Capítulo III
OportunidadAlexandra
Abro mis ojos de manera brusca, a pesar de la claridad, no siento que me cause daño. Me encuentro acostada en una habitación extraña; miró con curiosidad a los lados, intentó buscar en mi cabeza que hago acá, o quién soy, pero nada viene. Mi mente está en un total blanco, sin explicación.
Por alguna razón, la habitación que veo me hace pensar en que estoy en un hospital. No entiendo de manera instantánea qué significa eso, o que está pasando.
Me siento en la cama de manera lenta, noto que no parece dolerme nada, creo que eso es algo bueno. Quizás solo estoy en este lugar por algún examen de rutina, pero, ¿Por qué no recuerdo nada? No es muy normal no recordar.
Si fuese un examen de rutina, no sentiría como si me hubieran borrado los recuerdos.
《¿Qué me estoy perdiendo? 》
Obviamente, me estoy perdiendo de mucho, debo tener una vida formada, pero mi mente no recuerda más allá de mi nombre, ¿Cómo llegué a este hospital?
Si nos vamos a la lógica, la palabra "accidente" pasa por mi mente y la siguiente palabra es "grave" por el simple hecho de no recordar una mierda. La angustia inunda mi cuerpo, ¿Qué está mal?
El lugar es excesivamente blanco —Tanto que llega a ser algo perturbador, si me lo preguntan—, en otras circunstancias me causaría un gran dolor de cabeza, pero en este momento me siento extraña, y la claridad extrema e incluso dolorosa para alguien normal, me da lo mismo.
Es como si en realidad, estuviera flotando, me siento un poco como en otro plano, no sé si me explico.
Respiro profundo, no debo sentirme alarmada por algo que aún no entiendo, y esa es la realidad, aún no comprendo qué está pasando conmigo en este instante, así que decido mejor ver todo a mi alrededor a ver si así los recuerdos llegan a mi mente.
La habitación de un blanco abrumador, también está repleta de máquinas extrañas, que no paran de hacer ruido, de hecho una de ellas fue la que perturbó mi sueño a tal manera que logró despertarme, el ambiente a mi alrededor demuestra completa sanidad, y definitivamente no se puede describir de otra manera que no sea con la palabra "hospital".
Cierro mis ojos y me digo a mi misma que debo concentrarme, quizás de esa manera los recuerdos se decidan a surgir del fondo de mi mente, porque sé que están ahí, escondidos en alguna parte, pero temerosos a revelarse para mí.
Decido explorar la habitación, así que me levanto de la cama, y camino por toda la estancia mirando cada una de aquellas máquinas de cerca. Mi mente sigue en blanco. Es como si hubiesen borrado todo de ella, y la verdad estoy empezando a desesperarme.
Me detengo frente a la ventana, no sé cuánto tiempo pasa frente a ella, solo me dedico a observar la normalidad de la calle, parece un día tranquilo, bueno, dentro de lo que cabe, las personas que desde donde estoy se ven como simples hormigas, caminan de una lado a otro de forma apresurada, y los conductores en el tráfico no dejan de tocar el bosina de sus autos, para que el de al frente avance.
Si, definitivamente se ve como un día tranquilo, por alguna razón se que este es el tipo de ambiente que me gusta, uno donde el silencio es casi imposible, de repente un recuerdo lejano llega a mí mente.

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Renacer
Romance¿Creés en las almas gemelas?, Para Bastian y Alexandra es difícil no creer cuando han vivido con su alma gemela presente toda su vida. Son dos jóvenes enamorados que se conocen desde que tienen uso de razón, su vida ha estado rodeada siempre de feli...