Saber la razón por la cual se habían distanciado era demasiado obvia, pero admitirlo dolía.
Los siete chicos se habían distanciado con el pretexto de aclarar sus pensamientos y buscar una mejor solución a su situación, todos estaban desesperados po...
Recordar los días que había pasado en aquella habitación hizo que se estremeciera; las cuatro paredes blancas que lo habían rodeado por un tiempo le habían causado una sensación de claustrofobia, además de que la hora era tan incierta, odiaba tener que tomar las pastillas naranjas para poder ser "feliz". Había salido del hospital psiquiátrico.
Jin lo había convencido para que se tratara y le ayudaran a superar su "problema" pero simplemente éste creció y no lo dejaba tranquilo, ¿cómo podía estar tan tranquilo después de la atrocidad que había hecho?
Negando con la cabeza soltó un suspiro Hoseok y siguió caminando mientras el aire entraba en sus fosas nasales, aquella sensación le era tan tranquila que lo hacia un par de veces más, después de todo el tiempo que había estado encerrado entre cuatro paredes podía respirar.
Pasó sus dedos por su cabello y mostró su característica sonrisa de la cual se podían admirar unos dientes perfectamente blancos y alineados.
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Dando pequeños saltos como niño pequeño siguió caminando.
Los días de primavera le agradaban tanto y aún no podía creer que un sol tan hermoso como el que ahora veía se esté mostrando, eso le hacía pensar que en otro lado se encontraría alguien en invierno. Alguien que echara de menos el clima que ahora disfrutaba. Alguien como ellos. Negando con la cabeza siguió avanzando hasta la estación del tren; le tenía envidia a los trenes pues se alejaba a una velocidad constante siguiendo siempre un camino, a veces él se sentía como un tren, pensaba que alguien le había trazado ese camino para que descubriera nuevas cosas y ese alguien puede que sea Jin.
La estación se encontraba desierta y el sol estaba a punto de ocultarse, dando un pequeño salto de alegría se aproximó al tren más cercano y comenzó a trepar para estar arriba del vagón, había llegado justo a tiempo antes de que el espectaculo comience.
Al estar en el techo del tren se sentó y observo atentamente hacía al frente, no quería perderse ni un solo detalle e intento memorizar la altura de los grandes árboles, incluso cerraba los ojos y pensaba en como debía sentirse los pinos, abrió lentamente los ojos y volvió a mostrar aquella hermosa sonrisa.
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