CAPÍTULO 1 - Una Guerra Inesperada

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Suena el despertador, el horrible sonido del despertador.

Abro mis ojos lentamente porque la luz del sol pega justo en mi cara, me siento al borde de la cama con los ojos entre abiertos aún.

- A levantarse Dallas- digo con voz ronca.

Busco las pantuflas con mis pies y me las pongo, luego busco en el armario una pantaloneta y una camisa, normalmente duermo desnudo, eso me hace sentir libre.

Bajo las escaleras hacia la cocina, mientras desciendo puedo oler los panqueques que tanto me gustan.

- Mamá eres la mejor- digo para mí.

Entró a la cocina y encuentro a mi madre de espaldas con un delantal puesto, a ella le encanta prepararme el desayuno antes de ir a el instituto. Me acerco por detrás y le hago cosquillas, pega un brinco.

- ¡Cameron ten cuidado! - exclama al ver que casi suelta el plato de los panqueques.

- ¡Hola mamá, te amo! - digo para que no se ponga de mal humor.

- Cameron desayuna rápido que se hace tarde para el instituto.

- Claro mamá, gracias por el desayuno, se ve delicioso.



Desayuno apresuradamente y corro a mi habitación, tomo una ducha rápida y me alisto de igual manera. Se acerca el final del corte de calificaciones y no me puedo dar el lujo de llegar tarde ala universidad, teniendo en cuenta que mi maestro es un gruñón.

Bajo las escaleras y al final me encuentro a mi hermana Sierra, ella tiene la mirada perdida en su teléfono.

- ¡Sierra! - digo cuando la veo.

- ¡Buenos días, cam! - dice apartando su mirada del teléfono y mirándome.

-¿Me podrías llevar a la universidad en tu auto, hermanita?- Digo poniendo ojitos de perro triste, siempre funciona.

- Si no hay alternativa-dice mirando mis ojitos y haciendo una mueca.

La universidad queda a unos veinticinco minutos en autobús, en el coche de Sierra a unos diez, ella suele manejar un poco rápido, no hay manera de llegar tarde cuando ella me trae en su auto. Llegamos a la puerta de la universidad y abro la puerta para bajarme del auto.

Me bajo del auto no sin antes despedirme de Sierra.

- Adiós hermanita, que tengas un lindo día- le digo dándole un beso en la mejilla.

- Adiós cam- dice mostrando su hermosa sonrisa.

Entró  y me encuentro a Sara. 

- ¿Estudiaste para el examen, cam?

- Claro, claro digo dudando. No me acordaba que había examen de historia.

- Nos vemos en un rato, entonces- dice Sara.

- Claro- Digo brindándole una sonrisa.



El día ha estado bastante aburrido, me encuentro en el examen de historia, si que debí estudiar, seguro reprobare. Estaba concentrado en mí examen cuando de repente entra el director, me sorprende verlo, el nunca interrumpe a ningún profesor en su clase.

- Buenas tardes, profesor y alumnos- dice cerrando la puerta.

- ¡Buenas tardes!- Respondemos todos al unísono.

- Seré breve, muchachos. Me acaba de llegar un comunicado de los altos mandos militares, el cual no trae buenas noticias. - dice frunciendo sus cejas.

- Se ha ordenado a todas las universidades del país dar un listado de todos los hombres mayores de 18 años- dice con un tono serio. -estamos en guerra con Rusia y necesitan refuerzos militares- finaliza.

La conmoción irrumpe en el aula, todos estamos sorprendidos con esta noticia. En el noticiero habían advertido que esto podría suceder, pero nunca me imaginé que fuera a pasar.

- Los muchachos que serán seleccionados por los militares serán avisados por medio de un correo electrónico esta misma noche- dice el director y sale del aula.

Todos mis compañeros están asustados con esta noticia, yo también lo estoy. No Puedo dejar a mi hermana y a mi madre solas, eso sería devastador para ellas y para mí, espero que ese correo electrónico nunca llegue.

Salgo y me dirijo a la estación del autobús, no puedo dejar de pensar en aquella noticia, estoy muy asustado. El autobús dura 25 minutos en llegar a mi casa, bajo y me dirijo a la entrada, golpeo y sale mi madre con su gran sonrisa.

- ¡Hola mi pequeño! - dice dándome un beso en la mejilla.

- ¡Hola mamá! - Digo sin dejar de pensar en la noticia de esta tarde.

- ¿te pasa algo? - pregunta mi madre

- No, no pasa nada mami- digo fingiendo una sonrisa y dirigiéndome a mi cuarto. - Voy a dormir- cierro la puerta de mi habitación, es la única forma de que no me molesten mientras reviso mi correo.

Abro el correo y me encuentro con el mensaje que nunca quería recibir.

- Señor Cameron Dallas, el presente correo es con el fin de informarle de que ha sido seleccionado para representar a su país en la guerra. Su ingreso a las filas de nuestro ejército se llevará a cabo en dos días en la base militar de californ...- dejo de leer conmocionado.

¡No puedo creer que tenga que ir a la guerra! - Digo para mí. -esto es una mierda- digo con rabia y con los ojos llorosos, siento mucha impotencia. ¿Ahora cómo le doy la noticia a mi hermana y a mi madre?  

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NOTA: Espero les guste y compartan y comente... 

Se subirá capitulo cada dos días...

SOLDADO DALLAS (FANFIC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora