Jimbert -El dios dorado del bosque

II

Dado que el bandido tenía una agenda atareada de robos y engaños que realizar Jimmy tuvo que aguardar a que Percy enviara un aviso de que podían reunirse.

Una mañana cuando el duque desayunaba en sus jardines uno de los mozos le llevó las cartas que había recibido como él había solicitado; había un sobre sin remitente ni destinatario y en su interior contenía sólo una reluciente pluma roja; al parecer esa era la señal por la que esperaba para reunirse con Robert. Page esbozó una sonrisa y pidió al lacayo que ensillaran a uno de sus caballos para partir de inmediato.

Robert lo interceptó en el mismo punto del bosque en que habían realizado el informal acuerdo.

-¿Estás listo, Jimmy?- preguntó burlón deteniendo su caballo frente al duque.

-El tono de tu voz no me inspira seguridad- comentó haciendo a su corcel trotar siguiendo a Robert rumbo a la aldea.

-Debo admitir que admiro tu valor; dado a lo que se cuenta de mi no creí que un chico como tú se atreviera a desafiarme- señaló Percy cabalgando junto a Page que sonrió por el alago.

Guardaron un incómodo silencio por un par de minutos hasta que Robert se atrevió a hablar.

-¿Por qué te interesa tanto mi historia?

-No lo sé, tal vez... el halo de misterio que cubre al personaje del "dios dorado"- respondió Jimmy con un brillo en sus ojos que hizo sonreír a Percy con ternura- El misterio me apasiona y tu historia tiene mucho de ello: engaños, robos, honor; es simplemente excitante- continuó observando a Robert que pretendió no haberse perdido en los ojos de Jimmy.

Plant no podía evitar sentirse atraído por el curioso duque desde que lo salvó de aquellos dos asaltantes, pero nunca se atrevería a admitirlo.

-Bienvenido a la pequeña aldea de Edwinstowe- Robert lo invitó a ingresar en cuanto llegaron a su entrada custodiada por dos hombres.

Jimmy quedó impresionado al ver que el lugar era una civilización bastante avanzada para estar en medio del bosque; era muy similar a las cabañas que había a las afueras de la ciudad de Nottinghamshire, en los campos de cultivo.

Janis se acercó a los recién llegados con una lista de las cosas que había planeado para Jimmy; estaba segura de que disfrutaría mucho su presencia por la zona, todos se divertirían viendo al joven "ensuciarse un poco".

Ambos bajaron de sus caballos y caminaron juntos frente a Janis mientras Jonesy llevaba a los caballos a tomar agua.

-¿Qué tienes para nuestro amigo, Janis?- preguntó colocando su brazo sobre los hombros de Jimmy que no puso resistencia.

-Los bebés necesitan un baño- dijo la mujer sonriente después de leer su listado.

-¿Bebés?- inquirió Jimmy obteniendo como respuesta sólo la risa de Bonzo que estaba lo suficientemente cerca como para escuchar; eso lo preocupó.

Robert lo condujo atravesando la aldea hasta una relativamente pequeña área cercada que contenía tres cerdos entre lodo y restos de comida.

-Te presento a Robin, Pimpinela y Águila. No preguntes porqué un cerdo se llama águila- advirtió Plant sonriente y señaló a los animales cubiertos de suciedad que paseaban arbitrariamente por el corral. El duque lo observó con el ceño fruncido; Percy le entregó un recipiente con agua y un trapo viejo.

-¿Es en serio?- preguntó Jimmy con una mueca resistiéndose al trabajo.

-Descuida yo estaré aquí para ayudar- se ofreció Plant, pero no logró sonar convincente por la sonrisa que se extendía en su rostro.