don't you dare ; jjk

𝒸𝒽𝒶𝓅𝓉𝑒𝓇 𝒻𝒾𝓋𝑒

jjk

– Seulgi es muy rara cuando se lo propone. – Ríe Tae al ver como arrastraba a la pobre Sunhee al baño. Jimin asiente dándole la razón.

– Lo es, pero también debes aceptar que es bastante adorable. – Un golpe mío fue directo a su cabeza, lo que le hizo reír. – Lo siento, hermano, olvidaba que es tu objetivo.

– Oye sí, hablando de la apuesta. ¿Ya lo olvidaste? – Pregunta Taehyung. Frunzo el ceño en confusión. – Digo, al principio te veías muy decidido a conquistarla, amigo. Ahora solo se molestan mutuamente.

– ¡Tiene razón! – Grita Jimin. – ¿Ya te rendiste tan rápido? Al parecer alguien no quería tanto esas bocinas como decía.

– Solo ha pasado una semana y media, tengo todo un año, hyung's, voy a mi ritmo, ¿okay?

Ambos se rieron a carcajada suelta, como sabiendo que de algún modo yo estaba arrepintiéndome. Lo cual niego en su totalidad, solo que en verdad nunca había tratado de coquetear así con alguien, para empezar, ni me sale coquetear, ¿cómo lo haré con una chica que no me gusta?

Seulgi es una chica demasiado linda, no diré que no a ese hecho, es demasiado divertida y extraña, es fácil llevarse con ella, pero tan solo pensar que si sigo con eso a pulso, un sentimiento podría nacer, es un gran "no" para mí. Y digo, no creo que Seulgi caiga a mis pies, repito, mis dotes seductores son una estupidez, Dios no me hizo para ser un Don Juan, sin embargo, yo sí creo ser bastante propenso a que me guste más de lo que yo quisiera.

Ahora está el hecho de que le gusta el tal Jumbo... o como se llame. Estas semanas he notado demasiado esa manera tan peculiar de verlo cuando pasa casualmente enfrente de nosotros. Sus bonitos ojos no se separaban de su figura, sus labios se abrían ligeramente y por unos segundos, sus pulmones dejaban de respirar.

Así era la manera en que mi hermano miraba a Jinhee, estaba enamorado. Y no volvería a hacer lo que le hice a él, no volveré a arruinarle la relación a nadie.

– Tierra llamando a JK. – Quité mi mirada del árbol para ver a mis mejores amigos, al parecer habían adivinado mis pensamientos.  – Deberías dejar de pensar en ellos, hermano.

Suspiré. – No sé de que están hablando.

Sin darles tiempo a responder, alcé mi mano y saludé a la chica que venía en nuestra dirección. A lo lejos Sunhee se acercaba, fruncí el ceño de inmediato al verla sola y con los cachetes rojos como jitomate. – ¿Y Seulgi?

El silencio se instaló entre nosotros, la sonrojada simplemente ignoró mi pregunta y se sentó a lado de Jimin, tomando total distancia con Tae. Los tres nos miramos con un signo de interrogación en nuestras caras.

– ¿Sunhee? – Jimin preguntó esta vez. Ella saltó en su lugar y nos miró con sorpresa. – ¿Todo bien?

– S-sí, todo bien.

– ¿Eres alérgica a algo?

– No, ¿por qué lo mencionas?

– Es que estás muy roja. – Las mejillas de Sunhee se prendieron el doble al ser Taehyung quien lo mencionó primero. Algo me estaba haciendo creer que a esa chica le gustaba mi mejor amigo.

– ¡N-no! ¡P-para nada!

Los dos entrecerraron sus ojos a ella, algo que me causó gracia porque Jimin parecía tener sus ojos cerrados. Pero sabía que si quería seguir vivo, reír no era una opción. – Sí bueno, ¿y Seulgi?