𝒸𝒽𝒶𝓅𝓉𝑒𝓇 𝓃𝒾𝓃𝑒

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– ¡Jungkook!

En el momento en que el asqueroso toco el suelo, el chico grandote a mi lado comenzó a golpearlo con todo su ser, agradecía al infinito que él me haya escuchado, sin embargo ahora parecía querer matar al hombre. Salté a su espalda llena de pánico al verlo golpear al pervertido con todo su ser, santo Dios otro golpe más y estaba segura de que el señor iba a vomitar todo el alcohol de su sistema.

Él al sentir mi peso en su espalda se enderezó, se giró y me abrazó a su pecho. – ¡Y ni se te ocurra volver a acercarte a alguna chica, pedazo de mierda!

Sin decir nada más, me separó nuevamente y tomó mi mano llevándome de regreso a la casa, caminamos por 2 minutos hasta que paró de repente y volteo a verme. Sus ojos estaban echando chispas.

– ¿¡Qué mierda pasó por tu cabeza al salir sola, idiota?! – Me gritó JungKook mientras me tomaba de los hombros agitándome.

– Y-yo... Solo quería mi bate... – Solté con dificultad gracias al nudo en mi garganta, mis lágrimas aún salían en silencio. JungKook paró y me abrazó de nuevo con fuerza. Por un momento creí que me había cagado en mis calzones por el puro susto, pero su cálido abrazo me tranquilizó. Mis brazos se enredaron en su pequeña cintura y comencé a sollozar en su pecho. Él comenzó a acariciar mi cabello, tratando de consolarme. – Estaba tan asustada...

Es una mentira cuando dicen que debes reaccionar y correr por tu vida cuando se presentan este tipo de situaciones, es una mentira. Tu cuerpo se congela, olvidé de repente hasta como moverme. Quedé en blanco.

– Demonios, Gi. Desapareciste por una hora y media, tienes a SunHee con los pelos de punta y a los demás muy preocupados... a mí, me tenías muy preocupado. – Susurró en mi oído. Sentí un cosquilleo al sentir su respiración en mi oreja.

– Lo siento. – Pase mis brazos por sus hombros, abrazándolo tímidamente por el cuello y oliendo el delicioso aroma que descubrí hace un rato. Él bajo sus manos a mi cintura y me apretó más a su cuerpo. No sé por qué lo hice, pero en serio necesitaba un abrazo.

– ¡Kim SeulGi! – El grito de SunHee hizo que JungKook y yo inmediatamente nos separáramos. No quería soltarlo, mi vida estaba en peligro en manos de SunHee. Quite con rapidez las lágrimas de mis mejillas y simule estar normal.

– ¿Dónde estabas, idiota? – Se acercó y me dio un golpe en la frente. – Estuve a punto de llamar a tus padres. ¡Me tenías muy preocupada, maldita golfa!

– Estoy bien. No me pasó nada. – JungKook estaba a punto de reclamar cuando puse mi mano en su boca. Quería que quedara entre él y yo. – Quise salir a caminar y me perdí.

Si decía la verdad probablemente SunHee vaya en busca del idiota borracho para cortarle los testículos con tijeras escolares. JungKook estaba confundido, luego hablaría con él, aún tengo ganas de cortarle el cerebro, pero lo dejaré pasar esta vez. Entramos a la casa de SunHee y los chicos me recibieron con un abrazo, algo extraño ya que apenas los conocía, pero su abrazo me hizo sonreír.

– Nos tenías muy preocupados. – Dijo Jin. – Habíamos traído ramen para cenar pero- – Se interrumpió al ver mi cara. Mi sonrisa se hizo aún más grande, amaba el ramen. Grité con emoción y corrí a la cocina, noté como JungKook y Jin se reían. Hobi corrió junto a mí y comenzamos a devorar todo. Los demás se juntaron también para comer lo que al parecer ya tenían en sus platos. Sentí una mirada sobre mí, pensé que sería Jungkook, pero no, SunHee me miraba con el ceño fruncido. Al parecer teníamos una plática pendiente.

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⏰ Última actualización: May 29, 2021 ⏰

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