𝒸𝒽𝒶𝓅𝓉𝑒𝓇 𝓈𝑒𝓋𝑒𝓃

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ksg

Caminaba por los pasillos en dirección a mi casillero, bueno en realidad estaba arrastrando los pies, no tenía ganas ni de moverme. Y al parecer mis torpes pies tenían el mismo mood que yo, pues de la manera más estúpida se enredaron y terminé cayendo en cámara lenta.

Esperaba que mi cabeza tocará el suelo y romperla de una buena vez, sin embargo no esperaba llevarme a alguien conmigo a la tumba. Mi frente dio contra un pecho duro, subí la mirada e inmediatamente lancé una maldición... Los ojos de JunHo me veían preocupados. Me había tropezado con él... dios que vergüenza.

– Oops ¿estás bien? – Se levantó ofreciéndome su mano al mismo tiempo, un poco lenta la acepté. – Lo siento, fue mi culpa. Estaba distraído.

– S-sí, no te preocupes. – Parecía retrasada tartamudeando de los nervios. SeulGi, control yourself right now. Le mostré una sonrisa e hice una reverencia en disculpa. – También fue mi culpa, no importa.

Bien, ahora huye.

Di media vuelta e inmediatamente lo sentí, miré hacia donde provenía el ardor y noté un raspón en mi rodilla. Al parecer JunHo notó mi cara de dolor y siguió la mirada a mi pierna.

– ¡Ay no! Lo siento mucho. Vamos, te llevaré a la enfermería. – Me tomó de la muñeca y sin esperar respuesta de mi parte, me jaló para que caminara con él.

Estoy segura de que hoy desperté sin esperar que estaría siendo jalada por mi amor platónico. Espera, Gi. De repente recordé como se estaba besando con la chica quenosequienera. ¿Y si su novia nos ve? Dios, no quiero ser parte de un drama.

Intenté soltarme y fue un poco imposible, pues él puso más fuerza. Llegamos a la enfermería, y ¡oh qué sorpresa! no estaba el doctor del instituto, así que hizo que me sentara en una camilla y fue a sacar un poco de algodón y alcohol para desinfectar la herida, la cual ya estaba comenzando a sangrar.

Puso el algodón húmedo en la herida, al principio no sentí nada y luego... me ardió hasta el culo, auch. Tengo algo llamado Efecto Retardado, me puedo cortar con un cuchillo, pero no siento dolor hasta mucho después. Mi estómago saltó un poco al escuchar una pequeña risa de su parte, supongo por mi saltó de dolor, terminó de curarme y se levantó. ¿De qué se ríe? ¿Dónde le ve lo divertido a la situación? Y... ¿Por qué su risa es tan perfecta?

– Ya está, espero que no se infecte. – Me dio una linda sonrisa y yo me quedé como idiota viéndolo.

– Gracias. – Respondí robóticamente.

Un silencio se formó en la enfermería, él miraba al rededor y yo solo estaba sentada como sin vida en la camilla. Creo que estaba comenzando a sudar.

– Me llamó Kang Junho, ¿y tú?

Mierda...Gi, él en serio no sabía que existías.

– Oh sí, yo soy Kim Seulgi.- Hice una reverencia y una sonrisa boba salió de mí. También los labios de él se curvaron, señaló mi rodilla con la mirada.

– En serio lamento haberte lastimado, ¿qué tal si vamos por un café o un helado? Yo invito para compensarlo.

Oh mi dios, ¿esto acaso era una invitación? ¿Tal vez una cita?

– Claro, me encantaría. – Ni la peor noticia podía borrarme la sonrisa que tenía. Los dos nos quedamos en silencio, conectando nuestras miradas y lanzando sonrisas.

– ¿Podrían dejar de comerse con la mirada y dejarme pasar? – Ambos saltamos al instante y es más que obvio quién llegó a arruinar el momento.

don't you dare ; jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora