dix-neuf

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Lunes 26 de agosto de 1957

¡Oh, maestra! ¡Preciosa, maravillosa y perfecta maestra Juliette!

Hoy su clase estuvo muy interesante. Me encantan los poemas de amor en francés, aunque no me gustó mucho el que no haya leído el que le escribí para usted hace unas semanas atrás, pero es su decisión y la respeto.

Ahora tiembla cada vez más, incluso cuando escribe en el pizarrón. Le he dicho que esté tranquila, que a usted no la tocaría ni con el pétalo de una rosa, ya que sigue siendo mi dulce, dulce Juliette.

Por cierto, ¿ha notado lo nerviosos que están mis compañeros? ¿Sabrán que el asesino se encuentra en el mismo lugar que ellos? Es gracioso cuando temen hasta de sus mejores amigos. No hablan, ni ríen, ni hacen absolutamente algo. Hoy esbocé una sonrisa por eso. Estoy feliz por lo silenciosa y tranquila que puede resultar la escuela. De seguro sospechan algo, ¿no? Sé que temen hasta de ellos mismos.

Maestra. Bonita, bonita maestra. Juliette Bonnet. Qué increíblemente bello es escribir su nombre y sentirlo en mi lengua. Se lo recalco siempre, y nunca me cansaré de mencionárselo:

Es la maestra más bella.

Y, ¿quiere saber otra razón del por qué estoy contento el día de hoy? ¿Realmente lo desea? Pues bien: El viernes, Edward no apareció por ningún lado en la escuela. Quiero pensar que usted le advirtió lo que le dije y huyó de Shaftesbury para siempre. Sin embargo, hoy confirmaré si eso es cierto vigilándola al momento de la salida. Apenas es de madrugada y todavía no salgo de casa, pero lo haré muy pronto para ver cómo llega con sus tacones negros y sus medias largas del mismo color. ¿Será que hoy usará una falda gris, una verde, una crema...? No lo sé.

Santos cielos, me emociono de pensar en el hecho de verla directamente a los ojos y poder apreciar su bellísimo cuerpo.

Una vez más, le haré llegar esta carta siendo más imperceptible un fantasma.

Con amor,

Su enigmático amante embelesado

Cartas a la maestra más bellaWhere stories live. Discover now