Día 7: estar junto a ti

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A las cuatro de la madrugada Stiles grito para despertar a su papá, pero no pudo hacer nada para evitar explosión de dolor que tenía en la cabeza que no lo dejaba pensar, su nariz comenzó a sangrar y después vinieron las convulsiones, luego todo fue negro.

Despertó en la UCI alrededor de las siete de la mañana. Estaba intubado y con intravenosa, cuando vinieron a hacerle las pruebas básicas descubrió que ya no podía leer, su tumor se había expandido dos milímetros ocasionando que el cerebro se inflamara apretándose contra la corteza cerebral.

Cuando el doctor le explicó a su padre lo que pasaba, Stiles apenas si escuchaba, era como si no estuviera presente, solo podía contemplar la luz de la mañana entrando por su ventana. Había sido tanto dolor que creía que ya no podría sentir nada más, apenas si podía mover los dedos de sus pies, no reaccionaba con nada, ni cuando su padre entró para tratar de darle de comer, no reaccionaba, pero su mente estaba despierta, consciente, desligada de su cuerpo.

Miró la luz anaranjada que entraba por la ventana, ya era tarde. Se puso a pensar en un día cualquiera, uno de cuando era niño y nada le importaba, más que divertirse y sonreír, un momento al que deseaba volver. Cerró los ojos. Deseaba un día despertar y sentir su corazón tranquilo, que nada doliera, nada de angustia ni gritos en su cabeza, simplemente despertar y no sentir nada, simplemente cerrar los ojos y no estar.

La noche cayó y Stiles seguía desligado de la realidad, entonces sintió una sensación familiar, casi agradable, volteo ligeramente su cabeza lo más que le dio la sonda en su boca, y allí parado con su rostro afligido y hombros tensos estaba Derek, observándolo en la oscuridad.

Stiles quiso llamarlo, pero las palabras no salían de su boca desesperandolo, olvidando que tenía una sonda que no lo dejaba hablar, Derek a verlo alterarse tratando de sacarse el aparato de la boca, corrió a su lado, sujetándolo de los brazos obligándolo a recostase, susurrando palabras a su oído, hasta que solo escucho un sollozo.

Con toda la ternura del mundo, fue limpiando las lágrimas que caían de los ojos del chico y le beso la frente, quedándose ahí un buen rato, apretando sus labios en la frente del chico, absorbiendo su dolor y la vez transmitiendo su amor.

- Está bien, estoy aquí – le susurró Derek, separándose de Stiles acariciando su cabello.

El castaño lo miró con amor, sintiendo algo más parte del dolor de siempre, sin duda Derek podía apagar ese sufrimiento en su cuerpo, no sabía cómo, pero lo hacía, quizás solo era la sensación de estar enamorado. Movió su mano temblorosa y palmeo el lado de su cama, Derek lo entendió al instante, se recostó a un lado de castaño, no sin el miedo que moverle y provocarle más dolor, y lo abrazo.

Derek lo había sentido el dolor de su compañero, fue como una puñalada en el pecho y un frío agónico en la cabeza, no necesito de una llamada para saber que Stiles estaba en el hospital, se quedó en la sala de espera todo lo que duró la operación y la post operación, y cuando logró que John comiera algo y durmiera fingió irse, solo para escabullirse por la parte trasera del hospital y escalar hasta la ventana del castaño.

Quiso morir cuando lo vio, y luego un sentimiento de ira lo cruzó como relámpago, tantos años sufriendo, de doctores cortando su cuerpo, de drogas venenosas, quiso morderlo en el cuello, clavar sus dientes tan profundos que desgarran sus arterias y dejará por fin de sufrir, pero era su compañero no podía hacerlo, se odio por pensar en eso.

Se quedaron juntos toda la noche, acurrucados, sintiéndose el uno con el otro. Durante toda la semana Derek visitaba a escondidas por las noches a Stiles y también cuando John se quedaba dormido en el sillón de la habitación.

El martes dieron de alta a Stiles para que pudiera volver a su casa, y quien lo cargó hasta su cama fue Derek, que no dejó solo a ninguno de los dos, ni a Stiles ni a John. Se turnaban para cuidarlo, para darle de comer, y bañarlo...

Esa noche Derek baño a Stiles, lleno la bañera de agua tibia, y llevó en brazos al castaño hasta el baño, lo dejó sentado en el inodoro, fue a quitarle la ropa, pero Stiles se resistió con la poca fuerza que tenía, el mayor lo miró con ternura, tenía sus mejillas sonrojadas y su mirada clavada en el piso, pudo olor todas sus emociones vergüenza e inseguridad, lo sabía, Derek sabía que Stiles no se miraba en los espejos, que se consideraba horrible, pero el solo podía ver al chico más hermoso en la tierra.

Lo beso suave y tierno, deslizando sus labios encima de los otros, posó una mano en las rodillas descubiertas del chico, y lentamente fue acariciándolas, presionando ligeramente sus dedos contra esa blanca piel. Stiles no podía caminar, el tumor cada vez atrofiaba más su sistema nervioso, pero Derek sabía que Stiles podía sentirlo. Fue subiendo sus manos hasta llegar al elástico del short y metiendo sus pulgares por dejaba de éste, fue deslizándolo llevándose también los calzoncillos del chico, dejándolos caer por sus finas piernas hasta dejarlo desnudo de la cintura para abajo. Sin dejar de acariciarlo subió sus manos levantando la camiseta gris hasta sacarla por la cabeza de Stiles, dejándolo desnudo totalmente.

El rostro de Stiles no podía estar más rojo de la vergüenza, pero Derek se enamoró de ese cuerpo que tenía enfrente, si la situación fuera otra, ya habría tomado al chico en brazos, lo hubiera abierto de piernas y lo marcaria, dejando claro que ese chico era suyo, su compañero. Trago duro, y controlo la excitación de su lobo que exigía marcar y hacer suyo ese cuerpo. Tomándolo nuevamente en brazos lo dejo a dentro de la tina y comenzó a lavarlo, con toda la devoción que podía expresar un lobo a su pareja.

Acaricio todo el cuerpo del chico desde su cuello hasta sus piernas, y entre ellas también, sacando suaves y ahogados gemidos. Cuando lo saco del agua, lo dejó en la cama y lo seco. Su lobo estaba alterado por el aroma de su compañero, y él también, así que cuando Stiles trato de acercar su pijama limpio, Derek se lo quitó de las manos y lo recostó desnudo en la cama, arropándolo solo con las sabanas de la cama, se quitó su camiseta y se recostó encima del chico, besándolo con desesperación, a veces con mucha ternura y otras solo besarse y acariciarse, nada más, el chico estaba muy débil para recibirle, y además Stiles todavía no sabía lo que él era.

Pero lo haría, y lo tendría antes de dejarlo ir.

Pasaron dos semanas antes de que Stiles pudiera comenzar a caminar nuevamente, recuperando de a poco su fuerza habitual, en todo ese tiempo Derek no se separó de él. Stiles no era tonto, sabía que algo pasaba, el comportamiento tan devoto hacia él era extraño, no le molestaba incluso lo anhelaba cada momento, cada vez que lo tocaba sentía que su dolor se iba, pero debía saber que pasaba.

- Derek – lo llamó, tan bajito que nadie lo hubiera oído, pero Derek atento a todas sus necesidades lo escucho y dejo lo que estaba haciendo en la cocina para ir hasta él.

- ¿Qué ocurre? ¿necesitas algo? – preguntó con ternura acariciando su cabello.

- ¿puedes besarme? – pidió tímido.

Derek sonrió y Stiles sabía que no habría otros ojos a los cuales quisiera mirar más que los que tenía enfrente.

- Lo que tú me pidas.

Lo beso suave lleno de ternura, acariciando sus mejillas y por detrás de su cuello, cuando se separaron ambos apoyaron sus frentes una contra la otra respirando el aroma del otro.

- Derek.

- ¿sí?

- Te quiero.

- Yo más Stiles, yo más.  


me quedó un poco corto, pero muy romántico jajjaaj no me maten XDD y para las que van a preguntar seguramente ¿para cuando la escena hot? tranquilas que ya se viene, Stiles tiene que mejorarse un poquito XDDDD 

besos, lo quiero.  

10 cosas que hacer antes de morir //STEREK//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora