LUZ: 4. Impotente

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CHANYEOL.

-Que me has hecho?- intentó  contenerse tanto como pudo, pero aquel sentimiento vacío lo estaba consumiendo.

Sintió como los espíritus lo observaban, como Jongdae y Baekhyun se sobresaltaban por la fuerza de sus palabras.

Sintió aquel vacío en su pecho, como si le faltara algo, como si le hubieran cortado una mano.

Su poder era parte de si, más que eso, su poder era todo lo que él era...

Podía sentir las venas resaltadas, sus ojos queriendo salirse de su cuerpo, y sus manos temblando ante la frustración de no poder controlar el poder.

-Dame mis poderes!!- rugía, pero ninguno de los espíritus se movía, ninguno le decía nada, ni siquiera se dignaban a observarlo.

Estaba fuera de sí, su cuerpo actuaba sin consentimiento, su mirada estaba borrosa, quizá por las lágrimas que inconscientemente caían de sus ojos.

Deseaba poder controlarse, deseaba poder parar.

Ni siquiera pudo detenerse cuando agarro a Lumus de la capucha, y lo comenzó a amenazar.

Su poder era todo, su poder era él.

Lo necesitaba de vuelta.

Sintió una fuerza tirándolo, intentando hacer que soltara a Lumus, y no fue hasta que un golpe de puño de Jongdae lo hizo recobrar conciencia y soltó al espíritu, que simplemente se desvaneció en el aire junto al resto, como si aquello no fuera nada, como si no importara.

Chanyeol cayó de rodillas, parecía no tener fuerza para nada más.

-Contrólate- le advirtió Jongdae, que agitaba su mano probablemente porque le había golpeado el rostro tan fuerte que hasta a él le había dolido.

Y después de las palabras, se alejó.

-Esto es lo que quieren- dijo Baekhyun, su tono a diferencia del de su amigo, era amable –no dejes que te gane.

Escuchó los pasos de Jongdae a sus espaldas, sin embargo no sentía el valor para levantar el rostro y enfrentarse con ninguno de los dos.

Qué clase de Ignitis era? Llorando de una manera despreciable.

Quizá esta era la primera prueba, y ya la había perdido.

-Estamos encerrados- escuchó a Jongdae a sus espaldas, y sintió como se acercaba de nuevo a ellos.

De pronto, Jongdae se había arrodillado también frente a él, y había chasqueado los dedos, para que Chanyeol se volteara a mirarlo.

-Tus palabras me ayudaron la otra noche, déjame devolverte el favor –Chanyeol no solo notó como la mirada de Jongdae se había suavizado, mirándolo con compasión, sino también como Baekhyun se sobresaltaba por las palabras de su compañero.

-Eres más que el fuego que controlas.

Jongdae respiro.

-No dejes que tu poder te consuma.

Se puso de pie.

-No eres el único aquí que duda de si mismo, y lo sabes.

Baekhyun no apartaba la mirada de Jongdae, y algo en su rostro parecía cambiar.

-Yo... necesito estar solo- dijo Chanyeol, poniéndose de pie, dándole una pequeña sonrisa de agradecimiento al pasar al lado del chico del rayo.

No podía salir de la habitación, sin embargo, caminó hasta al fondo, intentando estar lo más alejado de los otros dos.

Sabía que Jongdae tenía razón, sin embargo odiaba sentirse vulnerable.

Sabía que en realidad no era un descendiente de Ignis...

Sabía que aquellas historias de que su piel se volvía escamas eran puras mentiras...

Pero había pensado que quizá, su poder lo haría volverse alguien.

Y ahora, incluso esa ilusión había desaparecido.

No era como si las palabras de Jongdae no le hubieran significado algo, sin embargo no podía calmarse.

Más que eso, no quería.

La ira siempre había sido la principal fuente de su poder. Enojado, siempre sacaba mas fuego, más extenso, más ardiente.

Así que no hacía intentos de calmarse, solo buscaba enojarse más... lanzando cosas, pateando objetos.

Ante ojos de Jongdae y Baekhyun, debía verse como un niño berrinchudo, pero a este punto, realmente no le importaba, hasta que drenó completamente su energía y se limitó a hacerse un capullo en la esquina.

Abrió los ojos, no se había dado cuenta de cuando siquiera se había dormido, y estos aún seguían pesados ante el llanto.

Probablemente su cara estaba toda hinchada, y le dolía la cabeza como si tuviera una resaca.

La habitación estaba más oscura de lo habitual, no era normal que una habitación de Ignis tuviera luz tan sutil, sin embargo, dado al desorden a su alrededor, sabía que seguía en el mismo lugar.

Cuando levantó la mirada, se encontró con un chico pequeño y de ojos saltones... esos enormes ojos mirándolo de arriba abajo.

La cara del joven que lo analizaba, era tierna: rostro redondeado, cachetón, ojos redondos y labios gruesos que parecían formar un corazón, sin embargo la expresión arruinaba todo rastro de ternura.

Parecía enojado también.

-Ya era hora de que despertaras- dijo algo molesto, como si llevara mucho tiempo ahí.

Chanyeol lo miró confuso.

Sabía que no era un Ignitis con solo mirarlo, sin embargo no lograba reconocer ninguna característica de otra casa en aquel rostro.

-Quién eres? Que haces aquí? –Chanyeol se puso de pie. No había notado la corta altura del muchacho hasta que estuvieron los dos de pie, la diferencia era bastante amplia.

Quizá descendiente de duendes... pensó Chanyeol.

-Mi nombre es Kyungsoo, y estoy atrapado aquí como tú.

Chanyeol miró alrededor, en busca de sus amigos, y divisó una puerta abierta al final de la sala, de donde parecían venir más voces, entre ellas, las que más se oían, como buenos Ignitis, eran Jongdae y Baekhyun.

-Soy un elegido de Salute.

-Por qué no estás con los demás?- preguntó, esforzando una sonrisa aun con el dolor de su cabeza.

-Quería un poco de silencio, y te encontré aquí- el chico guardo algo en su bolso, y miró a otro lado –despertaste justo cuando me acerque a ver si estabas vivo.

-Gracias –dijo Chanyeol con una sonrisa genuina esta vez.

-No tienes que agradecerme, no hice nada- dijo el más pequeño, su voz era suave y un poco ronca.

Antes de dejarlo responder, el chico dio media vuelta y se alejó, dejándolo nuevamente solo.



*A/N:Se viene el ChanSoo

-corre en círculos-

Espero que les vaya gustando el desarrollo de la historia, este capítulo lo tenia desde hace como dos días, pero seguía cambiando el POV de Chen a Yeol, y al final me decidí por el orejón.

Gracias por leer! 

THRONE - EXO OT12Donde viven las historias. Descúbrelo ahora