¿Qué harías si despiertas en una caja que solo sigue subiendo?
____ despierta sin saber quién ese o qué es lo que hace dentro aquella caja, está asustada y solo desea ver algún rayo de luz que le indiqué que no estaba loca, pero solo se encuentra c...
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Siguieron caminando en silencio, a todos le había afectado la muerte de Winston, algunos lloraron su perdida en silencio, pero se mantenían fuertes, por él.
Había anochecido por lo que tuvieron que buscar un lugar en el que descansar, pudieron prender una fogata y eso les ayudaba a mantener el calor en sus cuerpos, el frío se había hecho presente esa noche.
—¿No se supone que éramos inmunes? —Minho soltó la pregunta sin despegar su mirada de la fogata.
—No todos, creo —Teresa le contestó mientras estaba acostada.
—Sí Winston pudo infectarse, significa que también nosotros —Newt afirmó aquello mientras abrazaba a su novia de tal manera que ambos se brindaban calor.
—Jamás creí decir que —soltó un suspiro mientras una rebelde lágrima rodaba por su mejilla, Winston había sido un buen amigo para él y ahora ya no estaba—, era mejor el Área —todos guardaron silencio casi como si aceptaran las palabras del chico, la pareja se acurrucó y se dispuso a descansar.
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Desde que había amanecido emprendido camino hacia las montañas, el sol ese día era insoportable, nadie hablaba para evitar gastar fuerzas, el agua se había acabado y el cansancio comenzaba a notárseles. La noche se acercaba nuevamente por lo que esta vez decidieron parar y descansar en la arena que parecía ser más fresca en esos momentos, la mayoría estaba descansando, pero la voz de Thomas les llamó la atención.
—Rápido Aris, veo algo —la melliza del chico se levantó sosteniendo su peso con los codos para ver a Thomas—. ¿Ven eso? Son luces —Thomas señaló los puntos que se veían a la distancia—. Lo logramos —un fuerte trueno le interrumpió, detrás de ellos se acercaba una tormenta, los rayos se hacían más frecuentes—. Ya hay que irnos, vámonos, ahora —todos se levantaron y tomaron sus cosas para comenzar a correr, aquella no era una tormenta normal, sino que era una tormenta eléctrica, los truenos impedían que ____ escuchara bien lo que gritaban, pero ya faltaba poco para llegar, aunque los relámpagos comenzaban a caer cada vez más cerca—. ¡Corran, adentro! —ninguno dejó de correr hasta que uno de los relámpagos cayó cerca de Thomas y de Minho, mismo que les mandó al suelo.
