10 cosas que hacer antes de morir //STEREK//

Día 4: cocinar para papá

- ¿qué haces con eso? Deja ese cuchillo donde estaba – ordenó Derek intentando quitarle el objeto de la mano al menor.

- ¡déjame! Voy a prepárale la cena a mi papá.

- ¿sabes cocinar si quiera? – se restregó una mano por la cara nervioso.

- ¡claro que sí! -respondió ofendido, él era el mejor cocinero.

- ¿seguro?

- Estoy un poco fuera de práctica, pero esas cosas no se olvidan como andar en bici o follar.

- Follar seguro – se burló Derek dejando solo al chico en la cocina.

- ¡oye! ¿Qué sabes tú de mi vida sexual? -grito el chico avergonzado.

- Nada, porque no existe.

Derek sonrió con gracia al escuchar al chico refunfuñar en la cocina, moviéndose de un lugar a u otro. El moreno prendió la tele y la dejo en un canal de deporte, paso bastante rato y no dio cuenta en qué momento se quedó dormido en el sillón.

Paso una hora antes de ser despertado por un Stiles nervioso que le punzo la mejilla con su dedo.

- Derek -llamó bajito.

- ¿Qué pasa? ¿te sientes mal? – preguntó refregándose los ojos.

- No, es que... ocurrió un pequeño problema -explico cada vez más bajito.

- ¿Qué hiciste? – el castaño no le había terminado de decir nada y ya sabía a donde iba a todo.

- No es nada, solo que... la lasaña exploto en el horno...

- ¿Qué hiciste estúpido?

Derek se levantó rápidamente y fue hasta la cocina a contemplar el desastre que había dejado el chiquillo, olía muy mal, y todavía más cuando abrió la puerta del horno y salió una nube negra de allí, tuvo que abrir ventas y la puerta del jardín para que pasara el olor. Iba a matarlo.

- Si, bueno creo que se me paso un poco la hora de cocción -argumento el castaño jugando con sus dedos. Derek le dedico una mirada homicida que hizo que se callara y desviara la mirada cohibido.

- ¿no se suponía que sabías cocinar? -dijo con voz ronca aguantando las ganas de estrangular al chico.

- Sí, pero parece que estaba un poco fuera de práctica.

- ¿un poco? – ironizó.

- Bueno un poco harto, pero ¿Qué esperabas? Hace mucho que no toco una cocina.

- Me hubieras pedido ayuda -dijo esta vez más suave.

- ¿enserio? – su voz sonó sorprendida, pero feliz.

- Sí -se arremango y abrió las puertas de la despensa para verificar que había para cocinar. – ya que asesinaste el horno, tendremos que improvisar.

Derek decidió preparar fideos con salsa, Stiles se empeñó en ayudarle y el mayor acepto a regañadientes, porque ya veía al castaño cortándose un dedo o quemándose con el agua, si fuera por él lo tendría a varios metros de la cocina y de cualquier objeto que pudiera hacerle daño, se sorprendió pensando en eso, al principio creyó que aquella conducta tan protectora era en parte por la enfermedad que debilitaba al chico, pero descubrió que no solo era eso, su lobo estaba empeñado en cuidarle, ya no solo era Derek, era él y el lobo.