Estamos en la sala explicándole a la Beth como llegamos aquí.
-¿Así que se escaparon de su primera batalla? – pregunta Beth mientras toma un sorbo de café.
-Si señora, estábamos muy asustados- responde Chris.
-Pues tienen mucha suerte de que no los atraparan- dice Beth mientras se dirige a la cocina.
La noche esta por caer y Chris y yo estamos muy cansados, corrimos y caminamos mucho hoy, nuestros ojos se cierran de a poco. Beth se da cuenta de que estamos exhaustos, y nos conduce al segundo piso en donde hay un cuarto con dos camas, es raro saber qué poca gente la visita pero ella conserva un cuarto de huéspedes.
-Allí pueden dormir- dice Beth parándose en el marco de la puerta y señalando las dos camas.
-Muchas gracias Beth- le digo mirándola a los ojos. Esta mujer nos ha ayudado mucho.
-No es nada cariño, solo no ensucien la cama- dice en tono burlesco mientas se retira de la habitación y baja las escaleras.
-Vaya estoy muerto- dice Chris tirándose de espaldas a una de las camas.
Yo me acuesto en la otra cama, boca arriba, cierro los ojos y no logro dormir. Volteo a mirar y Chris se ha quedado dormido con su uniforme puesto.
Yo me levanto de la cama y me asomo a la ventana, esta noche el cielo esta increíble. Abro la ventana y simplemente miro al horizonte pensando en muchas cosas.
Dentro de lo que pienso, reflexiono que a veces la vida es tan injusta, que a veces el destino te obliga a ser valiente, te obliga a vivir sin algún propósito en específico, el destino formo allá afuera una guerra armada que es cruel y egoísta, pero ninguna guerra se compara con la del corazón. Me escape de mi primer batalla con un fusil, pero no logre escapar de la batalla que estoy librando en este momento por estar lejos de casa, batallo con la idea de pensar en Sierra y mamá en todo momento, batallo conmigo mismo y trato de parecer valiente aun cuando estoy muerto de miedo, a veces la vida es injusta, repito, pero lo que más duele es resignarse a vivirla tal y como es, sin poder cambiar nada, sin poder estar con los que más quieres.
Levanto la mirada hacia el cielo y casi de manera sublime una estrella fugaz cruza surcando el cielo y pido un deseo.
-Deseo estar contigo mamá, y contigo Sierra, las extraño demasiado- susurro mientras se desmoronan algunas lágrimas por mis mejillas.
Ha pasado un buen tiempo desde que estoy en la ventana, así que me limpio las lágrimas de la cara, me refriego los ojos y me dirijo a la cama, tengo que descansar, pues mañana tendremos que idear un plan para salir de aquí y volver a casa. Me quito las botas y el uniforme, y después me meto a la cama, derramando algunas lágrimas más. El cansancio hace que concilie rápido el sueño así que en menos de tres minutos quedo dormido.
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SOLDADO DALLAS (FANFIC)
FanfictionEl joven Cameron Dallas se ve obligado a ir a la guerra, la enfermedad de su hermana y algunas circunstancias lo harán regresar y conocer a el amor de su vida. Una historia romántica entre el amor y la guerra.