Fin.

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Fui hasta tu departamento y con cada paso mis nervios aumentaban.

Timbré nada más llegar, estaba impaciente. Me recibió sonriente, vestido de manera bastante formal, con camisa y pantalón de traje, el cual te quedaba como un guante... Me daban ganas de quitártelo. Sonreí.

-No me invitas a pasar?

Tu sonrisa brillaba como el sol sin abandonar tu rostro, me deleitaba solo con mirarte, preguntándome como podías ser tan guapo...

-Yuzu, tienes que cerrar los ojos, quiero que sea una sorpresa.

Los nervios revoloteaban en mi estomago, cosquilleando mi interior, te mire grabando tus rasgos en mi memoria, a pesar de ya conocerlos por completo y cerré los ojos.

Sentí como me rodeabas, poniendo gentilmente tus manos sobre mis párpados, mientras depositabas un beso en mi cuello y me hacias estremecer. No podía dejar de sonreír por culpa de los nervios que me atenazaban. Con pasos inseguros me deje llevar... Cuando nos detuvimos podía notar la brisa de la noche en mi cara, estábamos en la terraza.

-No abras los ojos!

Lentamente retiraste tus manos de mi cara y esperé, confiando en ti plenamente, podía escuchar tus pasos a mi alrededor y luego, silencio, por unos segundos que parecieron eternos.

-Ya puedes abrir los ojos.

Notaba el corazón acelerado, los latidos retumbaban en mi cabeza, el hormiguobde mi estomago comenzaba a extenderse por todo mi cuerpo, aun con los ojos cerrados, inspire y expire, intentado calmarme.

Conté hasta cinco...

1

2

3

4

5

Abrí los ojos.

Las luces de navidad adornaban la terraza a pesar de que era verano.

Había puesta una mesa para dos, decorada minuciosamente con flores de tonos pálidos. Unas velas iluminaban los platos, parpadeando por la brisa.
Y, arrodillado frente a mi te encontrabas tú, sonriente. Y en tus manos, descansaba un anillo, y en tu boca una pregunta, la cual ya conocía antes de ser formulada.

Mi estomago se contrajo y mi corazón dejo de latir. Y tus labios se movieron a pesar de que yo casi no podía escucharte.

-Yuzuru Hanyu, quieres casarte conmigo?

El silencio se hizo eterno.


Me sentía incapaz de emitir algún sonido. Lágrimas de felicidad comenzaron a deslizarse por mis mejillas y simplente asenti. Porque no podía hacer otra cosa.

Y tu sonrisa brillo tanto que podría iluminar el universo.

Te incorporaste y me cogiste la mano, sellando nuestro amor con un anillo.

Me miraste a los ojos y yo te mire, y nos besamos.

Y nos fundimos en uno solo, como tantas otras veces pero como si fuese la primera vez.
Porque yo era completamente tuyo y tu eras completamente mio.

Para siempre.

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Y hasta aquí llegamos! Muchas gracias a todxs por los comentarios y los "me gusta".
Espero sinceramente que hayais disfrutado de la historia.

Hasta la próxima... O no

(No creo que escriba en algún tiempo, al menos no Yuzuvier. Estoy con exámenes... 😢)

Corazones confundidos [Yuzuvier]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora