Enough Room For Three? |ZERRIE|

10.

-Entonces, ¿cómo estuvo la obra?- preguntó al fin Zayn, cortando con el silencio de la mesa mientras pinchaba un pedazo de salmón del plato.

-Exquisita.- respondió en seguida su mujer -Como esta cena.- le apuntó sonriente con la copa de vino blanco -Está fantástica.-

-Gracias.- devolvió el gesto feliz.

-Definitivamente, jamás hubiera imaginado que tuvieras buena mano en la cocina.- rió Dustin, asintiendo a las palabras de la rubia -Debo felicitarte. Y sí, la obra fue fantástica.-

-Me alegro que lo hallan disfrutado.-

-De hecho, me extrañó ver a Perrie sola en el teatro, sobre todo para una obra tan romántica.-

-No soy exactamente un amante de ese tipo de entretenimiento. Y mi mujer puede salir donde quiera cuando quiera, no necesita mi permiso para hacer cosas sola.-

-Por supuesto. Pero creí que a las parejas les gustaba salir juntos.-

-Y lo hacemos.- la conversación estaba poniéndose tensa -Pero las parejas sanas, saben disfrutar su tiempo por separado y juntos. Somos marido y mujer, no dos esclavos el uno del otro.-

-Creo que lo sabe, cariño.- intentó aplacar -Aunque sí algunos creen que el matrimonio te ata a otro hasta asfixiarte.- su risita no sirvió para acabar con la tensión -Nosotros no somos así, por suerte.-

-Bueno, debo decir que es agradable oírlo. Aunque con una mujer como la tuya, yo tendría cuidado.-

-Y lo tengo. Pero confío en ella, ante todo.-

-Ya que todos confiamos en todos.- intervino una vez más la rubia -¿Quieren bailar?-

-¿Bailar?- preguntó Dustin, a la par que se permitía acabar con el puré dulce de su plato

-Bailar.- asintió -Cuando era pequeña mis padres hacían un intervalo entre la cena y el postre para ponerse a bailar. Mi madre era grandiosa bailando, en especial si se trataba de a pareja, y así había conocido a mi padre. Con lo que bailábamos.-

-¿Ustedes hacen eso?¿Bailan después de cenar?-

-A veces.- asintió ella sonriente. -Voy a buscar el disco.- informó, poniéndose de pie y yendo rápido hasta el mueble sobre el que descansaba un importante tocadiscos. -Además, es grandioso nuestro atuendo para la ocasión.-

-No el mío, cariño.- le recordó Zayn, señalando a su ropa de entre casa, muy distinta a la de Dustin que iba vestido de traje.

-Eso nunca te impidió bailar conmigo.- restó importancia. -¿Sabes bailar, cierto?- preguntó al otro hombre, acabando antes con la copa que aún tenía en una mano.

-Algo.- debió aceptar el invitado -Me vi obligado a tomar clases para la fiesta dieciséis de mi hermana. Y si mal no recuerdo, no era el único en esa clase.- miró al moreno, divertido.

-¿Tomaste clases para el cumpleaños de una de tus hermanas y nunca me contaste?-

-Fue para el de Waliyha y tenía dieciocho años.- se encogió de hombros -Nunca tuve la ocasión para contártelo.-

-Bueno. Como ambos han tomado clases y con Zayn ya he practicado bastante, ¿qué te parece si te hago sacar un poco de polvo?- preguntó al rubio.

Dustin le sonrió y terminó poniéndose de pie.

Perrie ya lo esperaba, con los pies en una posición correcta y elegante, y los brazos extendidos para tomar los suyos.

El rubio la recibió gustoso y le tomó una mano con una suya y dejó a su compañera descansar en la cintura femenina, mientras ella le apretaba un hombro.