una broma de mal gusto, otra parte de ella estaba convencida de que su viejo conocido no era de ese tipo de personas que disfrutaban metiéndose con los demás.

Él siempre fue atento y cuidadoso con sus amigos, protegiéndolos siempre que necesitaban su ayuda. Y ahora ella podía echarle un cable; no veía inconveniente alguno en prestarle su ayuda.

Fuera del estupor inicial asintió levemente con la cabeza. Además, seguramente sería muy divertido seguirle el juego. Solo tendría que actuar un poco y sería pan comido.

- Está bien. Seré tu novia –dijo sonriente. Tras oír esas palabras la cara del peliverde se iluminó de alegría, mitad alivio por el peso que se quitaba de encima gracias a la cooperación de Kuina-... temporalmente –acotó mirándole fijamente- ¿Pero podrías explicármelo mejor?

- ¡Genial! Eso es más que suficiente, gracias. ¿Ves a ese rubio de allá atrás?- señaló con el pulgar por encima de su hombro- pues es uno de los adorables compañeros con los que mi padre me ha hecho compartir casa de verano. Hace unos días de lo pesado que se puso se me escapó que estaba saliendo con alguien y bueno... te puedes imaginar el resto.

>> Lo importante es que parezca que de verdad somos pareja y sobretodo que el cejas de sushi se lo crea.

- Entendido- dijo haciendo un gracioso saludo militar con la mano derecha.

Por una apuesta terminé siendo tu hijo (MiZo) #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora