Amor de Vampiro©

Capitulo 3

—Oye sal, no te haré daño—dijo Damián tratando de calmarla para poder verla—. Te lo prometo—apareciendo detrás de ella—. Encerio—le sonrió—.

Aurora comenzó a correr hacia la puerta pero Damián la jala del brazo y quedan tan cerca el uno del otro que ambos se ruborizarón y ninguno se atrevía a decir una palabra hasta que al final Aurora lo hizó.

—Solo vine por mi medallón—se separó esperando que su corazón dejará de latir con gran intensidad—.

—¡Oh! sí claro—sacó el medallón de su bolsillo—. Te lo daré si me dices tu nombre.

—Aurora—dijo tímidamente—.

—Yo soy Damián—dijo mientras le entregaba el medallón—. ¿Podemos volver a vernos?

—No lo sé—mintió, lo que más deseaba era estar con él para siempre—.

—Mañana, aquí mismo, antes del anochecer.

—Lo pensaré

Aurora sale de la cabaña y se encuentra con dos enormes personas que estaban vestidos con armadura, eran los guardias del palacio, detrás de ella salió Damián y los guardias se lo llevarón mientras Aurora volvía a casa.

Damián al volver al palacio encontró a su padre enfadado pidiéndole explicaciones, al salir se fue directo a su habitación pero Hermonie aparece junto a Felipe preguntándole por su herida.

—¿Qué le ocurrió principe Damián?—preguntó Hermonie—.

—No es nada princesa, solo una herida con una rama—trató de despreocuparla y se diriguió a su habitación con Felipe—.

Damián le contó todo lo sucedido a Felipe y de lo que sintió al ver a Aurora. Mientras tanto Aurora no podía parar de pensar en Damián, no podía olvidar esos ojos, su cabello, la forma en que la miraba y como desearía besarlo en ese mismo instante. De pronto escucha un golpeteo en su ventana y se levanta de su cama.

—Stefan ¿Qué haces aquí?—dijo Aurora mientras él entraba—.

—Vine a saber como estás, quedé muy preocupado desde que te trajé a casa— se sentó en la cama—.

—No fue nada solo me encontré un vampiro pero Damián me salvo.

—¡¿Damián?! ¿quién demonios es Damián?

—Un amigo—sonrió al recordarlo—.

Pero bueno ya es hora de que te vayas a casa

—¿Amigo?

Aurora le contó lo que habia ocurrido, sin decirle claro que se volverían a ver.

—¿Un cazador de vampiros? eso quiere decir que él era un vampiro, Aurora ayudaste a uno de esos demonios—dijo alterándose—.

—No hable así de él, no lo conoces, es mejor que te vayas no debí haberte dicho nada.

Stefan se va y Aurora le pone seguro a su ventana, se cambió de ropa y se dispone a descansar después de un día tan agitado como lo fue hoy.

Damián esa noche no pudó dejar de pensar en Aurora, la veía en el.bosque con un gran vestido negro bailando y saltando por doquier, de pronto una sombra se apodera de ella, corrió para salvarla y la sombra comenzó a cambiar de una forma muy familiar, se convirtió en él y la mordió dejándola seca.

—¡NO!—gritó saltándo de su cama—. Era solo un sueño—se calmó y limpió el sudor que tenía en su rostro—.