10. Mentira piadosa

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Fuimos a un parque que había cerca de mi casa, por ahí no solía haber mucha gente. Una vez a solas, le dije:
Xuso, tienes que saber que soy muy cabezota, y que una vez que un objetivo me entra en la mente no paro hasta conseguirlo.
Interesante. ¿Y qué quieres conseguir ahora?
A ti.
¿Y Óscar?
Óscar no se tiene porqué enterar de esto.
Y en aquel preciso instante, le besé. Como nunca. Todo era perfecto.
¿Y si vamos a mi casa, Mónica?
¿Y Óscar? Mejor otro día amor, y así pienso que decirle.
Te echaré de menos hasta entonces.
Entonces fue cuando nos sonreímos, como si nos conociéramos de toda la vida, nos dimos un apasionado beso y nos fuimos de aquel parque. Xuso me acompañó hasta mi casa y de ahí nos despedimos. Eran las 20:50, así que técnicamente Óscar tardaría en llegar unos 10 minutos. Entré en casa y fui a preparar la cena. ¡Menuda tarde!
¡Hola Mónica!
Hola cariño, ¿Qué tal el trabajo?
— Cansado, como siempre. Y tú, ¿Qué has hecho?
Pues nada emocionante la verdad. Pero te he preparado una cena riquísima, si eso te sirve. - le dije riéndome.
Cenamos, reímos y hablamos. Después de eso nos fuimos a dormir.
¿Qué me pasaba últimamente? ¿Me gustaba Xuso de verdad? Mira que odiaba ser insegura, pero mi mente no podía sacar una respuesta a todas las preguntas que me hacía a mi misma. Aún que yo no me podía dormir, pero observar a Óscar me hacía feliz.

Cuando Menos Te Lo EsperasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora