-Buenos días Señora Malik.-
Perrie sonrió a la administrativa al pasar. Conocía su nombre, Lucy Evans; así como como conocía los nombres de la mayoría de los empleados de la empresa de su marido. Durante un tiempo había ayudado en ella haciéndole de una suerte de secretaria, hasta que Zayn había preferido conseguir una asistente real para poder liberar a su mujer y permitirle dedicarse a sus propios negocios, eso que realmente le agradaba y completaba; la rubia adoraba trabajar.
Si bien eso había sido unos cuantos años atrás, los empleados no había variado mucho y a los nuevos los había ido conociendo con las visitas a la empresa o con las celebraciones y demás a las que siempre asistía flamante del lado de su marido. Ella no era la esposa trofeo de nadie, pero no por ello iba a privarse de apoyar a su hombre tanto como él hacía con ella. Además, a quién no le gustaría ir en compañía de la mano de un hombre como Zayn, sobre todo si es alguien del que estás enamorado y sin duda te ama con locura.Sabía que todos la respetaban, o al menos la mayoría lo hacía. Nadie podía decir que la mujer del jefe era una mantenida, ella había pasado demasiado tiempo trabajando en ese lugar incluso tras tener un anillo en el dedo anular, y era sabido que tenía sus propios emprendimientos. Aún estaban, sin embargo, aquellas envidiosas; ya fuera porque les resultaba molesto que ella fuera una mujer caliente que disfrutaba demostrándolo, o porque había logrado traer tan loco a un hombre como Zayn - que más de una vez había declinado propuestas sugerentes -, incluso quizá porque nadie pensaba que en aquel instante ella actuaba como la mujer más digna de visitar a su marido y en verdad hacía días que a penas se dirigían la palabra.
No era porque hubiesen continuado discutiendo desde el funeral de Edgard, pero sí cuando ella lo había contenido lo suficiente Zayn había vuelto a recordar lo sucedido con su esposa y entonces su relación parecía estar en un tiempo sumamente alentado. Y ahora ella iba en plan de su mujer, sonriente y dispuesta a hacer algo para cortar distancias y demostrar que ella realmente quería estar ahí. Sí, era amante inexhausta del sexo, pero ahora solo quería que él la abrazara y continuara desahogándose en sus brazos.Las puertas del ascensor se abrieron una vez llegado al noveno piso. Y más ojos se fijaron en ella, otra vez sonreía. Caminando con la frente en alto sobre sus botas altas.
Frente a la puerta de la oficina de Zayn estaba Amanda Stewart, su nueva secretaria. Perrie sabía que Emma - la mujer que había ayudado en ese puesto desde que ella lo había dejado - estaba con licencia extendida por su primera maternidad, pero aún no había tenido el gusto de conocer a su remplazante. Emma era casi una amiga y su beba era preciosa, ella y Zayn habían ido a visitarla al hospital; pero de la mujer sentada en aquel escritorio sólo conocía el nombre.Estaba dispuesta a entrar, ella no tenía por qué pedir permiso a nadie. Era simplemente tocar la puerta y pasar cuando su marido dijera "Adelante".
-Disculpe señora. ¿A quién busca? Debe hablar conmigo antes de entrar a esa oficina.-
La rubia dirigió sus ojos azules a la mujer en el mostrador y le brindó una ligera sonrisita.
-Estoy buscando a mi marido.- mencionó algo cortante pero siempre con una sonrisa fija -Zayn Malik.-
-Oh bueno. El Señor Malik está ocupado en este momento.-
-¿Qué tan ocupado?-
-Una de sus socias está dentro, y pidió que no le interrumpieran.-
La sangre le hirvió, inevitablemente. Porque o su marido había hecho declaraciones desafortunadas o su secretaria estaba jugando con ella con unas palabras demasiado amargas. Y ella no podía tolerarlo, iba a actuar como una perra; pero en el fondo no era más que una mujer que se sintió herida ante la idea de su marido manteniendo una intimidad que no estaba teniendo con ella, frente a toda una oficina de empleados. La suposición le había dolido.
Zayn iba a enojarse muchísimo si ella entraba sin tocar, pero necesitaba comprobar que ahí dentro no había nadie importante, necesitaba demostrarle a todos y en especial a Amanda que él no tenía nada que ocultarle. Incluso aunque en verdad sí lo tuviera. Necesitaba que todos vieran que ella era la persona más importante en su vida.
Y sabía lo egoísta que era la imperiosa necesidad de mantener su ego alto. Pero ella tampoco era la mujer más estable en ese momento.Abrió la puerta del apartado haciendo caso omiso a las palabras de la asistente de su marido, y tan rápido como estuvo dentro cerró la puerta tras de sí. No quería que fuera lo que fuera que sucedía ahí dentro, alguien más que ella lo viera. No quería que presenciarán una potencial pelea de su matrimonio a la que se estaba arriesgando.
-Lindas bragas, Vea.-
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Y mucho tiempo de después, nuevo capítulo.
Ya había comentado que una de nosotras estaba pasando un mal momento y por el momento parece que sólo una va a seguir con los capítulos. Al menos hasta que todo vuelva a acomodarse.
Y como ya habíamos dicho en un principio, todas las que iniciamos este proyecto tenemos nuestras propias cuentas con nuestras propias historias. Yo estoy bastante atrasada con las mías pero tampoco quería dejar esta fic en la nada, así que espero entiendan las demoras en la actualización.
Espero que el capítulo les haya gustado, el siguiente es un poco más polémico pero más interesante.
Si quieren que sigamos, por favor no dejen de decirlo, es una situación algo complicada y su apoyo realmente ayuda. Gracias por los votos y comentarios.
Voy a intentar mañana subir el siguiente capítulo, lo merecen.
Mucho amor.
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Enough Room For Three? |ZERRIE|
FanfictionUn matrimonio ideal donde la pasión sobra. Él estaba completa y profundamente enamorado de ella, dispuesto a todo con tal de verla sonreír y jamás perderla. Ella era su todo, pero ¿era él el todo de ella? Las fantasías son tales hasta que se las cu...