Capítulo XXVII

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Capítulo XXVII
Galaxia y enfrentamientos

Samantha

Le abracé con cariño mientras reía de sus ocurrencias; estaba cumpliendo nueve años, pero Basti parecía incluso más emocionado que yo.

Nos encontrábamos abriendo los regalos y sus expresiones eran muy graciosas, cada regalo le emocionaba más, como si fueran suyos, pero si lo pensaba bien él jugaría más con ellos que yo.

—Todos los regalos son muy bonitos Alex, pero el mio es el mejor de todooooo el mundo. —Solo voltee los ojos y reí.

—Esta bien fastidioso, veamos tu regalo. —Lo ví aplaudir emocionado y correr a tomar una pequeña caja para traerla ante mí.

—Toma ábrelo, ¡vamos! —Me animaba y me fue inevitable no emocionarme con su actitud, así que lo tome y empiece a arrancar el papel, dentro de la caja había muchas estrellitas blancas que no entendía para qué eran así que mi ceño se frunció sin entender muy bien. —Para qué son Bast.

—Se pegan en las paredes y techos, en la oscuridad brillan, tienes que colocarlo en tu habitación, así cuando duermas lo harás en una  galaxia.

(...)

Las últimas semanas han sido como estar en una montaña rusa, por un lado todo lo de mi madre y por el otro se encuentra Bastián con todo esto avances que me tiene alucinando.

Nunca creí que la cosas pasaran tan rápido, pero si analizo bien ha pasado más de una década dónde hemos estado en una especie de pausa que nos ha ido matando lentamente a los dos, puede que ante los ojos de los demás va rápido, pero solo yo sé la verdad.

Este tiempo no ha sido fácil, era solo una niña cuando entendí que me pasaba, cuando lo canalice, pero ahí estuvo mi madre siempre, no llegue a sentirme sola, porque no recordaba todo a ciencia cierta, pero Bastián si, se que él sentía ese tipo de soledad interna que es difícil de superar.

Pero la cosa es que acá estamos en algo así como una relación, y yo lo siento como una tormenta que ha tomado su tiempo para desbocarse.

Las cosas se sienten bien, me gustaría tratar más con Abby, pero sé que Bastián la protege y quizás quiere ver por dónde va esto para poder empezar a involucrarla más en… nosotros, mierda suena tan raro y bonita.

Ha cenado un par de veces esta semana en casa y aunque ha sido incómodo para mi madre, se ha sentido muy bien tener su cercanía, saber que está haciendo el intento.

Desde que ingresé a la empresa noté que él ya no era el mismo chico que dejé alguna vez, se había vuelto más frío, pero de alguna manera siento que está volviendo a ser él. O algo más parecido a mis recuerdos.

Las cosas van tan bien que de cierta manera me asusta, no deseo mentirle y si le ocultó quién soy en realidad eso sería perdidamente lo que haría. ¿Cómo le cuentas a alguien está locura? No, creo que la mejor pregunta sería ¿Alguien de verdad se creería este cuento? Pensará que estoy loca.

La imagen que refleja el espejo me gusta, voy sencilla: jean negro,  blusa blanca y zapatos deportivos. Por fin la cita al planetario se llevará a cabo y me siento emocionada de pasar tiempo con él.

Debo concentrarme y disfrutar, ya pensaré como no meter la pata, como llegar al tema que tanto miedo me da tratar.

—Te ves muy bonita —la voz de mamá me hace sobresaltar, estoy tan ensimismada en mis pensamientos que ni noté que mamá ha entrado a mi habitación.

RenacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora