Pensar.
Detenidamente.
Todo tan físico y expuesto, superficial.
Lo interno, escondido.
Tanto en objetos con vida, como inanimados.
Pero las auras, almas puras y la transparencia de ser... sigue viva en algunos rincones insólitos de la ciudad.El otro día, bajaba del colectivo cuando vi que un chico (un poco más grande que yo) demostraba la felicidad del momento.
Iba andando en su bici, escuchaba música y cantaba a los cuatros vientos de esa tarde lluviosa.Me causó gracia y sonreí, pero no fue una gracia burlona, más bien agradable.
Él, se exponía al mundo y no le importaba.
No imagino cuantos latidos daba su corazón en ese momento.
Cuantos músculos se movían y
cuantos sentimientos palpitaban ahí dentro.Me transmitió tranquilidad.
No le importaba que su ropa se mojara, mientras que yo, por lo contrario, daba un trotecito.
No le importaba "pescar un resfrío".
No le importaba que alguien lo viera.
No le importaba tener los sentimientos expuestos, sin temor a que alguien los vea, sienta... y destroce.Ser.
Libre.
Aleatorio.
Loco.Como una hoja que se tiñe de rojo después de un largo verano.
Como una hoja que cae al piso, medio amarillenta.
Como el árbol que queda pelado en el frío invierno.
Como nuevas hojas que coronan la primavera.Ciclos, que terminan
Infinitos, finitos.
Instantes, únicos.
Tiempo... de olvido.Un escalofrío bastó para sacarme del espiral de emociones en que había caído con esa simple escena.
Los bloqueos mentales pueden ser muy duros. Pero algo tan vivo como ver a un desconocido disfrutar de la simpleza de pedalear... puede inspirar y revivir al autor amateur más perdido.
Las 3 cuadras restantes, disminuí el paso.
Dejé que el viento se inserte en mi cara y que la lluvia me toque sin temor.
Canturree una nota desafinada y tamborilee algo furtivo de batería que jamás aprendí.
Salté un charco y casi caigo, pero me reí.
Saludé a un vecino.
Llegué a casa y tenía 4 historias nuevas que contar.Y por algún lado leí que la felicidad venía de las cosas pequeñas y simples.
Jamás creí que de un momento tan brillante que no era mío, era el del otro.
No fue una felicidad envidiosa,
al contrario,
me inspiró a ver,
a pensar
detenidamente que,
La felicidad... es simple.
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Limerencia
RomanceLimerencia (o también amor obsesivo; anglicismo proveniente de limerence) es un estado mental involuntario que resulta de una atracción romántica por parte de una persona hacia otra, combinada con una necesidad imperante y obsesiva de ser respondido...