Saber la razón por la cual se habían distanciado era demasiado obvia, pero admitirlo dolía.
Los siete chicos se habían distanciado con el pretexto de aclarar sus pensamientos y buscar una mejor solución a su situación, todos estaban desesperados po...
Para cuando había vuelto a su respectivo vagón Jungkook se encontraba devorando un gran ración de comida, dejó un poco el alimento para acomodarse y una vez realizada su pequeña tarea siguió comiendo mientras movía ligeramente la cabeza al compás de una canción que hace mucho había escuchado y su tono era pegadizo.
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El tren seguía avanzando y la sacudida que dio lo había dejado desconcertado, entonces cayó en la cuenta de que alguien más pudo subir pero no le molestaría pues al menos no se ha aparecido en su vagón.
El panorama comenzaba a hacerse engañoso porque pequeños copos de nieve comenzaron a caer y un manto blanquecino comenzaba a cubrir las vías al igual que la copa de los árboles y pinos que lo rodeaban. Aquello le hizo soltar una sonrisa triste porque recordaba que a Yoongi le gustaba ese tipo de clima; decía que el frío podría representar a la perfección la tristeza porque cuando uno se encontraba en ese estado lo único que buscaba era algo cálido en el que podía refugiarse y mantenerse oculto hasta que el calor lo invadiera.
Jungkook quería experimentar esa sensación a lado del mayor. Siempre estuvo con él y ahora que no estaba se sentía un poco perdido. Las palabras que Yoongi le dijo resonaron en su cabeza «Búscame cuando dejes de comportarte como un idiota» aquello le había dolido pues esperaba que se lo dijera Jin pero esas palabras salieron de él.
Dejo a un lado su comida cerró los ojos sólo por unos segundos, entonces el recuerdo de su más reciente pelea se hizo presente. Sin darse cuenta chocó contra alguien pero su mirada y sus pensamientos estaban tan perdidos como él que no se detuvo a pedir perdón.
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Siguió caminando y escuchaba pasos cerca de él, ni si quiera vió por el rabillo del ojo pues sabía que sería el tipo con el que chocó; si una paliza estaba por aproximarse él no haría nada para evitarlo.
El tipo se puso en guardia y él con una sonrisa que no iba más allá que de burla también hizo lo mismo.
Analizaba la situación para saber qué punto atacar exactamente, era como conocer la debilidad de tu enemigo sin si quiera conocerlo, bastaba un buen análisis para saber sus puntos fuertes y débiles; para su desgracia él era un gran observador y sabía dónde y cómo atacar.
