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En un par de días el invierno haría acto de presencia, otro invierno en dónde el frío poco a poco se haría notar: otro invierno en dónde aquella soledad estaría presente. Muchas veces JongIn solía cuestionarse, ¿Qué hice mal? Claramente la respuesta nunca era respondida, mucho menos escuchada por quién debía ser, sólo estaba ahí, escondida en sus pensamientos.

¿Cuánto había pasado desde que había terminado su relación? Ya se cumplían exactamente cinco meses. Cinco meses en los que sólo dedicó tiempo a lo que mejor sabía hacer, cinco meses en los que pasó fuera de su ciudad y país, cinco meses en dónde ningún sentimiento cambió en él, al contrario, seguían siendo los mismos. Han pasado cinco meses en dónde no pudo quitarse ningún sentimiento hacia Chanyeol y estaba seguro que si llegaba a encontrarse con él, nuevamente volvería a lo que estaba ocultando bajo esa sonrisa (falsa) que ahora poseía.

Había regresado a Corea en más de una vez durante esos cinco meses, pero claramente hizo un par de cambios antes de volver al lugar en dónde había vivido tantas cosas y en dónde había quedado lo que más llegó a querer. Un cambio en su número móvil fue lo que consideró primordial, conocía a Chanyeol y sabía que éste nunca borraría su número, pero también sabía que éste nunca le buscaría.

JongIn hubiese preferido mil veces haber terminado una relación por falta de amor o hasta por alguna infidelidad de por medio, pero el haber terminado algo en dónde nunca hubo una despedida y mucho menos una falta de amor, era lo peor que le pudo pasar. Chanyeol había sido la única persona que le hizo sentirse feliz en mucho tiempo. Había sido el único que había visto todas las imperfecciones de JongIn como perfecciones y eso era lo que JongIn odiaba de Chanyeol, odiaba que éste siempre fue así con él, odiaba que fuese tan detallista con él, odiaba que Chanyeol siempre supiera como hacerle sentir plenamente con tan sólo una palabra o caricia, pero más se odiaba a el mismo por no haber sido capaz de comprender al mayor.

¿Era una coincidencia que su relación con Chanyeol haya durado cinco meses y que sean cinco meses también los que estuvieron lejos? La mente de JongIn estaba llena de dudas y de tonterías como esas, según él. Quizás para muchas personas el estar cinco meses con alguien no era demasiado, pero para JongIn habían sido demasiados meses en dónde fue la persona más feliz del mundo. Conocía a Chanyeol desde hace un par de años; habían sido amigos de infancia, pero Chanyeol se había mudado de ciudad junto a su familia cuando este tenía 18 años y desde ese entonces JongIn nunca más se había encontrado con Chanyeol, sino hasta aquél día de Febrero en dónde se encontraba en su lugar de trabajo y el alto chico le sacó de su rutina con un particular saludo.

"Hola, ¿te casarías conmigo?"

Con una ceja alzada, el menor había elevado su vista encontrándose con un alto chico que claramente recordaba perfectamente. Chanyeol estaba ahí frente a él, sonriéndole como siempre hacía y JongIn no sabía si era por los años que habían estado separados, pero lo encontraba algo más alto de lo que Chanyeol era, había cambiado muchísimo y para bien.

En aquél momento JongIn sólo reaccionó a abrazar a quién había sido su mejor amigo, acción que había sido regresada de la misma manera y hasta con algo más de fuerza. Los brazos del alto le rodeaban completamente y fue así cómo pasaron un pequeño momento, sólo abrazándose y sintiendo el calor del otro. Desde ese entonces ninguno se separó del otro, al contrario, cada vez iban siendo más cercanos y JongIn no era tan ingenuo como para no darse cuenta que el mayor estaba entrando en su vida de una manera más emocional. Chanyeol ya no sólo le saludaba con un abrazo o un simple revoloteo en su cabello, ahora había algo más, había un cariño más fuerte, habían acciones, habían detalles como un sencillo post-it con un "Ten buen día", acompañado de un corazón, detalles como esos que hacían que JongIn estuviera con una sonrisa pegada al rostro todo el día, incluso esos días grises que por cierto, eran los días que JongIn más disfrutaba.

Pasando varias semanas desde aquél reencuentro, semanas en dónde JongIn no sabía qué era lo que comenzaba a sentir exactamente por Chanyeol. Éste último había llegado a revolverle todo su pequeño mundo y al parecer lo estaba consiguiendo sin hacer mucho. A los días de volver a hablar, ambos se habían dado cuenta que vivían en el mismo edificio y en el mismo piso, uno frente al otro, pero ¿Cómo era posible que nunca antes se habían visto? Chanyeol trabajaba durante la mañana y por la tarde tomaba clases relacionadas a la música. JongIn era lo contrario; tomaba sus clases de danza por la mañana y trabajaba por las tardes, sus horarios eran similares, pero nunca llegaron a cruzarse, sino hasta ese sábado por la tarde en dónde ambos habían quedado en ir a un parque de los alrededores a sólo pasar el rato cómo solían hacerlo cuando niños.

En aquél momento ninguno dijo nada, ambos se encontraban uno frente al otro en la entrada de sus departamentos, Chanyeol sólo sonrió y JongIn le siguió en ello. Desde ese día la puerta de JongIn comenzó a ser similar a un mural de mensajería, ya que no había día en el que Chanyeol no le dejaba algún post-it.

"Come bien", "Ten buen día", "Sonríe mucho", "Te quiero", "¿Comemos por la tarde?", "Duerme bien", "Quiero verte", "Salgamos".

Mensajes como esos era lo que JongIn se encontraba durante la mañana y tarde, que era cuando regresaba a su pequeño hogar y dónde seguramente Chanyeol aún no llegaba. 

Como ya era Febrero, el invierno ya estaba llegando a su fin y JongIn andaba con unas pequeñas mañas por eso. Realmente el otoño e invierno era las únicas estaciones que disfrutaba más, le gustaba el frío y el calor sólo un poco, pero extrañamente nunca le gustó lo primaveral y mucho menos lo caluroso del verano por lo que no era gran amigo de ambas estaciones. Siendo un frío día domingo, faltando unos quince minutos para las diez de la mañana, JongIn había comenzado a removerse en su cama. El timbre había comenzado a sonar hace unos segundos, pero estaba en estado de oso dormilón y lo último que quería era dejar su cama, pero quizás era algo importante y sin quedarle de otra, sólo dejó su cama y abrió a quién sea que le había molestado tan temprano (según él).

"¿Aun durmiendo? Dormilón".  Un sonriente Chanyeol le había removido los cabellos para adentrarse en el espacio del menor, quién aún seguía frotándose los ojos debido al sueño que se traía.

"Ugh, cállate. Anoche terminé mi turno más tarde de lo normal, con suerte y recuerdo cómo es que llegué aquí sin dejar todo abierto".  Y en eso no mentía, ya que el menor de ambos había tenido que cubrir el puesto de su compañero de trabajo que no se había presentado y cómo el dueño le pagaría esas horas extras, JongIn no dudó ni dos veces en aceptar.

"De hecho, la puerta estaba junta. Por un momento pensé que alguien había entrado y hecho algo, pero luego te vi tirado en tu cama, dormido". Mencionó en un tono divertido el más alto, disfrutando de la vista que ahora tenía de su amigo.

"¿En serio? Ya ves, es lo que pasa cuando trabajas más de lo debido". Dijo un aún adormilado JongIn, sentándose en el sofá que tenía en su pequeño living.

"Buscas excusas a tu irresponsabilidad".

"¿Y tú que hacías despierto a esas horas?"

"Nada importante, sólo deberías agradecerme por salvarte la vida".  (sólo estaba preocupado por ti, no te vi llegar) pensaba el más alto, aunque claramente no lo diría ahora.

"Exageras".

Chanyeol sólo río y volvió a enredar sus largos dedos en las hebras de cabello del menor, le gustaba hacer eso, pero más le gustaba el poder compartir esos pequeños momentos junto al menor. Esas pequeñas "discusiones" eran las que ambos disfrutaban, discusiones en dónde luego de ello Chanyeol se dispondría a preparar un saludable desayuno para su adormilado amigo, mientras JongIn seguramente se daría un baño y así luego comer en compañía del mayor.

Había silencio, demasiado silencio para el gusto de Chanyeol, ya que él era de siempre estar hablando, pero ahora sólo estaba observando en silencio a JongIn quién le mantuvo la mirada por unos segundos. ¿Cuándo fue que JongIn se había impregnado tanto en Chanyeol? ¿Cuándo fue que JongIn era quién debía sonreír para que Chanyeol también lo hiciera? El mayor no sabía nada de eso, simplemente fue algo que dejó pasar, pero algo que ahora no le permitía estar lejos de su distraído "amigo". Chanyeol se dio cuenta de lo que sentía por JongIn en el momento que se había presentado en el lugar de trabajo de éste, el alto nunca fue de buscar amistades pasadas, pero había algo en él que le decía que debía buscar a JongIn. Tal vez siempre vio al menor como alguien especial, tal vez JongIn siempre fue alguien importante en su vida. Era ahora dónde todos aquellos pensamientos le rondaban la mente y estaba con una estúpida sonrisa frente al menor, quién lo miraba extrañado y curioso. 

Need uDonde viven las historias. Descúbrelo ahora